Domingo 02/12/2018
Me levanté de mi cama muy tarde y con un montón de aburrimiento, esto era debido a que era domingo y esos días desde que empecé a comportarme con más libertad mis padres me mantienen encerrada y casi totalmente sola.
Esa mañana desperté con un leve dolor de cabeza que me fastidio todo el santo día.
Después de un largo rato intentando levantarme de mi cama pude tomar motivación y caminé directo a mi baño para tomarme una pastilla para el dolor de cabeza y también para hacer mis necesidades.
Una extraña costumbre que se me quedó de cuando era chico y que aún conservo es orinar de pie. Era algo sumamente difícil de hacer porque ya no tenía pene pero eso no era un impedimento. Las chicas de mi grupo se burlaban de mi por orinar de esa manera tan extraña pero a mí no me importaba, incluso llegué a orinar con la puerta abierta para que disfrutaran todo el espectáculo.
Una vez que había terminado de orinar y me había tomado la pastilla me di una larga ducha, me quite los boxers que traía puestos, era de color negro y era lo único que traía puesto en ese momento, y me metí a la ducha. Mientras me enjabonaba y tallaba mi cuerpo recordé ese beso que tuve con Serena, el recordar eso hizo que no solo me regresará mi dolor de cabeza, que por cierto ya se me había quitado, sino que también me dejó una gran confusión sobre mis preferencias sexuales y sobre mi propio ser. Por mi mente pasaban mucho pensamientos, algunos de ellos era "¿me habré vuelto lesbiana?", "¿Por que me gustó el beso?", "¿Por que me estarán atrayendo todas las chicas bonitas que veo?", entre otros.
Terminé de bañarme, me cubrí con mi toalla para secarme, salí del baño y me fui a acostar devuelva en mi cama. Una vez ya seca me puse unos boxers rojos, un pantalón de color negro que se encontraba algo sucio y un poco mal oliente, una playera gris claro y mis tenis negros favoritos, todo esto lo tomé de un montón de ropa que se encontraba sobre mi cama.
Me puse a ver videos en mi teléfono hasta que dieron las 2pm y me dió hambre, así que baje a la cocina para buscar algo que comer, está estaba siempre llena de mucha comida y además estaba muy bien equipada con electrodomésticos de última gama, indague por el refrigerador un largo rato hasta que por fin encontré una pizza de microondas, la calenté y me la comí allí mismo en la cocina. Al terminar mi sabrosa pizza me fuí a recostar a uno de los sillones de piel café. Subí mis pies en el sillón y me acomode para poder ver continuar viendo mi serie favorita.
En eso suena el timbre de mi casa y yo lo ignoré un largo rato hasta que me fastidio y me levanté enojada a abrir la puerta, sonó tantas veces y de una manera muy desesperada que parecía que era una super emergencia pero aún así yo me tome mi tiempo para abrir.
"Ya voy!!!" Grité mientras caminaba por el enorme jardín hacia la puerta.
Para mí sorpresa el que tocaba el timbre como desesperado era David.
Al verlo me puse algo nerviosa y un poco incómoda por alguna extraña razón.
-liz: David!!!! Qué haces aquí??!! *Le grité por el enojó que aún traía atorado*
-david: Liz!! *Dijo mientras recuperaba el aliento*
Necesito que... Bebas esto.
*Me acerco una extraña botella con un líquido igual de extraño y que era de colores.
-Liz: y que es esto?? *Dije con un tono de asco y alejando un poco la botella*
-david: Es... Una... Poción para... Cambiar de... Cuerpos. *Dijo aún recuperando el aliento*
-liz: que??!!!! Lo dices enserio!!!! *Lo dije con un tono de sorpresa y exaltación, junto con un poco de emoción*
-david: si, me la dió alguien que sabe de esto. Pero tienes que tomarte la ahora mismo*
-liz: parece muy bueno para ser verdad sabes. *Lo pensé un rato y dije con un tono incrédulo y dudosa*
-david: enserio lo juro, déjame entrar y te lo mostraré.
