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CAPÍTULO 2


Maldita sea, maldita sea, maldita sea.

Joe maldijo todo el camino hasta el aeropuerto.

Su madre le había quitado el saludo desde que se subió al coche esa mañana en casa de Nate.

Había dicho algo de lo decepcionada que estaba y aun no sabía descifrar si eso era algo malo o  algo bueno.

Por otro lado, le quitaron el móvil, eso, sin duda era algo malo.

Llevaba casi 8 hs. sin tener noticias del mundo, ni de Nathan.

Demonios, ahora que su cerebro comenzaba a funcionar las cosas iban preocupándole cada vez más y para completar no solo tenía una jaqueca de mil demonios, estaba a escasos minutos de ver al Coronel Joseph Eliot Wood segundo.

Su padre.

Dicho sea de paso su relación no era exactamente de las mejores, en especial desde que se  negó en redondo a la idea de entrar en la escuela militar luego de graduarse.

Odiaba ser el primogénito Joseph Eliot Wood tercero.

¿Es que acaso sus padres no conocían lo que era la originalidad?

Su hermana Victoria  llevaba un buen rato durmiendo en el asiento de atrás del coche.

Joe se puso unos lentes de sol para tapar los signos de la resaca de sus ojos aunque lo único que había conseguido hasta el momento era llamar más la atención si era posible.

¿Quién demonios usa lentes de sol en la noche?

Correcto, eso había sido estúpido.


Suspiró. Prácticamente el sol se había metido por completo cuando el avión aterrizó en el aeropuerto y los soldados comenzaron a bajar la rampa entre el grito de júbilo de sus familias emocionadas.

Viky fue la primera en correr a los brazos de su padre.

Varios niños la imitaron, se escucharon aplausos y más de uno grabó el "reencuentro" de los recién llegados de Afganistán.

Joe sonrió para las cámaras y se obligó a darle un abrazo incómodo a su padre. No sé confundan, Joe no odiaba a su padre, solo eran demaciado distintos.  O eso era lo que Joe creia. Había pasado casi un año de la última vez que se vieron, Joe lo extrañaba, claro. O casi, solo era... Complicado.

Sí, la mejor palabra para  describir la relación con su padre era esa.

Para colmo, no había elegido mejor momento para agarrarse una resaca monumental, sí, eso había sido casi tan mala idea como los lentes.

Joe estaba pensando en eso cuando un hombre se acercó hasta ellos y su padre sonrió pasando su brazo derecho  por  los  hombros de Joe para estrecharlo orgullosamente a su cuerpo.

Okey... ¿A qué había venido eso? Joe se tensó.

—Así que este es el famoso Joseph Jr— Dijo el hombre amable. Tenía la cabeza con un par de entradas canosas y algo de barriga, después de eso se veía en forma—Tu padre habló mucho de ti.

D.R.E.A.M (Gay +18)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora