poison; Im Changkyun

14ce

(amo love scenario con toda mi existencia, creí que quedaría muy bien con el cap🥺)

— Necesito otro trago —espetó y después me arrastró detras de el. Se sentó nuevamente en la barra y yo me le quedé mirando con los brazos cruzados— ¿Qué?  No voy a llevarte a mi hogar solamente para follar —me aclara y yo pongo mis ojos en blanco. Aprovechó mi silencio para pedir su trago.

— No recordaba que fueras así, la última vez accediste sin preámbulos —le recuerdo secamente.

— Estábamos ebrios —habla sin verme.

— Entonces, ¿necesito ponerte ebrio para que follemos? —negó con su cabeza repetidamente mientras pasaba una mano por su cabello.

— ¿Por qué tanta insistencia? Podemos seguir disfrutando la noche de diversas maneras —gruñe y le dejan su bebida sobre la mesa. La tomó entre sus manos y le dio un largo trago, llegué a creer que se lo acabaría de uno.

Solté un suspiro y algo derrotada me senté a un lado suyo. Le arrebaté su bebida y yo misma me encargué de acabarmela.

— Solo quiero olvidar sus caricias, Jaebeom —admití sin verlo — es detestable sentir sus manos sobre mi piel cuando alguien más me está tocando. Quiero olvidarlo —concluí y escondí mi rostro entre mis manos.

— No puedes remplazarlo de un día para el otro, Mirae. Que tu y yo nos acostemos, creeme que no va a cambiar nada —me asegura mientras coloca una mano sobre mi espalda.

— No se que hacer —pronuncié lentamente, devolviendo mi vista hacia el.

Jaebeom asintió con su cabeza, mientras soltaba un suspiro. Se levantó del lugar donde se encontraba sentado y del bolsillo de su pantalón sacó unos cuantos billetes para dejarlos sobre la barra. Me dio la espalda y yo entreabrí la boca.

— ¿No vas a venir? —me ve por encima de su hombro y me extiende su mano

Joder, Jaebeom era tan radical. Parpadeé un par de veces y algo aturdida caminé hasta el para sujetar su mano.

— ¿A dónde vamos? —le pregunté en un grito, pues la música estaba muy alta por donde caminábamos.

— A mi casa —me replica obvio.

Decidí no hablar hasta que estuviéramos dentro de su auto, había privacidad y además de eso podíamos escucharnos sin estar gritando.

— ¿Por qué? —achiné mis ojos. Jaebeom encendió el auto y me miró por el rabillo de su ojo.

— ¿Por qué, que? —alza ambas de sus cejas y se concentra al camino.

— ¿Por qué terminaste aceptando?

Jaebeom relamió sus labios y pareció apretar más el volante del auto entre sus manos.

— Porque creo que sería buena idea que comenzarás a olvidar a ese imbécil, no me gusta verte afligida por alguien —me explica serio.

Entrecerré mis ojos.

— Creí que habías hecho énfasis en 'no acostarme contigo hasta que formalicemos una relación' —le recordé y el chasqueó con su lengua.

— Formalizaremos una relación, no te preocupes por eso —me asegura sin verme.

— ¿Basada en sexo y mentiras..?

Jaebeom frunció su entrecejo y volteo a verme por unos segundos, porque claro, tenía que devolver la vista al camino.

— Se hacer el amor, también se respetar a la gente que quiero, Mirae. No todos los hombres somos iguales –me aclara algo molesto. ¿Desde cuando me quiere esta cosa?