NO SE SI SÍ UBIQUEN A HANBIN O A JAY PERO AHÍ LES DEJO FOTITOS LOOOL.
— ¿Donde estabas? —me interroga mi hermano desde el sofá— ¿que acaso no ves la hora que es? —se notaba irritado. Hice una mueca de indiferencia, me alcé de hombros y seguidamente miré el reloj inexistente en mi muñeca.
— ¿Ahora si te importo? —le replico con una pregunta serena.
Hanbin se levanta del sofá eufórico.
— No me jodas, Mirae. Siempre estoy al pendiente de ti —se acercó peligrosamente a mi y como reflejo lo empujo lejos. Sonreí con ironía.
— ¿Siempre o solo cuando te conviene? —entrecerré mis ojos — te vas con tus amigos diario a clubs y como si fuera poco, te drogas y traes a chicas a la casa —le encaré con la voz rota haciendo que su rostro se desencajara— ¿que te pasa, Hanbin? ¿Desde cuando? ¡Dime! —chillé.
— ¿Te das cuenta de lo que estas diciendo? Puras incoherencias —negó con su cabeza un par de veces y después pellizcó el tabique de su nariz.
— Ya no soy una niña, Hanbin. ¿Crees que no me doy cuenta? —me acerqué a él y bruscamente tomé su muñeca y a él mismo le mostré sus nudillos, tenía una serie de piquetes en su piel —necesitas ayuda.
Me obligó a que lo soltara.
— Me ayudarías cerrando la puta boca, Mirae —parpadeé un par de veces, estaba perdiendo a mi propio hermano— no quiero que vuelvas a llegar tan tarde, es peligroso.
Puse mis ojos en blanco.
— Metete en tus propios asuntos —escupí caminando hacia mí cuarto y me encerré poniéndole llave a la puerta.
Me despojé de mi ropa, quedando simplemente en lencería, a los pocos segundos me dejé caer en mi cama y cubrí mi cuerpo con en el edredón, cayendo casi al instante en un sueño profundo.Al día siguiente me desperté y de mal humor, porque mi sueño había sido interrumpido por un fuerte sonido desde la cocina. Me levenaté torpemente y de la misma manera salí de mi lugar. Abrí la puerta de mi habitación y me dirigí hacia el lugar originario del ruido.
— Ni siquiera tienes la desencia de dejarme dormir —me quejé de mal humor pensando que me encontraría con mi hermano.
Jay estaba sosteniendo un tazón repleto de mi cereal favorito. Mi corazón latió a mil por hora y le miré confundida.
— Deberías taparte un poco, el día de hoy es un tanto templado —me sugiere el y mete a su boca una cuchara llena de cereal.
Alcé mis dos cejas sorprendida.
— ¿Disculpa? Esta es mi casa, tu no deberías estar aquí y mucho menos urgando en cosas ajenas —le recriminé ligeramente molesta. Jay me miró atento y se recargó contra el mostrador de la cocina.
— Tu hermano me dejó a cargo —concentró su vista en el alimento que estaba ingiriendo. Me crucé de brazos.
— ¿Ah si? —reí entredietes —ahora tengo un niñero —murmuré rodando los ojos— vete, solo vete. No necesito que nadie cuide de mi.
— No estoy cuidando de ti, solo estoy haciéndole un favor a mi mejor amigo, eso es todo —me aclara mientras me apunta con la cuchara que sostenía.
— Vete a la mierda, Jinhwan —aquellas palabras salieron con puro dolor.
Regresé a mi habitación y comencé a colocarme lo primero que me encontré en el guardaropa. Salí de mi habitación, tomé el móvil y mi cajetilla de cigarros.
Me encaminé hacia la puerta.
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poison; Im Changkyun
FanfictionUna relación tóxica en su máxima expresión. Contenido +18