𝕰𝖑 𝕰𝖋𝖊𝖈𝖙𝖔 𝕯𝖊𝖑 𝕬𝖒𝖔𝖗 ³ ♡KookMin♡

Capítulo 39

El regreso a clases estuvo bien, tener la cabeza ocupada entre clases y las practicas fue algo que bueno para Jimin y su trabajo en el Club de Namjoon los sábados por la noche,  el tiempo libre lo pasaba con Jungkook, así no pensaba en el caos por el que estaba pasando su familia, bueno hacía más de un mes que se había resignado a que sus padres no le hablarían por un largo, largo tiempo, y aunque le dolía debía acostumbrarse, al menos había vivido más de tres años en Stanford lejos de sus padres, lo que hizo que no fuera tan drástico acostumbrarse a la ausencia de comunicación con sus progenitores.

Novedades no había muchas, bueno solo que la relación de Mike y TaeHyung parecía haberse acabado para cuando regresaron de vacaciones ya no se demostraban tanto cariño en público, a Jimin nunca le gustaron los chismes pero Mike parecía un niño al que le habían quitado su juguete favorito, se veía como un alma en pena, y el rubio lo había visto mirar con nostalgia a Tae, aunque Mike sabia camuflar sus emociones con sus típicas bromas, en sus ojos esmeraldas se reflejaba la tristeza.

SeokJin estaba haciendo planes para su graduación, y se mudaría con Namjoon después de eso a un departamento que habían comprado en Los Ángeles ya que SeokJin empezaría a trabajar en un programa de entretenimiento en un canal de televisión, lo que lo dejaba solo en casa con el impredecible y muy desordenado TaeHyung, al menos Minji estaría allí para navidad.

Jimin tomo un suspiro y paso su brazo por el pecho de Jungkook acurrucándose más en el pecho de su novio, estaban acostados bajo un árbol en la zona verde de la universidad, después de la ridícula discusión en el hotel de la bahía, las cosas iban mejor que nunca entre ellos, bueno las escenas de celos eran algo que tendrían siempre, ambos eran celosos y eso no iba a cambiar, pero ya no se dejaban llevar por la rabia, mejor hablaban y se quitaban los celos a besos, esa era la mejor manera que habían encontrado.

—Tengo clase hasta muy tarde odio mi nuevo horario además el Coach nos citó para una reunión después de terminar la practica, el torneo está cerca— se quejó Jimin.

—Puedo esperarte bebé — sugirió Jungkook

—De eso nada, sabes que tienes que terminar los últimos detalles del proyecto es el 40% del semestre y quiero que todo te salga bien, no me gusta verte estresado— dijo Jimin levantando su rostro y mirando el rostro de Jungkook paso su mano por el cabello negro sedoso y ahora más corto de su novio.

Si, Jungkook lo había sorprendido cortándose el cabello hacia unos días, seguía viéndose increíblemente guapo, pero Jimin se había  acostumbrado a verlo con el cabello largo, ya crecería de nuevo, se dijo antes de besarle lentamente.

—Sabes que me falta poco para terminar Jimin, solo son unos detalles puedo quedarme y esperarte— insistió acariciándole la mejilla a Jimin.

—Jungkook, te conozco eres demasiado perfeccionista, de verdad amor no quiero que estés estresado, tomate tu tiempo y termina tu trabajo— Jungkook resoplo arrugando la nariz.

—Está bien, me iré a casa y trabajare en el proyecto, pero vendré por ti, dime más o menos a qué horas sales no quiero que estés muy tarde deambulando por allí—

— ¡Jungkook se cuidarme por Dios!, no soy una chica indefensa, tomare el autobús—

Jungkook volvió hacer un sonido de desaprobación —La estación está lejos, para que vayas caminando y los taxis son difíciles de tomar cuando está muy tarde, te dejare las llaves de la moto, quiero que me llames cuando salgas y vayas directo a mi casa me gustaría dormir con mi novio entre mis brazos esta noche— propuso Jungkook.

Jimin le sonrió encantado y asintió, volviendo a acercar sus labios a los de Jungkook, dormir juntos era lo más que le gustaba a Jimin, cuando Jungkook no  se quebraba en su casa, el rubio iba a la del pelinegro pero últimamente siempre compartían la cama, sus labios se compenetraban a la perfección, Jungkook tiro del labio inferior de Jimin antes de profundizar el beso, al menos estaban ocultos detrás de los arbustos para ser vistos o eso pensaban hasta que una conocida voz los interrumpió.