- Diego, no se que hacer - mi amigo de ojos rasgados me miraba con cierto enfado mientras le contaba una situación que me tenía realmente frustrado- Neta no se que hacer, se lo he preguntado de frente muchas veces y él solo me pide tiempo pero me estoy desesperando, tal vez no quiere estar conmigo y no sabe como decirme sin lastimarme, ¿Qué puedo hacer?- Diego suspiró con cansancio
- Emilio, te he dicho un chingo de consejos pero es que nomas Joaco no sede, ¿Haz pensando en que tal vez solo necesita tiempo? Literal siempre que lo vez te le lanzas, pareces Diego con Temo en la novela, calmate un poco y deja que aclare sus sentimientos, entre más lo presiones menos obtendrás una respuesta- puede que mi amigo tenga razón, últimamente solo le hablo para decirle que me gusta y que me encantaría estar con él, lo he hostigado demasiado, chale a veces soy muy intenso
- Tienes razón, debo alejarme un poco- Diego asintió dándome la razón- Perdón por ser tan casado con este tema, pero me tiene muy jodido- Él me sonrió para recofontarme un poco
- No hay problema, sabes que yo con gusto te voy a escuchar pero solo te pido un favor Emilio
- ¿Qué cosa?- me acerqué un poco más a él como si me fuera a contar un secreto, regularmente mi amigo no era de pedirme nada
- Para la otra que quieras hablar, procura que no sea a las 3am en el patio de mi casa, no seas mamón y déjame dormir mis ocho horas corridas ¿No?- sentí mis mejillas calentarse y exploté en una risa nerviosa, a veces olvido pararme a analizar las situaciones antes de lanzarme a hacer algo
- Lo siento, no vi el reloj- nos levantamos de la banqueta que estaba fuera de la casa de Diego y lo miré, lucia cansado y con sueño- Vete a dormir, perdón y gracias por escucharme de nuevo, te quiero bro- nos dimos un corto abrazo y él se adentró a su casa, yo fui directo a mi coche para regresar a mi casa y también dormir un poco más.
...
Pasó una semana y yo me había mantenido al margen con Joaco, mostraba un poco de desinterés ante nuestra última platica sobre lo que yo sentía por él y parecía agradecerlo porque notaba que poco a poco él volvía acercarse a mí como antes, pero había algo diferente, sus ojos me miraban diferente.
Además ya casi no nos veíamos mucho, las funciones de la obra habían terminado y pues ambos nos dedicamos un momento a nuestras familias y amigos que teníamos un poco abandonados por el trabajo.
Mentiría si dijera que no lo extrañaba como un loco, me acostumbré a su presencia, a ver su sonrisa todos los días, escuchar su risa escandalosa y ver esos ojos grandes color café que te atrapan sin querer. Creo que ni yo me di cuenta en el momento en el que Joaquín me comenzó a gustar, de como pasamos de no hablar casi nada a hablar todos los días sin falta, de no querer abrazarlo a no imaginar mi brazo alrededor del cuello de alguien más que no fuera él, la manera en la que Joaquín Bondoni te cautiva es absolutamente mágica, sin él quererlo te tiene a su pies.
Ese sentimiento de amarlo desde el primer momento en que lo escuchas hablar o lo vez sonreír es única, nadie más te maravilla como lo hace Joaco, su esencia es tan mágica que no puedes odiarlo ni sentir indiferencia hacía él.La sensibilidad que posee te deja atontado, te transmite tanto con una mirada, con un susurro, con un canto, con una frase.
Y ni hablar de su hermoso rostro, de como sin querer, roba miradas y suspiros por doquier, su manera de vestir te deja totalmente embobado, es imposible no ver esa pequeña cintura y no sentir ganas de tomarlo de ahí y abrazarlo muy fuerte, sentir su piel bajo tus dedos y sentir que estas tocando el cielo.Haberlo conocido es de las mejores cosas que me pudieron haber pasado, me descubrí con él, conecté con él como nunca lo había hecho, me hace sentir pleno y se perfectamente que mientras él me siga sonriendo no habrá ser en el mundo que pueda detenerme.
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Imaginación «One Shots Emiliaco»
Kısa Hikayeson historias cortas que se me han ocurrido escuchando alguna canción