CORTO ALEATORIO 4

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Era asi la pasión del deseo sin sentido; quemándole la piel, el alma y la mente. Sin poder negarse, sin poder contenerse, ¡sin desear alejarse de allí! Estaba allí, recostada en la cama, agitada su respiración, su cuerpo desnudo excitado mientras quien estaba sobre ella mirándola con ardientes ojos verdes la bebía de forma tan íntima y profunda. Mei jadeo al sentir las manos de su amante en sus caderas; toque cálido y caliente de deseo, que subía hasta antes de sus pechos y luego bajaban hasta la posición inicial.

-Eres realmente bella, Mei. -dijo Akihiko con la voz ronca. -Tan hermosa que me encuentro a la merced de tus encantos; dispuesto a hacer lo que me pidas sin siquiera pensar en revelarme.

-Akihiko...

-Tanto provocas en mí y poco es lo que me dejas de cordura; si ya no puedo volver atrás luego de enredarme en tu juego, perdiendo mi voluntad por ti, ¿puedes quitarte esa baratija? Me recuerda que sales con alguien.

Mei miro su mano izquierda la cual tenía en el dedo medio un pequeño anillo que le regalo su amante. Del recordatorio de su feliz relación que tenía ya cinco años de haberse comenzado, cinco años que ella llevaba haciendo lo mismo a sus espaldas.. Miro a Akihiko y le extendió la mano con gesto distraído.

-Quítamelo. -le ordeno con ardiente voz.

-¿No se enojara tu "esposo"? -cuestiono Akihiko tomando con delicadeza la mano de Mei. -Vamos, llevan saliendo mucho, incluso es extraño que no se hayan casado.

-Yuzu no sabe de esto, estará bien mientras se quede con nosotros el secreto detrás de esa puerta, ¿no? -le dijo sonriéndole con picardía.

El hombre de cabellos rojos hasta los hombros sonrió y le quito el anillo, con cuidado lo dejo en la cómoda de al lado y beso a Mei.

-No, no lo sabrá. -susurro besándola más intensamente.

La pasión es como una explosión súbita del deseo, sin pensar... sin permitirle a nadie contemplar las consecuencias.

.

..

...

Yuzu, que llevaba un ramo de flores en su mano derecha y una cajita con un hermoso anillo en la otra, estaba frente a la puerta donde Mei yacía con su amante. Apretando los dientes fuertemente se rio con algo de ironía.

-Yo sabía que esto pasaría. -se dijo en reproche y dio media vuelta, dejo las flores en la mesa y la caja se la metió en el bolsillo. -Esa chica perderá la comisión por venderme el anillo.

Salió de allí sintiéndose presa del miedo, dolor y como si fuera un reto impuesto, se dijo que el futuro vendría a ser mejor. Cerro la puerta con cuidado, era la última vez que pisaba el lugar.

Cuando Mei salió de la habitación, lo primero que se imaginó sería una mesa limpia. En cuanto vio las flores sintió caérsele el mundo, las sujeto con rapidez y una nota con letra cursiva le dijo:

"¿Te casarías conmigo?"

Se tapo la boca. Ante lo que estaba colocándose en su lugar. Sin pensar en cómo estaba vestida, salió a la calle en busca de la única persona que no podía perder en el mundo, lastimosamente solo encontró un viento frio en la cara y un vagabundo que caminaba con paso lento.

-Yuzu... -susurro en lágrimas. Unas de culpa y furia para con ella misma. En ese momento encontró la verdad de su situación, estaba ya completamente sola, perdida en la sombra de su retorcida alma.

El hombre que estaba dormido en su cama no era nadie importante, sino la descarga de una frustración toxica que llevo a Mei a traicionar a la única persona que la amaba como era. Solo que nunca fue suficiente, nunca lo seria, no para alguien como ella.

Un tiempo después...

-Siempre es bueno verte, Yuzuko. -dijo Tetsuya Aihara con una sonrisa. -Tenia que no te miraba... no desde-

-Desde que yo y Mei terminamos. -completo la frase con tono desentendido de algún mal momento y sus ojos se posaron un poco sobre Mei como si le divirtiera la situación. -He estado ocupada, tengo... unas buenas razones, te lo aseguro.

