Capitulo Veintitrés: La apuesta de Blaise
Un nuevo día en la Sala Común de los leones, tres chicos estaban despertando (o al menos trataban) y comenzaron hacer las labores rutinarias como siempre.
Neville tratando de hacer callar su despertador, Harry tratando de despertar a Ron y éste haciendo todo lo posible para no despertarse. Sí, todo iba como siempre, salvo un pequeño detalle...
-¡NO PUEDE SER! – gritó Parvati entrando como posesa a la habitación de los chicos con una libreta en sus mano.
-¿Qué ocurre? – gritaron los tres chicos antes mencionados y ruborizándose un poco porque estaban en pijama.
-Hoy es el día – dijo dramática la leona.
-¿El día de qué? – preguntó confundido el pelirrojo mientras se rascaba la cabeza y viendo a sus compañeros.
-El día que se cumplen las pequeñas profecías que venían en la galleta que nos dio la profesora Trelawney en tercer año – los tres chicos bufaron, al recordar aquellas famosas "galletas de la predicción"*, que por cierto, si la profesora no era una muy buena vidente, tampoco era una buena cocinera.
-Vamos Parvati, ¿has perdido el tiempo llevado la cuenta? – se burló Ron.
-Claro que llevo la cuenta, la profesora me dijo que yo era la causante de todo eso que pasará.
-No, ella dijo que si nos hacías el favor de recordárnoslo para no hacer lo que se supone no debemos hacer – le recordó Harry.
-¡Exacto! Ustedes lo olvidaron y... ¡oh no! Ya se los recordé y ahora he desencadenado una serie de acontecimientos y ahora se cumplirá tal como debe ser – la chica salió del cuarto asustada y llorando... o al menos eso les pareció a los chicos, los cuales solo se quedaron pasmados por la actitud de su compañera, después de un momento de silencio, el pelirrojo fue el primero en hablar.
-¡Genial! Pues, no me gustaría que se cumpliera – y después de reflexionar un poco, agregó – o mejor sí.
-¿Qué? – preguntó confundido Harry.
-Sí, mira mi "predicción" decía: "El mayor dolor que sufrirás solo costará quinientos galeones" a lo mejor me caigo de la escoba y me romperé un pie, me llevarán a San Mungo y la cuenta de todo serán quinientos galeones... o ¿alguien me pagará esos galeones por quebrarme el pie?
-O simplemente te estafarán – le dijo Harry – porque ¿recuerdas lo que decía la mía? Decía algo como "Le reclamarás los quinientos galeones de tu amigo al menos involucrado"
-A lo mejor... - aventuró Ron – le vas a reclamar al medimago los galeones, por la estafada, y después te enteras que no era él, sino el ayudante o alguien de limpieza – esto último lo dijo riéndose.
-Mejor bajemos a desayunar – opinó Neville hablando por primera vez.
-Por cierto, ¿cómo decía la tuya Neville? – le preguntó Harry mientras bajaban a la Sala Común donde una Hermione los esperaría.
-Pues es algo confuso.
-¿Qué?
-Decía: "No te desilusiones por el mal paso que acabas de dar, pues es solo el principio".
-Entonces, ¡fíjate en los escalones Neville! – se burlaba el pelirrojo, mientras bajaban las escaleras.
*****
Clase de Herbología, todo tan extraño, tanto los Gryffindor como los Slytherin se sentían extraños, pues todo el año pasado compartiendo la clase con su compañero de deberes y en éste nada, aunque claro, ya no era impedimento el que no se sentaran juntos, total la profesora no se los podía negar ¿no?
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Cómo llegar a tu corazón || Draco/Neville || M-PREG || Finalizada
Hayran KurguHarry Potter || Al menos tenía una posibilidad con él, a lo mejor una en un millón, pero esa una era su única esperanza y no la desaprovecharía || Slash. PROHIBIDO plagiar, publicar y/o adaptar.