Miré el espejo, miré mí rostro y estaba totalmente pálida y con los ojos hinchados de tanto llorar...Mis muñecas sangraban, lentamente iba perdiendo la noción del tiempo y espacio.
Sentía que mí alma salía por aquellas cortadas, y poco a poco, mí dolor mental fue desapareciendo.
Iba a morir, jamás iba a estar tan feliz, sabía que ya no iba a llorar más, ya no iba a sufrir, ya no iba a sentir, dormiría.
Dormiría para SIEMPRE...
-LALI-gritó mí nombre aquella persona que odiaba pero a la vez amaba.
Espero que les guste éste prólogo... ésto es solo el comienzo...