28- Oportunidad y Consejo.

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Bastián

Habían pasado dos días desde la espantosa noticia, dos días en los que no me había comunicado con April y no tenía intenciones de hacerlo.

—Felicidades hijo, has hecho un gran trabajo —me dijo papá via vídeo llamada.

—Gracias papá —suspiré.

—Bastián, ¿has estado tomando, verdad? —llevaba lentes oscuros porque tenía unas enormes ojeras.

—Así es —me encogí de hombros.

—Bastián, no está bien que tomes así.

—No está bien que mi esposa quiera dejarme y todo porque no quiero adoptar a un niño que se encontró en la calle.

—No lo digas de esa forma, tú no eres así.

—Qué más da como soy, lo he perdido todo —apreté la mandíbula—, mi esposa, mis hijos, mi felicidad...

—No has perdido nada, tu familia está en casa esperándote, pero ésta vez hay un miembro más.

—Un intruso —reí—. April lo ama más a él que a mí.

—Eso se llama instinto maternal.

—¡Él no es su hijo! —golpeé la mesa—. No es nuestro hijo.

—April lo siente como tal.

—Ahora todos están de su lado, ¿no? —me quité los lentes—. No es justo que me cambie por un niño que no es suyo.

—Bastián, ¿por qué te has encaprichado con esto? Dale una oportunidad, el niño es hermoso.

—Que bueno por ella —vi me reloj—. Me tengo que ir, adiós.

—¿Cuándo vas a regresar? Ya conseguiste lo que queríamos, así que puedes regresar antes, hay asuntos que debes arreglar acá.

—Por eso mismo no quiero volver. Adiós papá, descansa.

—Bastián... —terminé la vídeo llamada.

No quería volver a casa, no tenía sentido a hacerlo, ¿para qué? Ya nada sería igual.

—¿Estás listo? —Catie se paró frente a mí y asentí—. Entonces vámonos —me tomó de la mano y me sacó de la habitación—. Espero que hoy si me digas que es lo que está pasando contigo.

—No quiero...

—No quiero hablar de eso. Es lo mismo que me has pasado diciendo estos días —me empujó dentro del elevador que estaba apunto de cerrar.

—Es que simplemente no quiero recordar la mierda por la que estoy pasando ahora —me pasé una mano por el pelo.

—Bien, pero recuerda que cuentas conmigo, para lo que sea, si necesitas hablar aquí estoy. En algún momento tendrás que sacarlo de tu ser —el elevador se detuvo, las puertas se abrieron y salimos de éste.

Realmente necesitaba hablar de lo que estaba pasando con alguien que no fuera cercano a April, alguien neutro en la situación.

—Hola, cosas feas —Henry se acercó a nosotros con un vaso desechable en sus manos.

—Hola, cosas feas —Henry se acercó a nosotros con un vaso desechable en sus manos

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Pequeños West. [West#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora