Capítulo: 24

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Diablo: Hola chicuelos ¿Listos para el reto de hoy?

Mónica: ¿Podemos suspender el reto por hoy? Me siento mal

Diablo: Ok, si es por ti ¿Por qué no? Se suspende el reto por hoy

Mónica: ¿En serio?

Diablo: No ridícula 😒 me importa lo más mínimo si te sientes mal o no

Diablo ha cambiado el asunto del grupo a "2x2"

Raquel: Explícate

Diablo: En este grupo que dan cuatro participantes, Ruth, Mónica, Raquel y Justin

Ruth: Wow diablo sabe matemáticas

Justin: Bueno, pero ¿qué quieres que hagamos?

Diablo: Deberán matarse entre sí para que queden solo dos

Ruth: Aguarda ¿Quieres que los matemos entre nosotros?

Raquel: Esto no es justo

Diablo: Deberán hacerlo si quieren sobrevivir, se enfrentarán así; Justin contra Raquel y Ruth contra Mónica

Diablo: Quiero ver sangre, mucha sangre














Ruth se encontraba en su cómoda derramando lágrimas, no quería matar, sin embargo, mucho menos quería morir, sale de su habitación con el designio de matar a Mónica con el único propósito de sobrevivir. Va directo a la cocina y decide tomar el cuchillo más afilado que pudo encontrar, solamente podía imaginar cómo su sangre estará en sus manos.

Durante el tiempo en que Ruth reflejaba el deseo de matar, Mónica únicamente miraba gotas cayendo lentamente a través de la ventana al igual que sus lágrimas caían a través de sus suaves mejillas.

«¿Y si dejo que me mate?» Pensaba Mónica con la mirada perdida. «Ya declaré mi amor a Rachelle, si muriera hoy, moriría feliz a al saber que mi amor fue correspondido, además ¿Viviría sabiendo que asesine a alguien? Date prisa Ruth»

En la ciudad solo se podía ver la penumbra de la luna, solo se escuchaba el sonido de las gotas de lluvia impactando contra el suelo y los latidos de Ruth acelerados; caminaba a través de la lluvia encapuchada sosteniendo firmemente un cuchillo entre sus manos, sus ojos revelaban el odio y el miedo, muy dentro de sí misma sabia que quería hacerlo.

Acercándose a la puerta notó que esta no se encontraba con seguro, solamente fue cuestión de tomar el pomo de la puerta y girarlo levemente.

—¿Mónica estás aquí? —preguntó Ruth dando cada paso sin hacer ningún ruido. —Nada más quiero hablar contigo.

Va directo a la habitación de Mónica y la encuentra exactamente como estaba; sentada en la ventana observando la lluvia.

—Esto será muy fácil.

—Adelante, no me voy a oponer.

—Tranquila, tampoco soy un monstruo, me aseguraré de que tu muerte sé rápida e instantánea.

Diablo En Línea II © [S.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora