IX. Limerencia

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Jotaro comenzaba a sentir algo, algo que por el momento solo había llegado a sentir por delfines y que por su edad era completamente normal.

Antes de ir por el hotel Joseph mando a alguien a comprar ropa para ti por lo que esperabas impaciente a que tuvieran las habitaciones para poder darte un baño y cambiarte pero en eso les informaron que no había suficientes habitaciones para todos por lo que tendrían que compartir una, sumado a que Anne ahora mismo no tenia donde quedarse razón por la que tendrían que cuidar de ella.

-Avdol y yo compartiremos habitación, entonces... -Murmuro Joseph mirando al grupo.

-Con Jotaro y T/N podemos compartir, ya que somos estudiantes. -Sugirió Kakyoin a lo que te encogiste de hombros sin molestia solamente pensando en aquel baño.

Joseph pareció dudar aunque asintió.

-Entonces Polnareff y la niña compartirán -Dijo el señor Joestar causando que la niña se sobresaltara.

-¡N-no pienso compartir habitación con el! -Se quejo a lo que le observaste -¿No seria mejor que las chicas estuviéramos juntas?

-Tienes razón, serán cuatro habitaciones entonces. -Dijo el mayor mirando a la señorita.

Le dedicaste una sonrisa ligera a Kakyoin mientras te le acercabas.

-Tendremos que posponer nuestra pijamada -Dijiste con las manos detrás de la espalda. -Cuando todo acabe, debemos juntarnos para jugar videojuegos.

-¿Te gustan los videojuegos? -Pregunto el joven de ojos purpura con la emoción latiente en sus pupilas.

-Sí es un gusto culposo. -Aclaraste encogiéndote de hombros -Ah, Jotaro te devolveré la chaqueta después de lavarla.

-Da lo mismo solo devuélvela -Dijo a lo que le observaste en silencio y asentiste para luego marcharte con Anne a sus respectivas habitaciones con ropa en mano.

Una vez en el baño preparaste la bañera mientras la niña comenzaba a ver televisión buscando algo interesante que ver, una vez lista el agua te adentraste en la bañera sumergiéndote hasta bajo la nariz mientras tapabas tu cuerpo con tus antebrazos ocultando tu desnudez de cualquiera que osara aparecerse, ilusión o no.

Afortunadamente no apareció nadie, dándote la calma y paz que necesitabas para relajarte, cerraste los ojos acariciándote los hombros mientras te incorporabas recordando como el de cabellos negros había cuidado de tu sueño anoche, había sido la noche más tranquila desde que toda esta travesía inicio, no pudiste evitar ruborizarte al recordar que cuando despertaste abrazabas el brazo del joven como si tu vida dependiese de ello, quitando esos pensamientos de tu cabeza seguiste con lo tuyo para luego salir de la bañera, secarte apropiadamente y finalmente vestirte, habían distintas opciones pero optaste por la más practica que consistía en una camiseta negra con una chaqueta de mezclilla y unos jeans a juego, era lo más practico para un viaje ya que lo demás solamente consistía en algunas blusas y faldas.

Saliste del baño secándote con una toalla que encontraste en el baño el cabello topándote con la niña viendo caricaturas.

-Anne voy a devolver esto y vuelvo, quédate aquí y no le abras la puerta a ningún desconocido. -Dijiste a lo que la niña simplemente asintió sin despegar su mirada de la televisión.

Saliste de la habitación con la toalla alrededor de tu cuello y la larga chaqueta del uniforme de Jotaro entre las manos, te dirigiste hacía donde recordabas estaba su habitación algo pensativa hasta llegar al lugar y golpear la puerta un par de veces, siendo esta abierta por Jotaro quien impresionantemente se había quitado su gorra.

-¿Qué pasa? -Pregunto a lo que le observabas en silencio antes de espabilar.

-Traje tu chaqueta, dijiste que la querías cuanto antes ¿no? -Le respondiste extendiendo dicha prenda -Sigo diciendo que debería lavarla ¿sabes?

