Nathan es un chico con un pasado traumático que desea olvidar, su vida está turbada por las pesadillas, su carácter autolesivo y su adicción a las drogas.
Joe está enamorado de su problemático mejor amigo.
Nathan no es bueno para él, ambos lo sa...
Recomendación alguna rolita que les guste, las cosas se van a poner... sexys...🤫
Recomiendo cualquiera de Two feet. 🖤 o todas 😘
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Joe no pegó ojo en toda la noche.
Nathan se había dormido en su pecho después de llorar un rato.
No podía decir que fuera la primera vez que veía a Nathan llorar, pero lo odiaba.
Enredó sus dedos en aquel alborotado cabello y se preguntó como demonios podía dormir cargando todas esas mierdas encima.
El prácticamente no duerme, se recordó.
Joe quería golpear algo, sentía una ira burbujear en todo su cuerpo de solo recordar las palabras del castaño.
Pensar en un pequeño Nathan de 7 años,En lo que había tenido que pasar, que habían sido...
Joe ni siquiera podía pronunciarlo en su cabeza.
Inconscientemente se aferró aún más al cuerpo de castaño. Se negaba a soltarlo. Se negaba a que alguien volviera a lastimarlo.
-Odio que te quedes viéndome con esos ojitos que cachorro que pones cuando me miras-Nathan seguía con los ojos cerrados.
No entendía como demonios hacía para atraparlo siempre.
Sintió sus mejillas calentándose e inclinándose ligeramente posó sus labios en la sien del chico consiguiendo que soltara un ligero ronroneo de aceptación ante el contacto.
Los labios de Joe volvieron a moverse ligeramente por la mejilla delgada y pálida de su mejor amigo.
Besó su mandíbula, las comisuras de sus labios, Nathan entreabrió su boca aceptando el contacto, aceptándolo, le gustaba tanto eso del castaño, sentir su aliento tranquilo mezclándose con el suyo.
Él era tan suyo... En su cabeza al menos, Joe sentía que el castaño era su propiedad, por muy malo que sonara eso.
-¿Qué estás haciendo Joie?
-¿Tu qué crees?
Vamos, Era bastante obvio lo que estaba haciendo. Estaba queriéndolo. Como había hecho por más de una década, solo que ahora lo quería de una forma diferente a la que lo quería cuando niño. O eso era lo que Joe quería creer. Pensó en perfect blue, en la carta donde Nathan le había pedido que se casara con él.
Tal vez nunca se quisieron de una forma diferente.
Tal vez solo era cuestión de que abrieran los ojos.
Había pensado demasiado en ellos durante la noche.
Joe tenía los ojos demasiado abiertos en ese momento, en sentido figurado, que no por cualquiera se habría puesto a idear un plan para cometer homicidio. Y lo había planeado de verdad, incluso cuando no conocía al maldito hijo de puta que...
