Termino de aplicarme el maquillaje y compruebo nuevamente mi imagen en el espejo, llevaba un vestido veraniego azul, aún me dolían los pies por la fiesta de la noche anterior por lo que había optado por llevar unas sandalias bajas, la verdad no quería llegar despampanante, sabía bien las intenciones de mi padre al organizar esta cena y no pretendía seguir su juego.
La mayor parte de el día lo había pasado recordando lo que había pasado a primera hora de la mañana con Diego y la verdad eso no ayudaba en nada mi humor, el resto del tiempo me plantee seriamente la idea de decirle a uno de mis trabajadores que me acompañará y fingiera ser la persona con la que supuestamente estaba saliendo pero eso me parecía deprimente así que reuní todo el valor que tenía y me decidí por enfrentar esto de una vez por todas sola y dejarle en claro a mi padre que no volvería con Marcos. El timbre de mi apartamento sono y confundida me apresure abrir la puerta, no esperaba a nadie y menos la persona que tenía frente a mi.
-. ¿Vas de salida? - pregunto Diego al verme lista para salir, sin poder evitarlo hice un recorrido con mi mirada por su cuerpo y admito que tuve que hacer todo el esfuerzo posible por no emitir un pequeño gemido, llevaba un traje a la medida que resaltaba cada uno de sus músculos y su camisa tenía abiertos los primeros dos botones, trague grueso al sentir la necesidad de terminar de abrir su camisa y tocar su piel, escucho que se aclara la garganta y vuelvo a la realidad, me da una sonrisa de esas con las que consigue que cualquier mujer se derrita pero que a mí solo consigue molestarme - ¿Te gusta lo que ves?
-. Ya quisieras - respondo tratando de ocultar la verdad - ¿Qué haces aquí Alcantara? - cuestionó sin moverme de la puerta, evitando que entre
-. Te he enviado un mensaje para que cenaremos y no has respondido
-. ¿La indirecta no ha sido suficiente? - inquieto - era de suponer que mi respuesta era no - digo sin esperar su respuesta, pasa su lengua por sus labios consiguiendo que mi pulso se acelere y niego rápidamente para alejar el deseo de besarlo - Sin ofender Diego pero tú no eres lo que busco
-. Eso no fue lo que me pareció ver anoche - dice seductor y da un paso hacia mi, retrocedo y me da una pequeña sonrisa - solo quería disculparme por mi comportamiento - murmura y antes de que pueda responder miro sobre su hombro y maldigo internamente al ver a Marcos aparecer detrás de él
-. Besame - pido y me mira sorprendido por mi cambio de actitud, sin esperar más lo tomo de la camisa y lo halo a mi uniendo nuestros labios, sus manos viajan a mi cintura y pronto su aroma, sabor y calor me hacen olvidar el motivo de aquel beso para profundizar aún más dejándome llevar por el deseo
-. ¿Amanda? - escucho la gruesa voz de mi padre y me paralizo, Diego al notar mi reacción se separa de mi y se hace a un lado, tanto mi padre como Marcos me miran sorprendidos por la escena que acababan de presenciar y en mi interior yo no paraba de maldecir por no haber notado la presencia de mi padre, pues de haberlo visto jamás fuera besado a Diego
-. Papá ¿Qué hacen aquí? - cuestiono y me mira un poco apenado, imaginaba cual era su intención y por eso mi tono de voz había sido más acusador que amable
-. Pensamos que sería buena idea venir por ti - responde Marcos mirando a Diego, quien se había colocado a mi lado pasando su mano detrás de mí y colocándola en mi cintura de manera posesiva
-. No pensé que estarías en compañía de...
-. Oh disculpe - dice Diego dándole su otra mano a mi padre sin soltarme - Diego Alcántara, un placer - mi padre estrecha su mano pero lo mira inquisitivo
-. Sebastian Contreras - murmura mi padre y luego dirije su mirada a mi - ¿No irás a faltar a la cena?
-. No papá, justo Diego vino a buscarme, ya justo íbamos saliendo - comento y me doy vuelta para buscar mi bolso
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Atrapada en tú Red
RomansaLuego de una noche de aventura con un famoso Arquitecto y reconocido calavera, Amanda Contreras termina envuelta en una red de misterio, mentiras y el más apasionante de los amores. Diego Alejandro ha tenido que jugar las cartas de un mujeriego fre...