CAPÍTULO 9

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Amanda Contreras

No entendía como es que de pronto mi padre se había vuelto cómplice de Diego, entre los dos habían organizado todo para que nos casaremos por lo civil, pero lo que sin dudas me dejaba aún más sorprendida es que cuando acordamos no decir nada a nadie el fue uno de los primeros en estar de acuerdo. Sus motivos no los entendía y menos los de Diego pero los míos eran muy claros, no deseaba ser la burla de media isla cuando Diego me engañe, no estaba dispuesta a enlodar mi nombre de esa manera y además antes de que la prensa se enterara de todo quería por lo menos creer que Diego me quería por lo menos un poco.

Así pues cuando se habló de las personas que se enteraría de la boda tanto Diego cómo yo acordamos que solo serían nuestros familiares los que estarían presentes, me dolía no hacer participe a mis dos amigas pero de momento y hasta que mi embarazo no sea notorio era lo mejor, Diego por su parte me comentó que tenía un hermano y una pequeña hermana pero que de momento no les diría nada ya que ellos se encontraban fuera de la isla, a su hermano no le gustaba tener encima a la prensa y por esa razón los veía muy poco, la verdad me pareció extraño jamás había escuchado de que el tuviera un hermano pero me aseguro que en su momento nos presentaría después de todo seríamos esposos y estaríamos unidos toda la vida.

Luego de aquella noche, me sentía nerviosa Diego me había asegurado que me respetaría en todos los sentidos pero no podía evitar sentir duda y no es porque sea una mujer insegura, jamás lo he sido pero vamos ¿Cómo creerle a un hombre como él, que cambia de mujer como si cambiará de ropa? Un hombre así no cambia de la noche a la mañana y yo no soy de las mujeres que comparte a su pareja, por mucha intriga que me causará el tipo de relación de mi amiga Victoria y Rafael su novio yo jamás aceptaría lo que ella en su momento acepto. Por esa razón me preocupaba el que el también aceptara el mantener nuestra relación en secreto, eso solo me confirmaba que él no cambiaría su estilo de vida, entonces yo sería la única que estaría siendo fiel a un hombre que me engañaría con la primera que se le ofrezca. Y no tarde mucho en confirmar lo que pensaba pues cuando desperté y vi los titulares de la prensa me llene de ira y decepción, aún no me casaba con él y ya se había olvidado de su promesa, mi teléfono estaba colapsado de mensajes de él y sin prestar la mínima atención los eliminé, no me interesaban sus explicaciones.

-. ¿Se puede saber que te sucede hoy? - pregunta Victoria trayendome de vuelta a la realidad

-. No se de qué hablas

-. Oh vamos Amanda desde que llegamos andas de un humor de los mil demonios - me acusa y suspiro - ¿Acaso Marcos está fastidiando nuevamente?

-. Nada de eso Vic, solo no he dormido muy bien desde hace unas semanas y ya sabes cómo me afecta eso en el humor - intención restarle importancia pero conociéndola se que no ha quedado muy convencida - además está lo de la salud de mi papá, tengo miedo Vic, tengo miedo de que muera

-. Eso no sucederá, tú padre es un hombre fuerte - me abraza - ya verás que en unos días te estará buscando esposo - bromea y niego con una sonrisa si supieras pienso, mi teléfono suena nuevamente y al ver el identificador cuelgo, Victoria al ver mi acción levanta una de sus cejas perfectas - no creas que no he notado como cuelgas la llamada de quien sea la persona que te está llamando con tanta insistencia

-. No es nadie importante - comento volviendo a mi trabajo

-. ¿Sabes Amanda se supone que soy tu mejor amiga y no entiendo porqué motivo no quieres decirme que sucede?

-. Victoria lo siento, no es que no te tenga confianza pero de momento no quiero ni debo decir nada, te pido que tengas un poco de paciencia, prometo que cuando llegue el momento tanto tú como Alice sabrán que sucede - murmuro y me mira preocupada, pero al notar que no deseo hablar más del tema asiente y continua haciendo lo suyo.

Atrapada en tú RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora