CAPÍTULO 9
Nathan despertó en una habitación con olor a rancio y orina.A su alrededor había otro montón cuerpos, en iguales o peores condiciones que él mismo. La luz proveniente de una farola apostada en la calle llenaba el piso otorgando la suficientemente claridad para que pudiera ver a su alrededor pero no la suficiente para que distinguiera los detalles.
No muy lejos de él alguien lloraba sacudiendo el cuerpo inerte de una muchacha que no volvería a despertar.
Se sentía adormecido, su cuerpo cosquilleando como si estuviera en medio de las nubes, nubes negras que lo envolvían por momentos. Intentó moverse y una arcada hizo que su cuerpo convulsionara, la boca se le llenó de un líquido ácido y el espasmo en su estómago hizo que todos sus músculos se contrajeran.
Tosió y en cuanto abrió la boca el líquido corrió por su barbilla hasta su pecho, tardó un momento en darse cuenta de que estaba vomitando. oh.. su cuerpo se sentía ajeno, como si no le perteneciera, como si solo fuera un títere tironeado por las cuerdas de otro.
Se sentía tan abrumado y perdido...
Entonces la negrura volvió a envolverlo desconectándose por completo de la realidad, todo se volvió oscuro y por fin se sintió en calma.
***
Alguien lo sacudía.
Volvió a abrir los ojos con esfuerzo para dar de cara a una chica con el cabello revuelto y las mejillas completamente manchadas de maquillaje corrido, gritaba ¿o balbuceaba? ¿Cuánto tiempo había pasado? Nathan no podía estar seguro, su mente iba y venia entre la conciencia y la inconciencia, iluminando por momentos la habitación para sumirse de nuevo en la negrura.
Gritos
Quería gritar.
Pestañeó, obligándose a abrir los ojos, los colores se veían más intensos de lo que deberían, siguió el camino de las manos de la chica hasta su cuerpo y tardó un momento en reconocer su propio brazo donde las uñas mordidas de la chica se clavaban alrededor de los moretones de los pinchazos.
La cabeza la sentía como si se encontrara debajo del agua, miró hacia abajo y lo que vio fueron arañas, cientos de arañas subiendo por su cuerpo.
Estaba alucinado.
Asustado intentó apartarlas, arañándose a si mismo por alejarlas. Con esfuerzo se incorporó e intentó salir allí, ignorando a la chica de las mejillas manchadas, que se quedó gritando en la espesura que amenazaba con envolverlo.
Avanzó por el pasillo con pasos torpes y descoordinados, un par de veces acabó de rodillas volcando parte del contenido de su estómago en el suelo, no se detuvo, se arrastró aferrándose a las paredes hasta que consiguió salir de aquel pasillo y de aquella casa.
Afuera era de noche, hacía frío, consiguió andar un par de cuadras hasta que sus piernas se vencieron y todo se volvió negro una vez más .
Su mente se prendió y se apagó un par de veces.
Oyó las sirenas.
Por momentos consiguió abrir los ojos sin distinguir nada, el cuerpo le temblaba. La respiración se le dificultaba.
Alguien sujetó su cabeza moviéndola en ángulo para despejar sus vías aéreas.
—Todo estará bien chico.—Dijo el desconocido ayudándolo a respirar. Nathan se sujetó al brazo del hombre. Vio una luz intensa encandilando sus ojos y todo volvió a oscurecerse a su alrededor.

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D.R.E.A.M (Gay +18)
Novela JuvenilNathan es un chico con un pasado traumático que desea olvidar, su vida está turbada por las pesadillas, su carácter autolesivo y su adicción a las drogas. Joe está enamorado de su problemático mejor amigo. Nathan no es bueno para él, ambos lo sa...