Hacía mucho tiempo, cuando el universo se creó a partir de lo único que existía conocido como "la fuerza de causalidad" la energía se dispersó con el único fin de dar vida a. Esta energía formo ocho cuerpos de materia pura conocidos como "Dioses". Estos Dioses crearon su propio universos para cumplir el deseo de la fuerza de causalidad.
Los seres humanos fueron forjados usando la materia que poco a poco iba naciendo. Esculpidos gracias al diseño de uno de estos Dioses de nombre Slan*. Este Dios (o como se hacían llamar por los humanos) era el más inteligente y firme de todos. En su universo se encontraban los humanos manejando parte del poder de este ser (solo unos cuantos), ellos lo llamaron magia. La magia se presentaba de dos maneras; los conocidos como Tandem, eran los que solo podían expresar la magia por medio de conjuros o hechizos, y los savaşç que eran aquellos que podían expresarla de manera física y modificar elementos sin necesidad de recitar nada.
Pronto los humanos que no poseían tales habilidades fueron a exigir a su Dios un poder igual a cambio de su alma. Entonces Slan se percató del sentimiento de envidia y avaricia. Concediendo las peticiones de sus creaciones viajo a los demás universos donde los humanos no tenían acceso a semejante poder, los Dioses estaban alejados del desarrollo de sus creaciones sin importarles si estos se mataban entre sí o si no lo hacían. Slan comenzó a ponderarse la idea de conquistar esos mundos y así adquirirlos bajo su mando y dirección. Pero no podía hacerlo, el poder que el tenia era igual a sus siete hermanos así que necesitado de poder viajo a la zona oscura, donde se mantenía el equilibrio entre fuerzas de la luz y las tinieblas. Ofreció su cuerpo como contenedor y adquirió el poder necesario para arrasar con sus hermanos.
Volvió a su universo y encontró a sus creaciones violentas y deseosas de destruir todo para alzarse, la maldad que toco el corazón suyo también lo hizo con sus hijos. Esparciendo su oscuridad en ellos partieron hacia otros universos para azolarlos. Pronto los hijos humanos que creo se volvieron demonios sedientos de sangre y carne, comenzando una era de oscuridad.
Los cuatro Dioses restantes entraron en pánico. La mitad de la luz había sido destruida pero no del todo, la fuerza de equilibrio decía que si la oscuridad superaría a la luz la existencia misma entraría en caos eterno y se autodestruiría todo. Convencidos de que la luz de sus hermanos seguía en algún lugar partieron en busca de esta. Para que un cuerpo sea llenado con una cosa debe renunciar a la otra así que Gerralord, Dios del quinto universo encontró el paradero de la materia de la luz.
La guerra comenzó a cobrar vidas y sin otra opción Gerralord absorbió toda la energía de sus hermanos y con esta procedió a matar a Slan, sellarlo solo pospondría lo inevitable así que sacrificando su vida y la de siete universos se pudo terminar la tragedia. Con Slan muerto el equilibrio se restauraría, o eso creyó.
Pasaron apenas quinientos años y la humanidad olvido aquel terror, pero esto no duro mucho. Los demonios que lograron sobrevivir en un sello de protección despertaron en busca de restaurar el legado de su señor y la única manera de revivirlo sería mediante la sangre de su descendencia. Así los cinco demonios restantes casaron a la familia real, como le llamaban ellos. Su sangre mezclada con la de los mortales comunes no tenía el poder necesario. Hasta que encontraron a un heredero puro, hijo de los hijos de Slan para preservar su linaje en espera de su regreso, pero este hijo a pesar de su sangre no quería que su regreso así que desesperado por la situación dividiera su cuerpo en dos, cada una escaparía lejos de la otra hasta que desapareciera la amenaza. Y esas mitades con el paso del tiempo perdieron la memoria gracias a su división y una vida normal llevaron. O eso deseaban hasta que la incesante desesperación de los demonios los alcanzo y obligo a actuar.
Actualidad. Año 867 después de la caída de Slan, la era nueva.