AMAURA SALVATORE- (The Vampire Diaries - The Originals)

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Amaura.
New Orleans...
—Meed disee secat ad scalpere Benet.—Escucho a Freya murmurar un hechizo mientras observó el raro diluvio por la ventana. Es muy extrañó, no parece una lluvia normal.

—Está hecho.—dice Rebekah felíz entrando a la sala con Marcel.—Estoy desvinculada de esos niños. Los aquelarres están muy agradecidos, y hasta nos ganamos la lluvia.

—Confío en que Davina hará su parte—le dice Elijah a Marcel.

—Si, en contra de mi opinión.—dice seriamente.

—Deja de ser tan sobreprotector.—le pide Rebekah.—Si Davina se convierte en la líder de los nueves aquelarres, ahora que Josphine murió, le será concedido el poder de revivir a Kol y la influencia política para unir a las brujas a nuestra causa.

—Espera...Davina ¿Quiere traer a mi novio de vuelta?.—digo sin entender.

—Si.—Susurra Rebekah, bajando la cabeza.—Puedes discutirlo con ella después.

Me volteó hacia la ventana y suspiro pensando en todo esto.

—No empieces a festejar.—le dice Elijah a Rebekah.—Dahlia dijo que vendrá por Hope, y llega una tormenta de la nada. ¿Crees que es coincidencia?.

—A pesar de su poder tenemos que enfrentarla.—digo y Elijah asiente.

—Afortunadamente tenemos dos armas.—dice Rebekah, mirando a Freya y después a mí.

—Saben que haré lo que sea por Hope.—ellos asienten.

—Lo sabemos, Aura. —dice Marcel.—Pero no queremos que tu partícipe, sólo la hermana misteriosa, que están poniendo todos los huevos en ella.

—Te aseguró que estoy bastante motivada para derrotar a Dahlia, particularmente ahora que Elijah me ha obligado a ser el cebó.—dice Freya levantándose del sillón.

—Y si fallamos, Amaura y Davina se encargarán de la tarea, por lo menos de distraer a Dahlia lo suficiente para que Hope y Hayley desaparezcan.—sonríe.

Un fuerte Trueno se hace escuchar en toda la ciudad que hace que me exalte un poco, la lluvia comienza a entrar por una de las ventanas, me acercó a ella para cerrarla. Pero algo llama mi atención...sangre.

—¡Elijah!.—lo llamó y en menos de segundos ya está a mi lado.

Ve la sangre y se tensa.

—Nicklaus...

Salgo de la sala y caminó por el pasillo con Marcel siguiendome. Entramos a la habitación de Klaus y vemos el ataúd vacío.

—Oh no.—gruñe Rebekah.—¿¡A donde se fue!?.

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Trent.
—¿Cómo está la pequeña?.—le pregunta mi abuela a Hayley.

—Durmiendo a pesar de la tormenta.—le responde.—Mary, aprecio que hayas venido, pero deberías saber contra quien nos estamos enfrentando.

—¿Una bruja que desea robarme a mi nieta?. No en mi Guardia.—niega y sonrió antes de acercarme a ella y darle un beso en la mejilla.

—No podrás convencerla de irse.—le aseguró a Hayley y ella le sonríe levemente.

—Te traje algo que te podría ser útil.—le dice la abuela.—en mi juventud, los lobos y las brujas vivían en paz. La reina del vudú que conocía me enseñó como usar hierbas para decir cuando hay magia en marcha. Combina sello de Salomón y boca de Dragon y quemalo.—le explica antes de hacerlo.—Si el humo es blanco todo está bien. Si es negro, el maleficio está en el aire, y si es rojo, bueno, sabrás que estás en apuros.