LA MALDICIÓN DE DYEHUTY

888 51 6
                                    

"El suave velo que separa el mundo corpóreo y el espiritual es tan delgado que cualquier cambio en el equilibrio hace que esta separación frágil se rompa. Si esto es violado con el impuro deseo de un soberbio asno más le valiera comerse los ojos, cortar sus manos para dárselos a las llenas y su cabeza abrir para dársela a los cuervos en alimento.

La antigüedad es testigo de los intentos humanos para romperlo, ¡ser humano tan curioso que desafía los deseos de los dioses! Por más que la muerte oculte su rostro y la vida sus propiedades reversibles, siempre existirá ese mórbido deseo de despanzurrar aquella envoltura divina y probar del pomelo prohibido. Adán y Eva lo probaron y perdieron la gracia, la ciencia falsa y repulsiva es como una ponzoñosa serpiente astuta en espera de morder al curioso y envenenarle la sangre, cuando pase por la mente y corazón necrosara los tejidos sanos y pudrirá el cuerpo entero.

Juicio roto y viseras marineras del juicio llevaran al hombre a pecar. A tomar a su prójimo para sacrificarlo y atender al demonio en su susurro seductor, ¡romper el sello y caminar a la franja que divide la vida de la muerte! Lo roto no vuelve a reponerse, insensato hombre o mujer que no entiende este divino decreto. Nadie puede dar marcha atrás a los designios de la sabia madre naturaleza, no sois valiente al atreverte a cometer tabú, sino un estúpido descerebrado. Adelante, prosigue con tus deseos torcidos y corrompe tu alma junto a la de tus amigos, ¡Toma la daga y entiérrala en la cálida carne virgen sin pecado! ¡Sacrifica en nombre del maligno a tus hermanos, devora a tus amados y trae lo podrido necrosado! El conocimiento es una hermosa esposa atenta y cariñosa, solo que hay cosas que los humanos toman para volverlo malvado e impuro, yo, el Dios de la mente lo sabe.

Las vísceras serán regadas por tu piso, la sangre bañara tu cuerpo y la locura será tu amante que desnudada su cuerpo para tentarte a hacerle el amor. No caigas en su seducción que es una puta sifilica en busca de cliente para hacerlo enfermar como ella y condenarlo a la muerte dolorosa. Un leproso muestra más amor que un sificilico. Detente, aun estas a tiempo de regresar su acción a una travesura idiota y conservar la vida. Si sigues adelante la maldición caerá en ti hasta consumir lo que amas, te lo arrebatara de forma espantosa y sanguinaria que la piedad desaparecerá y la crueldad te mostrara su rostro verdadero, quedaras loco y desearas morir para terminar con el dolor, luego de destruirte por completo vendrá la muerte a llevarte y torturarte en el Duat."

Cuando Yuzu termino de leer aquello un escalofrió recorrió su cuerpo; frio como una fina tela empapada. Desde ya años que llevaban en Egipto buscando el libro, tanto afán tenían en encontrarlo que la obsesión ataco a los miembros que formaban el equipo de investigación. Una hazaña que podría superar con creces el descubrimiento de la tumba de Tutankamon y sobre el libro de los muertos. Las leyendas nacen de la verdad para dar misterio y horror para asegurarse que la gente se alejara de eso.

Yuzu desde niña quería seguir los pasos de su padre; el afamado arqueólogo Issei Okogi. Sus padres eran de universos distintos; su madre era arquitecta e ingeniera civil, adoraba construir cosas mientras su padre adoraba encontrar cosas y conocer su historia. Ciertamente conectaban en el conocimiento sobre estilos arquitectónicos junto a la historia de estos mismos, de ahí en fuera, nada. Ume siempre le decía a Yuzu que era la viva imagen de Issei. El apoyo en su sueño fomento el intelecto de Yuzu, era la mejor del país y tenía sobre ella expectativas grandes.

Mei Aihara había sido su amiga de la infancia, estaba enamorada de esta en secreto. Aun cuando conocía las limitaciones de su procedencia se imagino un futuro juntas. No eran ciertamente secreto sus sentimientos, cosa que uso Mei para seducirla a aceptar ese viaje y misión: encontrar el libro de Dyehuty.

Citrus oneshotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora