Amar y perder a la vez →「Jotaro Kujo; Dio Brando」

XIV. Cercanía

Este capitulo fue pedido por TheKyguu espero te guste.

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Joseph se jactaba de conocer una técnica para montar camellos, tu le observaste seria y sin expresión alguna.

-¿No será su experiencia esas películas antiguas y largas que vio, no? -Preguntaste a lo que el mayor te observo restándole importancia.

El calor hacía imposible que pudieras pensar con claridad y de por si te ponía de mal humor.

Ahora mismo observabas como el mayor del grupo intentaba montarse sobre uno de los camellos sin éxito alguno, suspiraste quitándote la chaqueta y amarrándola en tu cintura cogiendo de una cesta una manzana y acercándote a uno de los camellos quien parecía interesado.

-¡Eso es T/N! -Exclamo Joseph imitando tu acción mientras te montabas en el animal sin dificultad alguna. -Se nota que eres lista.

-Es sentido común.

El desierto era horrible, honestamente con ese nivel de calor solo esperabas que anocheciera pero el sol no bajaba de hecho se volvía más intenso y sofocante dándose cuenta de que se trataba de un stand enemigo. Gracias a Jotaro y su stand pudieron refugiarse de un ataque bajo tierra pero todo parecía perdido sumado a que tu stand no funcionaba bien y estabas de mal humor.

Fue en eso que Kakyoin empezó a reírse, en un inicio creíste que había perdido la cabeza pero al ver en la dirección donde miraba.

Empezaste a carcajearte igual sacando todo el mal humor de ti mientras Polnareff y Jotaro se unían a las risas.

Una vez derrotado el enemigo acamparon bajo las estrellas haciendo una fogata en medio mientras cada uno dormía en su bolsa de dormir, disfrutando el frio de la noche en el desierto y lo despejado del cielo en el cual podías ver con suma claridad las estrellas.

Cerraste tus ojos durmiendo pacíficamente, sin preocupaciones.

[...]

Al abrir los ojos estabas en un lugar diferente sentada en lo que a primera vista era una silla en medio de lo que parecía ser un inmenso salón de baile, tu ropa era diferente estabas usando un vestido azul strapless bastante ceñido al cuerpo, tu collar estaba en su sitio en tus orejas había unos elegantes pendientes y tu cabello estaba atado en un peinado alto y sofisticado.

-¿Qué es este lugar? -Murmuraste para ti misma en voz alta viendo como pequeñas luces flotaban en el lugar dándole un aspecto mágico.

-Siempre has estado sola ¿no es así? -Una voz salió de la nada, te giraste en tu sitio buscando de donde provenía sin éxito una sombra se desplegaba de un lado a otro escapando de tu vista.

-¿Quién es? -Preguntaste no recibiendo respuesta.

-Yo también he estado solo estos años. -Continúo hablando la voz -Esperando a que volvieses.

De súbito unos brazos te rodearon por la cintura, se sentía familiar y para nada extraño de hecho ante aquella familiar situación tu cuerpo entero se relajo a lo que cerraste los ojos.

-¿Por qué yo? -Murmuraste suavemente antes de sentir una respiración en tu cuello.

-Porque eres tú.

Y de repente una mordida en tu cuello que te hizo levantarte en tu sitio abriendo los ojos y viendo a tu alrededor topándote con nada más y menos que arena y a Joseph preparando algo de comer, el mayor te observo extrañado mientras tratabas de calmar tu respiración, en eso sientes como algo cálido escurre de tu cuello siendo que tocando este viste que se trataba de sangre saliendo.