12ce

1.4K 137 132
                                    

Hell

Creer que todo va de maravilla es el peor error que podemos cometer, la vida te apuñala por la espalda cuando menos te lo esperas... Bueno, en este caso se trata de alguien.

Estábamos a pocos días de Navidad y eso quería decir también que el año estaba por concluir. Hareum amablemente, como de costumbre me invitó a su hogar para hornear unas galletitas de jengibre, pues quería hacerles unas cuantas a sus familiares y yo, yo podría llevarles unas cuantas a los chicos.

— Ahora hay que esperar a que se cosan —me sonrió y algo agotada pasó un mano por su frente — después podemos hornear unos pastelillos de red velvet, ¿que te parece, Mirae-ssi?

— Esos si los rellenamos con chocolate amargo —le sugerí y ella tronó su lengua mientras asentía con su cabeza.

— Y bien, ¿te gustaría pasar la Navidad conmigo? —me pregunta emocionada. Le miré detenidamente, pensándolo.

— Yo... Me encantaría —sonreí. Ella dio un brinquito energética y después me abrazó— tengo que presentarte a tantas personas, ¡no puedo esperar más! Le he hablado a mi novio tantas veces de ti, que ya hasta me pregunta por ti, ¿no es fantástico?

Espera un momento, ¿novio? ¿Hareum tenía novio y nunca me lo había mencionado? No creí que fuera tan reservada, pero cada quien.

— ¿Tienes novio? —le pregunto lentamente. Ella me iba a contestar, pero el timbre de su lugar la interrumpió.

— ¡Ha de ser el! ¿Por qué no vas a abrirle? Yo ahorita te alcanzo, tengo que revisar las galletitas, anda, ve —me da un suave empujón para que fuera abrirle la puerta a su novio.

De un momento a otro me puse nerviosa, si tuviera la oportunidad de escaparme por alguna ventana lo haría, pero considerando que estaba en un departamento, a unos ocho pisos de altura, no gracias. El timbre volvió a sonar y me hizo dar un brinco del susto. Sintiendo el corazón en la garganta tomé el pomo de la puerta. No quería hacerlo.

Claro que no, tenía un muy mal presentimiento.

De una vez por todas abrí la puerta, encontrándome con aquel rostro familiar que llegué a sospechar los últimos cinco minutos. ¿Cómo en el mundo? Llegué a cuestionarme mis habilidades sobrenaturales, quería estar pensando únicamente en eso, pero la realidad me golpeó. Ni siquiera tuve tiempo para reaccionar, más que para ponerme pálida. Nos quedamos perplejos, completamente atónitos, en un estado de shock. Lo único que se escuchó de fondo fueron las pisadas de Hareum hacia nuestra dirección.

— ¡Changkyun, mi amor! —exclamó mi amiga al ver a... Ya ni siquiera tenía sentido mencionarlo. Lo abrazó con tanto cariño y afecto, después besó sus labios. Todo pasaba en cámara lenta, como si estuviera bajo el efecto de alguna clase de droga, sentía que me ahogaba, la respiración se me había cortado. El estómago se me revolvió. Me sentía traicionada, humillada y... Me había visto la cara de estúpida todo este tiempo, ¿verdad? Había jugado todo este tiempo conmigo, ¿verdad? — ¡Ella es mi encantadora y dulce amiga, Kim Mirae-ssi!

Pareció como si la mandíbula se le desencajara al chico, aturdido se pasó una mano por su rostro y su novia le miró preocupada.

— C-Como olvidarla, tantas veces me has hablado de ella —le sonrió forzadamente, evitando a toda costa hacer contacto visual conmigo.

poison; Im ChangkyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora