Capítulo 23

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Narrador Omnisciente

Siendo ya las dos de la mañana, todos dormían plácidamente en Sydney. Claro, mañana sería lunes, la jordana comenzaba nuevamente y necesitaban recargar energías.

Excepto John. Él tenía negocios de los cuales encargarse. De hecho siempre los tenía, pero el de hoy en específico era más... importante que el resto.

Una persona en particular se había estado metiendo en su vida y en la de sus allegados desde hace un tiempo para acá. Y todos sabemos que nadie se mete con John White, este hombre no tiene un punto débil, pues ya todos han sido puestos a prueba.

Jesse Crawford. No le dio tanta importancia a lo sucedido con Faith cuando Luke se lo contó, mientras no se involucrase en su vida todo estaría bien.

Pero después se metió con Justin.

Y justo cuando empezó a tomarle cariño a Faith, volvió a hacerle daño. Y fue el punto quiebre. No quería meterse, él se había estado conteniendo durante mucho tiempo ya.

Pero después de todo lo sucedido, era momento de que empezara a mover sus cartas.

Levantó el teléfono de su mesa de noche, y marcó el número que ya se sabía de memoria, esperando que le contestaran inmediatamente. Y así sucedió.

—Buenas noches, White— Le dijo a voz de otro lado de la línea.

—Ignoremos la cortesía por hoy, Abraham— Le respondió —. ¿Cómo va mi encargo?

—Justo vamos a empezar con eso— El hombre se rió entre dientes —. No seas impaciente.

—Me gustan mis negocios rápidos y precisos. Recuerda la cantidad de dinero que te estoy pagando.

—Lo sé, lo sé. Calma. No es como si no lo fuera a hacer. Ahora mismo voy a ello.

—Tiene que lucir como un suicidio— Le recordó.

—Ya lo sé. Me diste por escrito las indicaciones, por si lo olvidas.

—Avísame cuando todo esté listo— Dijo John —. Tu boleto hacia Japón está comprado y esperando por ti.

—Muy bien.

Y entonces la llamada se cortó.

De vuelta en la prisión, el oficial Abraham McGuire tomaba las llaves de la celda del recluso Jesse Crawford, y camino hacia la misma con paso lento y cuidadoso. Por suerte, se había comportado mal el día anterior y había sido enviado a la celda de aislamiento. Todo sería más fácil de ese modo.

McGuire sujetó con fuerza la cuerda que llevaba en las manos, y se aseguró de que Jesse estuviese dormido antes de abrir su celda. Tenía el sueño pesado, ya que la entrada del oficial a su espacio no lo había perturbado.

El hombre comenzó a hacer lo que se le ordenó, en un contrato por escrito. Amarró la cuerda en el techo, en un gancho colgado oportunamente allí. La aseguró e hizo una horca.

Entonces se dirigió a Jesse. Qué rápido le llegaría su karma. Tomó el alcohol y mojó el pañuelo con él, poniéndolo en la boca del joven, quien inmediatamente se despertó y comenzó a forcejear con él... hasta que perdió la conciencia.

Sería la última vez que vería la luz del sol. El robusto Abraham levantó a Jesse y metió su cabeza en la cuerda, y la aseguró, bien apretada en su cuello. Ahí fue cuando Abraham soltó a Jesse, y este cayó al abismo que la muerte era.

[...]

Para el día siguiente la noticia estaba en todos lados, y unos bastante sorprendidos Justin, Luke y Faith miraban la noticia en la sala de estar de Justin.

Tragically© {#2 The Bipolar Series}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora