Capítulo: 23

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-Bárbara tienes visita -gritó un guardia de seguridad que vigilaba las celdas.

-Vaya, creí que jamás, volvería a ver tu rostro, que rápido olvidan las personas a sus amigos -dijo Bárbara dibujando una sonrisa en su rostro.

-¿Amigos? Mataste a diecinueve de tus "amigos" y ni culpa sientes -agregó Ana.

-Sé que no viniste solo a visitarme, así que directo al grano ¿qué quieres? -habló eliminando su sonrisa.

-Sabes muy bien por lo que vengo.

-Lo siento, pero últimamente tengo muchas cosas en mi cabeza, tendrás que ser más específica.

-Habla y explica el segundo grupo -mencionó en un tono más elevado. -Te exijo que te detengas.

-La verdad -elevada su vista pensando. -No se a que te refieres.

Ana introduce sus manos por las celdas para hacerle daño, sin embargo fue cuestión de que Bárbara diera un paso hacia atrás para que no la alcanzará. Ana toma aire y deja caer sus brazos en un suspiro.

-¿Por qué lo hiciste?

-Sigo sin saber a qué te refieres -su sonrisa se hace más grande.

-¿Por qué hiciste el primer grupo, que te hicimos, que te llevó a esto? -estas palabras causaron que Bárbara mostrara un semblante normal y sin expresión, sus ojos se cristalizaron al borde de derramar una lágrima.

-¿En verdad quieres saber?

-Para entender a un psicópata hay que entrar en su mente.

-De acuerdo te contaré, todo empezó hace muchos años, éramos mi pequeño hermano y yo...

-No sabía que tenías un hermano.

-Hay mucho de mí que no sabes, en fin, mi hermano y yo diariamente sufrimos maltrato de nuestro alcohólico padre mientras nuestra madre solo se quedaba sin hacer nada, solo observaba como una estatua, pasaron los años cuando nuestra madre murió de cáncer, quedamos a cargo de nuestro padre, día tras día de inaguantable sufrimiento durante años, un día los fui conociendo uno por uno, terminamos convirtiéndonos en "amigos" pero un día me invitaron a una fiesta, le expliqué como era mi padre y aun así me convencieron, pasaron las horas luego mi padre me fue a buscar ebrio al lugar, en medio de la sala me comenzó a golpear con cinturón, mientras me dejaba moretones, me jalaba por el cabello y derramaba lágrimas, mis "amigos" solo hicieron lo que mi madre ¡NADA!, pero no solo eso, se quedaron allí riéndose, disfrutaron de mi dolor...

-Bárbara eso no fue así... -decía Ana con lágrimas rebosando sus ojos.

-¡Cállate! -no obstante Bárbara si las dejó caer. -Pasaron los meses mi hermano y yo nos cansamos, un día mientras ese monstruo dormía pusimos veneno de ratas en su cerveza, únicamente fue cuestión de esperar, estábamos observando plenamente como se tomaba la cerveza sin tener idea que serían sus últimos días de vida. Cuando el veneno hizo efecto lo vimos convulsionar, nos deleitamos con su sufrimiento, en un segundo sacó su celular para pedir ayuda, mi hermano reaccionó y en un movimiento le cortó la yugular, vimos como moría lentamente.

-Pero lo que te haya hecho tu padre no fue nuestra culpa ¿Por qué decidiste hacernos daño a nosotros?

-Esa es la mejor parte, al acabar con su vida quedamos con ganas de más, un apetito insaciable de sangre, me dije ¿por qué no matar a mis supuestos amigos? La manera más fácil de tenerlos a todos reunidos sin estar juntos, descubrimos la manera de hackear las señales para que ninguno pudiera salirse ¿pero una chica y un joven como podrían matar a tantas personas? Necesitábamos fuerza, amenazando a Ricardo para que nos ayudara este se negó, sin embargo, cuando le dijimos que si no decidía cooperar su padre pagaría las consecuencias cambió de opinión, lo divertido fue como todos desconfiaban del otro, casi creí que alguno mataría a otro por desconfianza, pero lo triste es que no fue así.

-No tienes alma.

-Si la tengo, pero cubierta de la sangre de todos los que alguna vez amaste.

-¿Dónde se encuentra tu hermano? Dímelo.

-Jamás te diré la ubicación de Jake -Bárbara abrió los ojos de asombro al ser tan tonta.

-¿Tu hermano es Jake, el Jake del que mi hermana me contaba que conoció en la feria?

-Si ¿y? Con saber su nombre no tendrás nada -dijo frustrada.

-Creí que lo habías asesinado.

-Tuve que decir eso, se estaba enamorando de tu hermana, que asco, no sabes lo satisfactorio que se sintió al matar a esa imbécil.

Ana la fulminó con la mirada, deseaba que las celdas se abrieran para poder tenerla en sus manos.

-¡Dime donde está!

-Si tanto te interesa saber no deberías preocuparte, cuando el segundo grupo acabe lo verás en persona.

-¿Qué pasará?

-Ver para creer.

-Señorita el tiempo de visita ha acabado -dijo un guardia.

-Bárbara dime.

-No te bastó que te dejara vivir, tenías que meterme aquí, pues Ana... -se acerca a su oído. -Te veré en el infierno.

El guardia tomó a Ana del brazo para que saliera.

Solo se escuchaban las risas de Bárbara, risas de psicópata, Bárbara ya estaba pérdida en su mundo.

-¡Todos van a morir!

-AXL [S. S.]

Diablo En Línea II © [S.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora