CAPÍTULO 13

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Amanda Contreras

-. ¿Me puedes decir a dónde vamos? - pregunto al ver que estamos saliendo del centro de la isla

-. ¿Aunque solo fue algo muy íntimo y sin mucho tiempo para planificar, no creerás que no íbamos a tener una luna de miel? - inquiere arqueando su ceja

-. No era necesario - respondo esquivando su mirada

-. Pero claro que sí, he querido estar completamente a solas contigo desde el juez dijo que eras mía - ruedo los ojos - además tu y yo apenas conocemos algunas cosas uno del otro y quiero que este fin de semana comencemos por conocernos un poco mejor, quizás así me tengas un poco más de confianza - comenta y asiento sin mirarle.

El resto del camino solo guardo silencio, unos 40 minutos más tarde estamos entrando a una residencia y una vez que Diego estaciona el auto no puedo más que mirar asombrada la bahía y el hermoso Yate que se encuentra a un lado de un pequeño muelle.

-. Espero no te de miedo navegar - dice a mi lado y giro mi rostro a él

-. ¿Es tuyo? - cuestionó

-. En parte - lo miro con interés - en teoría es mío ya que pertenece a mi empresa, pero también lo es de mi mejor amigo y socio Alexander West

-. ¿Ese tal West no es el mismo empresario que no permite ser fotografiado y que muy pocos conocen? - asiente y la curiosidad puede más que yo - ¿Cómo es que lo conoces? Hay rumores de que es un hombre frío con las personas y despiadado en los negocios

-. Crecimos juntos, a decir verdad es como mi hermano - responde serio - y es cierto suele ser un poco frío e implacable en los negocios además de ser muy reservado con su vida privada y por ello no se deja ver por las cámaras - comenzamos a caminar hacia el muelle

-. Deberías de aprender de él - sugiero y suelta una carcajada

-. Créeme a él le conviene especialmente que yo continúe siendo por unos meses más el centro de atención de la prensa así no estarán sobre el - comenta pero la sonrisa que me da no le ilumina la mirada - es la misma razón por la que no hago pública nuestra relación Amanda - dice pero está vez más serio

-. Sigo sin comprender ¿Qué tiene que ver ese tal West en todo esto? - interrogó

-. No te puedo decir mucho por el momento, solo que ambos compartimos un pasado y aún no es el momento de que nadie lo sepa, empezando por tus amigas

-. ¿Y ellas que tienen que ver? Ni ellas ni yo diríamos algo y menos si yo se los pido - lo veo dudar pero luego suspira

-. Amanda se que tienes muchas dudas y aunque quisiera aclarar todas y cada unas, de momento me es imposible - dice más serio - lo único que te pido de momento es que me tengas paciencia y confianza, te aseguro que lo menos que deseo es hacerte daño

-. Lo intentaré - le aseguro, con una pequeña sonrisa y vuelvo mi mirada al espectacular velero caoba

-. ¿Subimos entonces? - pregunta y sin decir nada asiento, tomando su mano - la tripulación ya está abordo y como deseaba privacidad solo será el capitán y uno de sus ayudantes, son de mi entera confianza y no dirán nada - me tranquiliza saber eso no quiero tener que lidiar con la intriga y la persecución de la prensa.

***

-. No puedo creerlo - digo entre risas

-. Ni yo lo cierto es que antes de poder llegar a la puerta para poder explicar las cosas y alcanzar a mi detestable y muy estricta profesora de cálculo, estaba cayendo de bruces y todo el salón había estallado en risas

Atrapada en tú RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora