Diego Alejandro W. Alcántara
Jamás pensé que sentiría nuevamente este dolor tan agonizante, después de la muerte de mi madre me había jurado no crear vínculos afectivos con nadie a excepción de mis hermanos, no quería volver a sufrir, por ese motivo y otros más estaba cómodo con mi estilo de vida. Pero desde que Amanda apareció comencé a replantear mi vida, quería dejar atrás ni pasado y demostrarme a mi mismo que podía ser un mejor esposo y un mejor padre de lo que había sido él mío.
Quizás otro hombre al saber del embarazo de una mujer con la que había estado solo una noche habría actuado de otra manera pero yo me había hecho ilusión desde el primer momento en que vi aquel eco (el mismo que tenía entre mis manos) no había dudado en casarme con Amanda pues no permitiría que otro ocupara mi lugar, quería estar presente en casa momento y solo así podría hacerlo.
Era consciente de que un día antes de casarme le había hecho daño con mis palabras a Amanda y que estaba siendo egoísta, además de condenarnos a ser infelices, pero sabía que los sentimientos solo podrían traer problemas y más por el estilo de vida que por el momento debía llevar, además de mis propios genes; no podía permitir que ella me amara, mi madre había amado con locura a mi padre y eso la llevo hasta la muerte, el amor la hizo ciega y le permitió destruirla, no estaba dispuesto aceptar que Amanda me amara de esa manera y al no tener ese tipo de sentimiento hacia mí la haría una mujer que no me permitiría llegar a ningún extremo, estaría atenta a cada una de mis fallas.
Pero ¿Y si por mí exigencia, por mis actitudes se enamora de otro? Sabía que si eso ocurría no iba a poder retenerla y en el fondo solo pensar que podía estar con otro hacía que mi humor cambiara consiguiendo que todos a mi alrededor pagarán por algo que no tenían ni idea. Luego de que Amanda me recordara después de que nos casamos que solo su cuerpo era mío, supe que la única manera de retenerla a mi lado era permitiéndonos a los dos dejar surgir los sentimientos, lo haría por mi hijo o eso me decía, pues sin saberlo Amanda ya ocupaba un espacio que me negaba a compartir con alguna mujer, pero las cosas no fueron nada simple y cometí el error de dejarme llevar por celos, por impulso y la lastime, no había pasado una semana de habernos casado y ya comenzaban los problemas por causa de mi carácter.
Durante tres días busque la manera de acercarme y poder decirle algo pero sentía que había un abismo y mi cobardía podía mas, solo durante la noche era que me lograba llegar hasta ella y aprovechando que dormía le hablaba a su vientre, alguna vez le escuché decir a mi madre que el primer sentido que se le desarrolla a un bebé es la audición y que así de esa manera era que el bebé lograba reconocer la voz de su padre al nacer; entonces durante el sueño de Amanda le hablaba a mi pequeño, le decía que era lo más importante en mi vida, le prometí que lo cuidaría y amaría cada día de mi vida. Jamás imaginé que no llegaría a cumplir mi promesa de protegerlo, por mi culpa el había muerto y aunque el médico había explicado que la Matriz de Amanda no pudo resistirlo, que ese tipo de cosas pasaba, yo no dejaba de pensar que si hubiéramos estado en la ciudad en lugar de en un Yate, yo habría podido llegar a tiempo y para agrandar mi dolor, mi culpa, tuve que acceder a que le realizaran una histerectomía a Amanda condenandola a no tener más hijos.
Desde que supo de la pérdida insistía en que ya nada tenía que hacer a su lado y sabía que lo decía porque para ella esa era la única razón por la que nos casamos, pero no era así y aunque lo fuese no podía ser tan miserable para dejarla sola, aunque ya mi hijo no existiera ella y yo seguíamos teniendo un vínculo, ambos habíamos perdido nuestro bebé y debíamos apoyarnos. Pero en cuanto supo que no podría tener más hijos y que había sido yo quién había autorizado el procedimiento note el odio en su mirada, ella soñaba con tener una familia y yo destruí esos sueños, yo por más que quise evitarlo le hice daño y jamás llegaría a perdonarme por ello.
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Atrapada en tú Red
RomanceLuego de una noche de aventura con un famoso Arquitecto y reconocido calavera, Amanda Contreras termina envuelta en una red de misterio, mentiras y el más apasionante de los amores. Diego Alejandro ha tenido que jugar las cartas de un mujeriego fre...