CAPÍTULO 25

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Ya han sido casi dos semanas desde aquello. Sigo sin creerlo a pesar de repetir ese momento en mi mente cientos de veces y, por si eso fuera poco, al día siguiente, Ryū vino a mi casa para que Hotaru san y Yoshi san nos permitieran estar juntos, también para que lo golpearan si se daba el caso. Ese maldito, y ellos lo apoyaron. ¡Ni que fuéramos una pareja a punto de casarse! También ocurrió esto cuando se lo dijimos a los muchachos...

- ¡buenos días! Hikari, Yori chan, por fin estamos de vuelta en la escuela.

- Así es - y para este período, Daichi Sensei ya no está presente.

Han regresado los ruidosos almuerzos.

- Chicos, sé que es repentino, pero como hemos celebrado bastantes cosas últimamente me ha surgido la duda ¿cuándo son sus cumpleaños? Porque ya sabemos el mío el 28 de mayo, el de Kiyoshi kun en julio 1, y Sora san el 26 de agosto. Empecemos por Yori chan.

- ¿yo? Bueno, es el 6 de septiembre.

- Estamos realmente cerca de eso ¿y Ryū kun?

- El 20 de abril – lo dudó por un momento.

- Que pena, ya pasó hace mucho tiempo – esto es malo – ahora es el turno de Hikari.

- Tú ya lo sabes ¿no?

- Pero el resto no

- Mi cumpleaños es el 25 de diciembre... - qué rayos, Aoi saltó sobre Ryū.

- ¿lo escuchaste? Aún tienes tiempo para que lo celebren solo los dos – sus muecas no me gustan para nada ¿por qué me sonrojo?

- Y aún nos falta Sensei y Ryouichi san – esto no me da buena espina.

- ¡Sensei! Necesito preguntarle algo muy importante, a los dos, ¿cuándo cumplen años? – lo dijo tan rápido que apenas pudieron reaccionar.

- Si es eso, yo lo estoy el 17 de octubre, y Ryou lo está el 17 de julio ¿por qué lo preguntas?

- Fue una pequeña duda que me nació, por cierto ¿qué hiciste ese día, Ryouichi san? – no se va a detener.

- Por supuesto que lo pasé con Sora.

- Como se esperaba de Ryou san – Ryū solo se acercó a Sensei, y tomó su mano. Ya veo...

Hikari.

Dime.

Quedan unos seis meses solamente...

Sí, eso parece.

Ryū, hay... - fuimos interrumpidos por un fuerte golpe en la entrada.

- Ustedes ¿Qué hacen aquí?

- ¡¿Shiori Sensei?! – todos nos sobresaltamos por su repentina entrada.

- ¿por qué están aquí? Recuerdo claramente que tienen un gran número de deberes que cumplir.

- Pero.

- Nada de peros, deberían estar preocupados de ello, sobre todo los de tercero. Ahora vayan a sus casas, Yo me ocuparé de Daichi san.

Y así terminamos fuera a la fuerza.


Cuando estamos al pendiente de nuestras tareas ni siquiera nos damos cuenta del tiempo que ha pasado. Por lo mismo no nos hemos encontrado con Daichi Sensei durante los últimos días.

Hoy por fin logré terminar temprano, será mejor que espere a los demás en la entrada.

Ese ¿Sensei? ¿Qué es lo que lo traería por aquí?

- ¡Daichi Sensei! – decidí llamarlo.

- Oh, Hikari san, que bueno encontrarte – se ve nostálgico.

- ¿vino a visitarnos?

- Sí, aunque en el fondo es porque extraño este lugar – ya veo, no es raro considerando sus años de servicio.

- Así que fuimos la excusa.

- Eso me deja en una mala posición - tiene razón –sigamos esperando a los muchachos.

- Está bien.

Sí que hay mucho silencio. Cierto, aún hay algo que debo preguntarle.

- Sensei, si no le molesta, puede decirme cuál es la causa de su enfermedad – se volvió completamente serio, al igual que yo.

- Ya se me hacía raro que no lo hubiesen preguntado - es algo que habíamos olvidado – supongo que no hay problema. Ven, siéntate a mi lado – hice lo que me indicó – La familia de mi padre, él incluido, siempre han sido de salud inestable, nadie ha sabido descifrar qué es – creo que ya sé por dónde va esto – entonces nací yo, con una aparente excelente salud. Con esta noticia, hubieron varias celebraciones. Sin embargo, el que mis padres decidieran examinarme cada cierto tiempo por seguridad demostró que en realidad mi cuerpo se deterioraba poco a poco, llevándome a mi muerte - lo que sería en unos meses más.

- ¿Y no le importa haber nacido así?

- No puedo negarlo en absoluto pero, dado mi caso, siempre he vivido al máximo la mayor parte del tiempo. Tengo fe de que así no habré de arrepentirme al final.

- Ya veo - Yori me mira preocupada, parece haberse despertado en el momento justo para oír todo.

- ¡oh! Es Sensei – ya vienen los demás.

- Lo siento por si hice que se incomodara.

- Recuerdo haberte dicho que no era un problema - en estos momentos está más asustado por lo que pueden hacer aquellos que vienen corriendo hacia él.

- ¡¡Sensei!! – los tres locos saltaron sobre ese hombre llamado Daichi. Pobrecito.

Ryū solo se acercó a mí y tomó mi mano, al mismo tiempo en que todos comenzamos a caminar.

- Ryū.

- ¿Qué sucede?

- Daichi Sensei es realmente increíble – me mira extrañado, Yori también. Bueno, es raro viniendo de mí - el que tenga una gran fortaleza a pesar de saber que está próximo a su muerte - siguen mirándome raro, pero Ryū cambia su mirada a una más tierna.

- Tienes razón - aprieta más mi mano, entrelazando nuestros dedos con más fuerza - deberíamos seguir su ejemplo, ya que no tenemos certeza de lo que nos traerá el futuro.

Unmei No Akai Ito No Densetsu No Haigo Ni Aru(Unmaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora