—¿Qué coño quieres decir con que no aparece? —soltó John, en cuanto Luke y yo le contamos que Faith había salido a rentar una película y no regresaba.
—Pues lo mismo que oíste —Gruñí—, ha pasado media hora y no contesta a su jodido celular.
Se trataba Jesse, casi podía oírlo hablando sobre las maneras en que puede hacerle daño a ella. Para ser sincero, no tenía ni la menor idea de qué ocurrió entre ellos dos en el pasado, pero había de ser muy fuerte como que para que este inútil quiera retenerla en contra de su voluntad. En aquel mismo momento recordé lo que Luke me había dicho, las palabras que decidí no prestarle atención: «... cuando gritó que ninguna prisión iba a contenerlo...»
No podía hacer nada más que reprenderme a mí mismo por no haber protegido a Faith como hubiera querido; tantas cosas le ocurrieron, que decidí que evitaría a toda costa el sufrimiento, pues había tenido suficiente ya. Hay que encontrarla, hallarla antes de que sea muy tarde. Me encargaré de cualquier imbécil que quiera tocarle un solo cabello...
—Maldita sea... —masculló el hombre antes de tomar sus llaves y salir de la casa azotando la puerta. Aquel estruendo bastó para sacarme de mi mente y hacer que me enfoque en la realidad.
—¿A dónde vas? —cuestionó Luke, siguiéndolo hacia afuera. Sus piernas se movían rápido en un intento de querer alcanzarlo.
Por otro lado, John, quien optó por el silencio y dejarnos con la palabra en la boca, ya se había marchado en su automóvil para cuando yo también lo seguí, dejando la marca de los neumáticos sobre el asfalto.
—¿Y ahora qué, Justin? —Suspiró con pesadez y centró sus ojos en mí.
Como si se me hubiera ocurrido un plan brillante para conocer el paradero de Faith. Por mucho que quisiera, estaba en blanco.
—Dime tú. —Lo miré—. ¿Qué acaso no eres tú el del padre policía? —farfullé por la desesperación que comenzaba a crecer en mí. Faith no estaba, John se había ido, y sólo quedaban dos chicos sin una idea clara de dónde o cómo iniciar. Grandioso, simplemente espléndido.
—Tienes razón —contestó—. Vamos. —Haciéndome un gesto para que fuera tras él, pronto estuvimos en su auto con rumbo a lo que suponía iba a ser a la estación de policía.
Punto de vista de Faith.
—Debí suponerlo. —Me encogí de hombros—. No se preocupen, iré a rentar una. —Apunté con mi pulgar hacia la puerta. Luke y Justin aceptaron y dijeron que me esperarían.
Luego de eso, se me hacía difícil recordar qué pasó en cuanto atravesé aquella puerta. Estaba borroso en mi mente; al igual que mi visión ese momento. Parpadeé muchas veces para recuperar mi capacidad visual, y así saber dónde me encontraba.
Me sorprendí bastante al darme cuenta de que no reconocía ni un metro cúbico del lugar. A mi alrededor no llegaba casi nada de luz, sólo aquella que era capaz de filtrarse por las ventanas, que por lo visto imaginé que las habían bloqueado con tablones de madera y clavos. Me hallaba sentada sobre una silla metálica, atada de manos detrás de mi espalda y con cuerdas rodeando mis pies. Quise gritar al instante, sin embargo también tenía un trozo de tela que impedía la salida de cualquier sonido que sirviera para pedir auxilio.
Tan atemorizada estaba, que sentí la parte trasera de mis ojos arder y éstos humedeciéndose. Quería convencerme de que se trataba de una pesadilla, de esas menudas que solían venir a mí de vez en cuando por las noches. Pero aquello era real, y por eso me asustaba. Aunque en las pesadillas podía ocurrir cualquier catástrofe, al salir de ellas caías en la cuenta de que estabas en un lugar seguro. Las lágrimas mojaron mi rostro sin cesar, era inevitable que éstas cayeran.
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Tragically© {#2 The Bipolar Series}
Fiksi PenggemarSegundo libro de "The Bipolar Series" Todos los derechos reservados© bizzleselfie & iwillbeollg; 2015. Portada hecha por: malankov. Tráiler hecho por: ValeryHoranHemmings.