Providencia, inconveniencia... y promesa.

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Emily frunció el ceño ligeramente mientras miraba los pasajes del libro que Oswald había sacado de la biblioteca, mirando los pasajes de las páginas que Oswald había marcado con trozos rotos de pergamino ("Tenemos separadores de libros, tengo unos que me sobran para que no uses trozos de papel" le había dicho Emily amablemente a Oswald tras verlos.), especialmente aquellos que contaban precisamente de la familia Van Helsing.

Oswald había podido terminar el libro de Charles Muntz entre suspiros y muecas de aprehensión al tratar de encontrar pasajes sobre su familia... Aunque para su sorpresa y evidente decepción, no había un capítulo dedicado a ellos, mucho menos un árbol genealógico como ansiaba ver para al menos saber el nombre de sus padres, sino como una "clasificación de familias de cazadores de vampiros y monstruos famosos", mencionando a los Van Helsing, citando textualmente:

"Destacados pistoleros y coleccionistas, tuvieron su mayor tiempo de gloria durante la Alta y Baja Edad Media, así como en el apogeo del Renacimiento con los vampiros de primera clase, pero desde el siglo XVIII hubo un declive con su popularidad. A diferencia de otros cazadores eran más rígidos en su línea de trabajo, cazando más que nada vampiros e hibridos vampiros que otras razas de monstruos."

...Poca cosa más había.

Por eso le había pedido ayuda a Emily para que le ayudara a averiguar más de su familia, pidiendo disculpas por molestarla con esto. La cervatillo, no obstante, le sonrió compasiva y le dijo que le ayudaría en lo que pudiera. Desde ese momento ella iba a la biblioteca de la mansión para buscar en el índice algún otro libro que pidiera hablar de los Van Helsing, así como proporcionarle otros libros a Oswald y sus amigos para que siguieran practicando en su lectura y escritura.

―¿Puedo confesarte algo?―le preguntó de pronto Emily alzando la vista del grueso libro que actuaba como el índice que enlistaba todos los títulos que la biblioteca poseía. Oswald, sentado a su lado en una de las mesas de caoba del estudio y practicando con números difíciles con un libro árabe de matemáticas, asintió: ―. Cuando me dijiste tu nombre completo, me sorprendí bastante, pero no dije nada, pues no era asunto mío... Pero ese apellido es conocido, aún cuando han pasado años desde que se dejó de saber de ellos en el continente...―Emily guardó silencio ante la cara de tristeza de Oswald. Ella estiró la mano y tomó la suya en un gesto de entendimiento: ―; ...Imagino que te tomaban por mentiroso al decir que eres de su familia, ¿verdad?―El conejo negro asintió. ―. ¿Quieres contarme sobre eso? Quizás te haga sentir mejor...

Oswald la miró:―En el orfanato llegó una vez un zorro que pretendía comprarnos para trabajar a una fábrica; cuando le dije mi apellido me dijo que mi familia se había extinguido hace años... "Extinguido" quiere decir que dejó de existir, ¿verdad?―Emily asintió. ―. Bueno, y que nadie había escuchado oír hablar de "un tal Oswald Van Helsing."... Creo que lo que más me molestó, aparte de tomarme por un embustero, fue decir que mi familia ya no existía, pues en esa época aún creía que, aparte de mi madre y mi padre, habría otros Van Helsings por allí... Parece que en verdad soy el último de mi familia, después de todo.― murmuró en voz baja, mirando hacia el piso.

―...Aunque fuera así, no es razón para sentirte mal o avergonzado.―replicó Emily con leve severidad. Oswald se estremeció por eso, alzando la vista de nuevo. Ella continuó con aplomo: ―. Nadie sabe con certeza si no hay más Van Helsings aquí, o en el Nuevo Mundo, o en las Indias, eso solo lo sabe Dios; aún puedes seguir buscando, aún puedes investigar... Libros como el de Charles Muntz son los que nos prueban que ellos existieron, que no son una farsa, este libro es como tu primer paso, Oswald, tu primer paso para buscar el árbol genealógico de tu familia... Y si al final resulta que si eres el único Van Helsing vivo actualmente, entonces no lo veas como algo malo... sino como una oportunidad.―Emily se levantó de la mesa y rebuscando un poco, sacó un grueso libro azul, hojeándolo un poco y luego mostrándole a Oswald una sucesión de retratos de reyes al estilo medieval. ―. Lee esta inscripción, por favor.

Oswald se inclinó un poco para leer el pequeño texto bajo la ilustración de un rey con corona y capa de armiño: ―"...Felipe VI, Rey de Francia... con él empezó la dinastía de los Valois, al momento de la extinción de la dinastía de los Capetos, teniendo un total de once reyes." Leyó con el ceño ligeramente fruncido, para luego mirar a Emily: ―. Pero Emily, él fue un rey, yo solo soy un huérfano de una extinta familia de cazadores... ¿Qué tiene que ver conmigo?

―Cuando dije no vieras como algo malo sino como una oportunidad el que seas (si es cierto), el último Van Helsing con vida en la actualidad, es porque tienes la oportunidad de salvar el"árbol" de tu familia... Haciendo que arranque de nuevo desde la raíz.―Oswald la escuchaba en silencio y con total atención. ―. Y eso se hace al casarse.

―¿Casarse es cuando te besas con un chica de vestido blanco frente a un sacerdote, ¿verdad?―preguntó Oswald. Emily se sonrojó intensamente y tras una pausa, asintió. ―. Si, eso habíamos visto en algunas iglesias del pueblo, la gente les tiraba arroz y nosotros lo recogíamos luego―Eso último lo dijo en un susurro avergonzado. ―. Pero no entiendo: ¿Por qué se casan las personas?

Emily no contestó enseguida, sino que se miró las manos por un momento... ―...Es un mandamiento de Dios que haces al ser un adulto. Es una promesa que haces a una chica con la cual deseas tener una familia, tener muchos bebés, de estar juntos hasta que la muerte los separe...―Soltó un suspiro. ―. Y esa chica que se case contigo tendrá tu apellido, y tus hijos también lo tendrán... Y así se reconstruye la familia Van Helsing, haciendo de ti un patriarca.

―¿Un patriarca? ¿Cómo lo fueron Abraham, Isaac o Jacob en la Biblia?― preguntó Oswald con las orejas levantadas. Emily soltó una risita, contenta de verlo animado.

―Se podría decir que si, Ozzie.―Oswald no dijo nada más, sumido en sus pensamientos... No lo había considerado de esa manera. "Patriarca"... Había leído sobre eso, se había fascinado por la historia de los "primeros padres" de la biblia, creyendo que eso solo era de la época del Antiguo Testamento... ¡Pero no! ¡Hasta de esa época también había, como por ejemplo ese Felipe VI, que había sido nada menos que un rey! ¡Y si seguía leyendo, seguramente habría más como él! Él podría serlo, un patriarca... Hacer volver a arrancar todo, como ese motor de vapor de un taller cercano que tras varios intentos y golpes de llave inglesa había vuelto a la vida... Hacer que el árbol arranque de nuevo desde las mismas raíces...

Oswald Van Helsing, el nuevo patriarca de la nueva familia Van Helsing.

...Y aunque pidió perdón a Dios mentalmente por pecar por orgullo ante ese pensamiento, al mismo tiempo deseó ser un adulto lo más pronto posible.

...

Van Helsing I: Bautismo de sangreWhere stories live. Discover now