gjgjg nuevo capitulo...😎
Les recomiendo leerlo con la canción.Joe estaba en los vestidores preguntándose dónde demonios estaba el idiota tatuado de su mejor amigo, no había visto a Nathan en todo el día desde lo de la enfermería y Billy no hacía cosa de un par de minutos lo había llamado preguntándole si conocía el paradero del castaño.
Claramente el pelirrojo estaba preocupado al teléfono, Joe también lo estaba, incluso si se prometió a sí mismo no preocuparse hasta que pasara al menos un día. Cielos, lo cierto era que estuvo distraído toda la tarde pensando en los besos que se habían dado, al punto que ni siquiera se molestó en escuchar las pullas constantes de Zack.
Sí, Joe había estado con su cabeza en las nubes todo el rato y ahora no podía quitarse esa horrible sensación de preocupación de la boca del estómago.
¿Y si había vuelto a hacer algo idiota?
Se estaba vistiendo cuando oyó una risita de niño a su espalda. Al voltearse vio a un pequeño Max sentado en una de las bancas con sus piernas cruzadas en posición de loto.
-¡Jesús!- Soltó del susto y por instinto se cubrió el cuerpo con la toalla. El niño descarado lo miraba sin el más mínimo disimulo mientras comía una paleta. -¿Qué demonios haces aquí? -Gruñó el mayor de malhumor, que aquel no era su día y el niño ese era creepy se lo viera por donde se lo viera.
A Joe definitivamente no le gustaban los niños.
-Espero a mi príncipe ¿Dónde está el tuyo?-Le sonrió mostrándole todos los dientes.
Joe abrió la boca sin estar seguro de que decir, pero se vio interrumpido por un Vania ya aseado que se acercó hasta ambos. El chico platinado era el nuevo jugador del equipo, Zack lo había elegido para reemplazar a Nathan.
Joe no tenía nada en contra del tipo, pero era raro como el demonio. Vamos, no lo había visto soltar una sola palabra en todo el partido, como mucho había cruzado un par de miradas con aquellos penetrantes ojos verdemiel que se mantenían esquivos al contacto visual.
-¡Mi principe!-Chilló el pequeño Max al ver al recién llegado. Vania depositó un suave beso en el cabello del menor y con un asentimiento cortés saludó a Joe antes de darle la mano.
-Hora de irnos, Pequeño. -Dijo.
Max asintió pero antes de levantarse sacó algo de sus bolsillos bajo la atenta mirada de Joe y lo dejó sobre el banco que antes había ocupado.
-¡Adiós bonito! -soltó tirándole un beso con la mano que tenía libre mientras Vania lo arrastraba fuera de los vestidores.
Joe, ganado por la curiosidad se acercó hasta el banco a ver qué demonios había dejado. Era una argolla, una curiosamente parecida a la de su mejor amigo.
¿Por qué demonios ese niño tenía uno de los aros de Nathan?
***
Como a eso de las 7 de la tarde, el teléfono de Joe comenzó a sonar.Era Nathan.
-¿Dónde demonios estás?-Le espetó apenas responder.
Que pasarse todo un día pensando en las cosas que pudo hacer (o no) con el chico de las paletas no había ayudado a que su humor mejorara.
-¿Dónde estás tú?
-Nathan...-Dijo en tono de advertencia y sí, puede que estuviera siendo un poco más rudo de lo habitual con el castaño.
-Dile a Bill que pasaré la noche en tu casa.
- ¿Dónde estás? No me digas que otra vez...
-Estoy sobrio. Confía en mí ¿sí? -Lo interrumpió y cortó la llamada.

ESTÁS LEYENDO
D.R.E.A.M (Gay +18)
Teen FictionNathan es un chico con un pasado traumático que desea olvidar, su vida está turbada por las pesadillas, su carácter autolesivo y su adicción a las drogas. Joe está enamorado de su problemático mejor amigo. Nathan no es bueno para él, ambos lo sa...