Amar y perder a la vez →「Jotaro Kujo; Dio Brando」

XX. Lazo

El tiempo junto a Dio se basaba en tener al rubio observándote o leyendo alguno de sus libros contigo en sus brazos siendo tu expresión una vacía especialmente cuando notaste inconscientemente la presencia de otros usuarios con una energía familiar.

-Tengo algo que enseñarte -Te dijo mientras se levantaba causando que inevitablemente le siguieras, viste como se acercaba a lo que parecía ser una flecha colgando en la pared. -¿Confías en mí?

Su voz era tan gentil que te arrullaba con cada silaba, asentiste acercándotele como hipnotizada por su figura siendo que parecías un pequeño insecto que avanzaba hacía la luz que finalmente era un trampa y sería su muerte, te estrecho entre sus brazos dejando que te acurrucaras en su pecho cuando de repente algo se clava con fuerza en tu espalda sacándote un quejido de absoluto dolor, la flecha que había cogido anteriormente estaba incrustada en tu espalda causándote un dolor que nunca antes habías llegado a imaginar.

-¿Por qué? -Balbuceaste viendo como la punta de la flecha sobresalía de tu estomago a lo que escupiste sangre.

-Quiero ser un ser divino, T/N -Respondió inclinándose hasta levantarte por el mentón viendo con atención el rostro de dolor que expresaba tu cara llegando incluso a disfrutar de este. -Y quiero que estés a mi lado, serás muy mano derecha quien juzgara a los que se atrevan a oponerse a mí.

El dolor era descomunal comenzaste a sentir que desfallecías mientras estabas sobre tus rodillas hasta que tus brazos no pudieron sostenerte más y terminaste cayendo en el piso siendo que el vampiro te observo breves instantes antes de cargarte hasta la cama que te pertenecía en aquella habitación de la cual no habías salido.

Inevitablemente sostuviste su mano con fuerza cuando retiro la flecha de tu cuerpo mirándolo a duras penas mientras intentabas no perder nuevamente la conciencia.

Para Dio, eras nada más que un reflejo de Juno a quien quería poseer o eso intentaba hacerse creer a si mismo porque cada vez que te veía aun cuando tenias aquel innegable parecido hacia Juno poseías una personalidad distinta, la había visto en todo el viaje aquella personalidad bondadosa que ciertamente Juno carecía siendo que la hermana adoptiva de Jonathan era alguien receloso no como tu que salvaste la vida de Polnareff e intentaste salvar la vida de la anciana Enya, por eso quería tenerte de su lado para que pelearas para el con justicia ciega aun cuando esta fuese retorcida.

Quería tenerte como su inquisidora de hierro, alguien que con la determinación de Juno a fe cierta castigara a sus enemigos.

Y una vez acabado el asunto con los Joestar pensaba en que debería hacerte su esposa, en eso pensaba cuando cerraste los ojos cayendo inconsciente finalmente a causa de la perdida de sangre, sangre por la cual Dio deslizo sus dedos gozando del dulce sabor que esta tenía para él, imaginaba que ese sería el sabor que Juno tendría, te observo en silencio retorcerte de dolor para luego coger un libro y comenzar a leer este mientras bebía una copa de lo que parecía ser un líquido rojizo observándote cogió otra copa y lleno esta de su sangre haciéndotela beber causando de esa manera que la herida en tu estomago cerrara.

-Demuéstrame que eres digna -Murmuro y empezaste poco a poco a perder la conciencia escuchando a lo lejos como el vampiro hablaba con alguien más pero se oía tan lejano que solo lograste captar un par de cosas como el hecho de que aun su cuerpo no le pertenecía del todo o que la persona con la que hablaba desapareció y su nombre era como un helado.

Se sentía como estar cubierta por incesantes llamas que te ahogaban e impedían respirar, tu cuerpo entero en llamas que consumían lenta y dolorosamente cada pedazo de tu piel en lo que estabas sumida en una oscuridad que parecía eterna.

De repente unos brazos te envuelven en lo que pareció calmar las intensas llamas que se aglomeraban en tu centro causando que finalmente pudieras respirar apropiadamente.

Giraste la cabeza topándote con la bella y cálida sonrisa de tu madre cuyos brazos te envolvían mientras flotaba envuelta por una luz celeste, luego entre toda aquella inmensa oscuridad pequeñas llamas de color azul comenzaron a aparecer y acercarse tomando finalmente forma una vez quedaron frente a ti, la mujer con la que habías soñado sonreía mientras tomaba una de tus manos siendo que a tu lado contrario otra mujer apareció era más o menos de tu edad pero pudiste descifrar quien era con tan solo mirarle a los ojos, tu abuela o su apariencia en sus años mozos tomo tu otra mano mientras la otra estaba unida a la de la elegante mujer de tus sueños la cual habías reconocido como tu ancestro Juno Spinster.

«Nuestra familia nunca huye de las cosas» Dijo la mayor del grupo.

«Eres la mejor de nosotras sabandija, solo sigue adelante y no pares» Hablo esta vez una versión más joven de tu abuela.

«Tienes esa chispa en ti que es impresionante, lo que sea que decidas hacer lo harás bien» Habló esta vez tu madre con voz suave siendo su voz como un balde de agua fría que tanto necesitabas.

«Puedes decir que somos hermanas gemelas» Dijo Juno a lo que puso un puño en tu pecho sonriéndote en lo que el lugar comenzaba a iluminarse.

«Dile a Joseph de mi parte que lo estaré vigilando ¡y que no sea un idiota!» Grito tu abuela más joven en lo que te elevabas y despertabas.

Miraste a tu alrededor en busca de alguien, pero Dio no estaba allí, por lo que era hora de actuar.

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Pues para quien no lo entendiera la Mustang recibio otro stand más buffeado que significa más poderoso que su simple stand de ecolocalizacion y hilos, por supuesto conserva sus características naturales pero posee unas cuantas más, en fin les dejo unas imagenes más la de arriba para que vean como es. (Referencias al lol? ¿donde?) debo resaltar que las imagenes no son de mi propiedad sino de los respectivos artistas, eso bays.