“El resto del mundo era en blanco y negro, y nosotros gritábamos color”
Punto de vista de Faith
Todos estos recuerdos solo me podían producir dolor de cabeza. Y más aún cuando ninguno de ellos coincidía con lo que me había dicho Jesse.
Me recosté, y aún no cesaban.
Sabía que eran recuerdos. Por supuesto que lo eran. Porque yo sentía un vínculo con lo que estaba pasando por mi mente, no como todo lo que me había contado mi esposo.
Mis padres, vivos, y en los Estados Unidos.
Yo, compartiendo un apartamento con un chico.
Yo, compartiendo con la chica que recién anunciaron, había muerto.
Pero cuando realmente las emociones me ganaron y no pude hacer nada más que gritar, fue cuando en medio de ésta “reproducción” de ecos y flashes, recordé a un chico yaciendo muerto en una sala de esta, luciendo en terrible estado.
Empecé a llorar sabiendo que estaría así por toda la noche, ya que Jesse no estaría aquí para responder a mis preguntas.
Al rededor de la media noche aún sin poder dormir, deduje que quizás Jesse tendría algo de mi pasado entre sus cosas. No lo sé, quizás fotos o algo.
Pero no, mi búsqueda falló.
Me sentía estúpida. Realmente estúpida. Y, ¿quién no se sentiría así, tratando de afirmar que lo que está recordando es su pasado de manera inútil?
No me quedó más que ir a mi cama esperando que amaneciera, y contarle a mi esposo todo lo que pasaba.
–No sé de lo que estás hablando.– Aseguró Jesse, tomando un sorbo de agua –Simplemente te debió afectar la noticia. Me refiero a que, era una muchacha joven, con toda una vida por delante. Eso es todo.–
Y el siempre tenía una forma de hacerme convencer de que él estaba en lo correcto. Era extraño. Y lo peor es que yo dejaba que sucediera.
Pero no soy tan tonta como para no tener presente que hay algo tras las imágenes que vinieron a mi mente.
Jesse se quedó en casa por muy corto tiempo. De hecho, quizás solo vino a comer y asearse.
El poco interés que me ponía Jesse desde algún tiempo atrás me hizo desconfiar.
En tanto se fue, recordé aquel programa Catfish y como descubrían mucho de una persona con sólo poner su foto en en buscador de Google.
Decidí hacerlo, encontrándome con una verdad mucho más oscura y distinta a la que mi esposo me había comentado.
Estaba involucrada en muchas publicaciones. Pero no era la protagonista de ellas... sino mi hermano muerto. Mismo que había visto en esos flashes. Habían fotos de la escena del crimen censuradas por doquier, así como imágenes de los que leí eran mis padres, conmigo, afligidos saliendo de la corte, y de las instalaciones policíacas.
¿El asesino?
El chico que me había encontrado en la calle un par de días atrás.
También vi un perfil que llevaba mi nombre, que no había sido usado en mucho tiempo.
Así como un post con el título “¿Qué fue de los Riley?” Donde explicaba que mis padres seguían viviendo en Miami, y andaban tras mi pista. Ya que había desaparecido hace más de dos años. Y que mantenían la sospecha de que el recientemente prófugo de la justicia Justin Bieber habría venido a por mí tras lo sucedido con mi hermano.
Esto era demasiada información para procesar.
Estaba viviendo con un mentiroso, que ocultaba mi pasado para alimentarme con mentiras y hacerme pensar que todo estaba bien.
Quizás yo ni siquiera estaba casada con este hombre.
En cuanto el volvió y pasó por esa puerta, supo que su juego había terminado, lo pude ver en sus ojos.
Mis maletas estaban a mis costados, mi maquillaje corrido por mi rostro, y mi mirada de desengaño le dio a entender que nunca más me volvería a usar como lo hizo.
–¿Qué ocurre, Faith?– Preguntó, después de tragar saliva –¿Algo le pasó a algún familiar?–
Este hombre estaba tan nervioso que ni siquiera recordaba que yo no tenía familia en Sydney.
–¿Por qué, ah?– Cuestioné, el nudo en mi garganta apenas me permitía hablar –¿Qué derecho tenías en quitarme mi identidad y hacer otra nueva? ¡Yo no pedí esto!– Grité. Pero él seguía ahí, mirándome, pero luciendo ausente.–
–Al principio no fue mi intención.– Y eso fue lo único medianamente decente que pudo decir. No habían justificaciones y cualquiera que tratase de decir solo lo hundiría más.
–Me voy inmediatamente de aquí. Quizás tu y yo ni siquiera estemos casados, claro, por eso nunca llegué a ver fotos de nuestra supuesta boda. De todas maneras...– Ya con lágrimas corriendo por mis mejillas, saqué la alianza matrimonial de mi dedo y se la tiré en el rostro. El se inmutó. Es como si Jesse Crawford, el encantador chico que una vez fue, ya no estuviese ahí.
Y si estaba, ya no lo quería volver a ver.
Le advertí que lo demandaría por esto, y tras agarrar mis maletas y disponerme a salir por la puerta, sentí que un objeto contundente me pegó en la cabeza con fuerza, haciéndome soltar las maletas de inmediato.
Ahogué una respiración, y caí al piso.
Y eso es todo lo que recuerdo.
Voten y comenten, dándome su opinión sincera, por favor.
Les agradecería mucho que pasaran por mi perfil y leyeran el prefacio de Damaged, mi nueva fanfic a empezar en diciembre :)
-G.G.G
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Tragically© {#2 The Bipolar Series}
FanfictionSegundo libro de "The Bipolar Series" Todos los derechos reservados© bizzleselfie & iwillbeollg; 2015. Portada hecha por: malankov. Tráiler hecho por: ValeryHoranHemmings.