-Es un fastidio además, no apesta.

Rodaste los ojos con los brazos cruzados.

-¿Y Kakyoin? -Preguntaste al no ver al chico de cabellos cereza.

-En la ducha. -Te respondió secamente, cosa a la que estabas inevitablemente acostumbrada.

-Quería agradecerte, por lo de anoche -Dijiste desviando la mirada rascándote la nuca con cierto nerviosismo -Pude dormir bien gracias a ti, me salvaste.

-No es nada. -Replico desviando también la mirada.

-Entonces me voy, cualquier cosa estaré con Anne en la habitación. -Y sin más dilación saliste del lugar con rumbo a la habitación que se te había asignado.

Jotaro entro cerrando la puerta detrás de si mirando la chaqueta breves minutos antes de colocársela finalmente y dejarse caer sobre su cama, la prenda no olía como acostumbraba de hecho no olía mal pero era un aroma suave y embriagador, inconscientemente jalo uno de los bordes de esta hacía su nariz inhalando el aroma, la esencia casi invisible que permanecía en esta inevitablemente le hizo recordarte en aquel estado cuando estaban en el océano y tu dormiste en su hombro, la chaqueta de su uniforme olía a océano y al aroma dulce que descifró te pertenecía.

Aun cuando pareciese mayor de lo normal era un adolescente y su mente comenzó a divagar yendo en una dirección más turbia conforme los segundos pasaban, se levanto en seco cuando Kakyoin salió del baño vestido mientras se secaba el cabello.

-Ya puedes entrar Jo-Kakyoin no alcanzo a terminar la frase porque su compañero ya había entrado cerrando la puerta detrás de sí.

Jotaro necesitaba una ducha de agua fría.

[...]

Por otro lado a cientos de kilómetros de distancia mientras tú estabas mirando por la terraza el cielo de Singapur Dio mantenía un ojo sobre ti pero de una forma más discreta que antes para que así no te percatases de él.

-Amo Dio, disculpe mi descortesía pero ¿Por qué tanto interés por aquella muchacha? -Pregunto aquella anciana mujer a el hombre alto que sostenía una fotografía recién sacada en sus manos.

-Enyaba, es algo que no lograrías comprender. -Murmuro el de cabellos rubios sin despegar su vista de la fotografía.

-Habiendo mujeres más hermosas que morirían por usted, ¿Por qué ella? -Continuo la mujer teniendo cuidado con sus palabras ya que el ultimo que se atrevió a insultar a la chica de la fotografía termino muerto de una extraña manera.

-Quien sabe, tiene esa personalidad que me hace querer doblegar -Murmuro el de espalda fornida lanzando la fotografía con las otras que ya tenia guardadas. -Además, al igual que con los Joestar nuestro destino está unido.

Sí, porque Juno había prometido proteger a su hermano adoptivo y toda su descendencia con su sangre, dejando ese legado a todo su linaje.

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Me puse a leer libros de psicología sobre las fases del amor y pues, la "Limerencia" es una de ellas, he aqui una explicación :

"Esta etapa también recibe el nombre de fase de enamoramiento o de lujuria, y es la fase en la que estamos más ilusionados y deseosos de ver a la otra persona. Los de los amantes tienen que ver con la euforia y con los cambios rápidos del estado de ánimo.

El término "limerencia" fue acuñado por Dorothy Tennov, y según ésta, la sintomatología característica de esta etapa son algunos cambios físicos como enrojecimiento, los temblores o palpitaciones; excitación y nerviosismo, pensamiento intrusivo, obsesión, pensamientos fantasiosos y el miedo al rechazo."

En fin, por razones obvias no me pondré a narrar todo Stardust Crusaders así que estuve pensando en narrar escenas aparte y también invitarlas a ustedes a añadir stands o decidir que batalla desearían ver en especifico de la saga, por cierto he hecho varios dibujos de esta historia por lo que probablemente los vean en proximos capitulos, bayz.

Amar y perder a la vez →「Jotaro Kujo; Dio Brando」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora