AMAURA SALVATORE- (The Vampire Diaries - The Originals)

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Klaus.

—Nos definimos por nuestra familia. Por nacimientos,  compartimos sus nombres, Confiamos en ellos para proteger aquello que amamos. Los valoramos por encima de todo los demás...Entonces inavitablemente, somos apartados a la fuerza.—Escuchó una voz a lo lejos antes de que una luz se acerque a mí.—Se hacen promesas que luego no se mantienen. Los niños en particular dan sus espaldas a quienes  los criaron buscando una vida propia... el vínculo de la familia no es uno forjado por elección. De hecho, algunos se verían como una terrible carga.

Abro mis ojos de golpe y veo la herida en mi pecho donde debería estar la daga que mi propia sangre me ha clavado.

—Y así, Nicklaus, aquí te encuentras conmigo.

—Dahlia.—grupo tratando de levantarme.

Miro a mi alrededor y veo que estamos en una aldea.

—¿Qué me has hecho?.—le preguntó.—¿Dónde esta mi hija?.

Me lanzó contra ella pero desaparece.

—¡Sal de mi cabeza!.—le ordenó.

—No lo estoy.—sonríe.—Tu estas en la mía. Y viendo que yaces apuñalado por tu propio y querido hermano, No tienes otra opción más que escuchar.—la miró seriamente.—Tengo una propuesta para ti.—comienza a caminar.—Sigueme.

Amaura.

—Estas babeando mi suéter preferido.—siento como me remueve y golpeó su pecho.—Aush, golpeas fuerte, munzy

—Por haberme despertado, idiota.—ríe.

Ayer me quedé en mi habitación con el durmiendo, es un gran amigo, me escuchó todas las locuras que hablé, y está aquí todavía.

—Buenos días, estúpido.—el se acerca y empieza a hacerme cosquillas y río como loca.

—Buenos días, munzy.—deja de hacerme cosquillas y le tiró una almohada a lo que él la esquiva.

Besa mi frente antes de acostarse de nuevo. Es un flojo.

Me acercó para intentar ahogarlo con la almohada, pero se voltea y queda mirando mi busto.

—Tienes lindos pechos, Aura.—golpeó su pecho.—¿Qué significa esto?. Se que es tu nombre pero se ve muy fina, y desde que te conozco no te la quitas.—me pregunta tomando mi colgante.

—¿Esto?.—lo tomó en mis manos.

—Es muy lindo.—murmura y yo asiento.

—Significa...Aventura, agradecimiento, y protección.—niego lentamente antes de sonreír.—En realidad no significa nada.

Me recuesto hacia la almohada y lo veo mirarme fijamente.

—¿Nada?.—ríe.—Enserio desde que te vi por primera vez, nunca  he visto que te lo quites. ¿Segura que no es de alguien en especial?Segura.

—No.—me mira seriamente.—Esta bien. Me lo dio Klaus.—Arquea una ceja.—el día del matrimonio, fue un regaló de agradecimiento y lo acepte, en nombre de nuestra amistad.

—Aja, repitelo hasta creertelo.—entre cierro mis ojos y el ríe.

Mi teléfono comienza a sonar y yo me alejó de el para ir a buscarlo u contestar.

Inició de llamada.

—Tío Stefan, que gusto.—respondo.

—¿Estas ocupada, cariño?.—me pregunta y por el tono de su voz se que es algo serio.