-liz: está bien. *Dije aún dudosa*
Deje pasar a David y sin perder el tiempo y como si fuera el dueño de la casa fue hacía la sala y se sentó en el sillón donde yo estaba.
-liz: oye, sabes que no es tu casa verdad *dije con un tono burlón y haciendo señas de que estaba mal*
-david: ooooo si es cierto verdad jejejeje perdón. *Se sonrojo un poco*
-liz: está bien no te preocupes, bueno ahora muéstrame la dichosa poción que nos cambiará de nuevo.
David me vuelve a mostrar la misma botella y me la entrada en la mano para examinarla.
Mientras estábamos allí sentados solos el me contó que había conoció a una chica rara que le ayudo con esto del cambio de cuerpo, también según el su abuela de la chica sabía mucho de eso y que su poción nos cambiaria de regreso.
David me propuso que tomáramos cada quien la mitad de la poción, al principio yo dude un poco sobre si esto en verdad funcionaría pero aun así David insistía tanto que logro convencerme.
Fuimos por unos vasos a la cocina para tomarnos este líquido misterioso de colores, lo servimos y chocamos nuestros vasos en forma de brindis y bebimos el líquido de un jalón, como decían las instrucciones.
La bebida tenía un sabor horriblemente asqueroso, sabía cómo a orina, casi me hizo vomitar, al igual que a David casi bonito sobre el sillón pero yo lo detuve un segundo antes.
-liz: oye David esto sabe horrible, estás seguro de que si funcionará?? *Dije tratando de quitarme el horrible sabor de la boca*
-david: si, bueno eso espero. *Dijo aún con asco*
-Liz: más te vale, porque si no te golpeare hasta que funcione. *Levanté mi puño en forma de amenaza*
-david: que??!! *Retrocedió un poco y dijo muy asustado*
-liz: jajajajajajaja no te creas David solo bromeó.
-david: jejejeje esta bien. *Dijo con un tono nervioso*
Pasó un rato de silencio incómodo mientras esperábamos aver si hacía efecto. Pero al ver que no pasaba nada hablé para romper el hielo que se estaba formando en el ambiente.
-liz: entonces ??? *Dije divagando un poco* Qué harás si regresamos ??
-david: pues volver a usar tus hermosos vestidos, pintarme las uñas, comprar zapatos, etc. Y tú qué harás ??
-liz: volver a disfrutar ser chico, sabes a pesar de que ahora estoy en mi cuerpo de chica aún me siento como si fuera un chico, es algo extraño, hasta incluso orino de pie. *Dije con un tono burlón y un tanto exagerado*
-david: wow, jajajaja sabes yo siento lo mismo, creo que me estoy tardando más en acostumbrarme a ser chico que cuando me acostumbré a ser una chica.
-liz: jajajajaja creo que ambos nacimos para ser del sexo opuesto pero el destino nos hizo una broma.
-david: jajajaja tal vez tengas razón Liz.
Nuestra plática recién formada se vió interrumpida porque sonó el teléfono de David, el contesto frente a mi y al parecer era su madre que quería que regresara para que le ayudara con unas cosas.
Tomo sus cosas y se fue despidiéndose de mi con un beso en el cachete y un abrazo y diciéndome "te veo mañana en mi cuerpo".
Pasaron las horas y yo me quedé pensando en ese beso que me dió en el cachete que me gustó mucho más que el que medio Serena en los labios y quisiera que este hubiera sido en los labios, tal vez aún me seguia gustando David en el fondo.
Se fue haciendo de noche y me fui a acostar a mí cama con la esperanza de que la poción de David si fuera a funcionar y ya no tuviera que volver a ser una chica nunca más en mi vida.Espero les guste este nuevo capítulo, si tienen algún comentario o duda sobre la historia estaré muy feliz de responderlos.
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Un nuevo despertar [Finalizado]
FantasyLizbeth es una chica de 17 años, que por dentro siente que nació en el cuerpo equivocado ya que ella odia todo lo que tenga que ver con cosas femeninas. David es un chico de 17 años, que en su interior le gustan las cosas de chicas y muchas veces le...