Capitulo Treinta y Cinco: Una promesa cumplida
[Media hora antes]
Neville y Theo habían escapado de San Mungo sin ningún contratiempo, sin perder tiempo buscaron un local donde les permitirían usar la chimenea e inmediatamente entraron a la Mansión Malfoy. Theo aún estaba sorprendido que pudieran entrar, sobre todo ellos dos, es decir uno era Neville el novio de su amigo, el cual automáticamente sería odiado por Lucius, y él que no era una 'Blanca palomita' a los ojos de Lucius, no desde que había comenzado a ir en contra de la burocracia que los regía. Definitivamente algo no estaba bien.
-Neville, debemos tener cuidado – le previno al chico – esto ha sido muy fácil.
-Lo sé – dijo Neville distraídamente — ¡Por allá! – señaló hacia un pasillo que, si mal no lo recordaba Theo, los llevaría al Cuarto de Duelos.
Se escuchaba la voz de Lucius cada vez más cerca, así que el último tramo lo recorrieron prácticamente corriendo.
-Eres un... — Theo escuchó a Lucius amenazar a Draco — ¡Avada Kedavra! – lanzó el rubio mayor.
-¡NO! – Gritó Neville corriendo hacia Draco.
Theo hizo uso de su sangre fría y utilizó todos los hechizos protectores que se le vinieron a la mente hacia Neville y Draco, ningún hechizo, claro está, era capaz de anular la maldición, pero hacer la combinación de varios hechizos precisos lo podrían esquivar y así no morirían... o al menos eso esperaba.
-Todo estará bien – le dijo Neville al oído a Draco antes de que el hechizo cayera sobre él.
Una gran explosión dio a lugar haciendo que los cercanos a ésta fueran lanzados bruscamente hacia los lados.
Draco podía sentir un peso encima de él y un gran aroma que le recordaba mucho a su atolondrado Gryffindor le invadió sus sentidos...
-¡Neville! – llamó Theo desde el suelo e incorporándose cómo pudo.
Al escuchar la voz de Theo, Draco (demasiado sorprendido) abrió los ojos de golpe, esperando que lo que estaba pensado no fuera verdad, sin embargo no lo fue.
-Neville... — Murmuró al reconocer la cabellera castaña de su novio, en su pecho - ¡Neville! – Gritó incorporándose rápidamente, pero a la vez cuidando el cuerpo, inconsciente de su novio - ¿Neville? – Le llamó por tercera vez, pero el aludido no se... ¿movía? – ¡Háblame Neville! – reclamó el rubio al no tener respuesta de su chico.
-Draco... — Theo lo llamó al llegar a su lado – lo siento...
Pero en Draco, sus pensamientos iban más allá del dolor y la rabia... estaban dirigidos en una sola palabra y en una sola persona: Venganza y Lucius Malfoy.
-Cuídalo – le murmuró a su amigo castaño, mientras levantaba la varita de su novio y se dirigía a su objetivo.
-No hagas tonterías Draco – le dijo Theo observándolo mientras caminaba – él ni siquiera está...
Pero Draco no lo escuchaba, él solo pensaba que su atolondrado Gryffindor, su Neville no se movía, estaba... ni siquiera quería decir esa palabra. Y Theo le pedía que no hiciera 'tonterías' ¿Qué hubiera hecho él en su lugar?
Vio cómo Lucius se levantaba entre los escombros de algunos cuadros que se habían caído de la pared. Era ahora o nunca. Le apuntó con la varita, con un solo pensamiento. Sufrir. Sí que Lucius sufriera lo que él estaba sufriendo. Dolor. Sí, que Lucius sintiera lo que él estaba sintiendo en esos momentos.
-Draco ¡Detente! – llamó Theo acercándose a él, al adivinar sus pensamientos. No quería que su amigo se metiera en problemas e hiciera algo que probablemente se arrepentiría más tarde.
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Cómo llegar a tu corazón || Draco/Neville || M-PREG || Finalizada
Fiksi PenggemarHarry Potter || Al menos tenía una posibilidad con él, a lo mejor una en un millón, pero esa una era su única esperanza y no la desaprovecharía || Slash. PROHIBIDO plagiar, publicar y/o adaptar.