-Me gustaría oírlas, sobre todo su ruptura. -les miro con seriedad. -Su relación era bueno, no me lo explico-

-Yo no me sentí suficiente para Mei. -le interrumpió alzando la mano con cansancio. -Y también yo no estaba segura de si de verdad funcionaríamos.

Tetsuya les miro para descubrir alguna mentira en eso y como Mei no hablo lo tomo como verdad. Suspiro cansado y asintió lentamente.

-Una lástima. En verdad que quería que fueras de la familia, Yuzu.

Mei se estremeció ante ello y Yuzu rio por lo bajo, entre los dientes como un sádico al saborear el dolor de su víctima. Levanto su mano para acomodarse el pelo que ahora era corto y roso la mano de Mei sin querer, no se dio cuenta del toque más que Mei que contuvo el aliento.

-Lamento mucho no haber podido complacer las expectativas, señor Aihara. -se disculpo sinceramente con un tono riguroso y mortal que clavo en Mei el reproche que jamás se le dijo. -Pero ella y yo jamás hubiéramos sido felices, ¿no Mei?

La verdad era esa, solo que falto añadir que Mei no habría dejado que funcionaran las cosas. Siempre el problema era ella y le gustaba serlo. El conocimiento que causaba dolor y desesperación le llenaban los bolsillos de su oscuridad. Yuzu fue su victima estrella y su obra maestra: destruir una luz que la salvaba y ofrecía cobijo era como asesinar al mismo dios y someterlo todo a la miseria que ella experimentaba.

Ella no respondió, alguien llamo a Tetsuya y él salió de allí de mala gana. Yuzu ya estaba por marcharse cuando se giro a ver a Mei con gesto indiferente.

- ¿Te da miedo que sepa la clase de persona que eres? -le cuestiono con burla. - ¿Cómo están las cosas con ese tipo?

-Terminamos la aventura. -respondió con eso a las dos preguntas. -Y no, no tengo amante por el momento.

Yuzu bufo con sorna y tras considerarlo un poco se acercó a ella inclinándose a un brazo y le susurro al oído.

-Voy a casarme en unos meses, con la señorita Taniguchi Harumi. Es una buena mujer, pero nada comparado a como eras tú en la cama... -sonrió y con sus labios le acaricio la oreja. -Ya que solo buscas destruirte, ¿quieres intentar tener una aventura conmigo?

Se alejo, con una sensación de poder inigualable y al ver la expresión asqueada y ofendida de Mei, sonrió abiertamente.

- ¿no es eso lo que buscas? Envolverte en camas ajenas para sentirte necesitada por personas que en ti encuentran lo que en sus mujeres no... -se acaricio el mentón pensativo. -Si aceptas mi propuesta puedes ir al hotel "RETCEL" me hospedo en la habitación 48, dile a la recepcionista que vienes por negocios, ella te dejara pasar.

Se fue de allí antes de que Mei pudiera decir nada. La dejo allí, pensando cosas inútiles y estúpidas, era obvio que aceptaría el trato. Y asi fue, Mei asistió a su cita con Yuzu y comprobó la teoría que ella misma sabia y era que siempre querría corromper a los demás; sumergirlos en el pecado de la avaricia y la lujuria del pecado oculto. Esa era la única manera de tenerse mutuamente, ambas almas retorcidas por el deseo no conocerian la paz ni la luz, por eso Yuzu le pidio matrimonio a su mejor amiga con el fin de atar a Mei a su lado. Una pobre mejor amiga realmente enamorada de Yuzu que tenia que conocer el amorio concentido que era pagado con sexo despues de que Mei recibia el amor de Yuzu.

Sí, almas realmente retorcidas que nunca conocerian la paz, porque las tres se ataban.

FIN

Es la representación toxica de ese "quiero que me necesites".  Aunque realmente este corto iba a volverse una historia de 13 capítulos, vi que ya hay de esto anteriormente y retomar los mismos temas ya no esta chido. De hecho, recuerdan el capítulo donde Mei se le insinúa a la Yuzu cómo "agradecimiento" en el manga, pues de allí saque la trama.

Citrus oneshotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora