✧ EIGHTEEN

1.5K 242 57
                                    

―¿Qué haces aquí? ―preguntó sacandose los audífonos y sentándose bien en la cama.

El sistema nervioso de la taiwanesa se encendió.

Se quedó inmóvil mirando a la japonesa sin hacer nada. Sana la miraba extrañada, pues ya que no sabía que hacía aquí con ella.

Se quedaron mirando fijamente, analizando cada parte de sus rostros. Tzuyu se acercaba sigilosamente hacia Sana, para finalmente tomar asiento a su lado, sin cortar el contacto visual.

De repente su mirada bajó a sus finos y a la vez gruesos labios, haciendo que la pelirubia se sobresaltara en su lugar.

―¿O-oye qué ves? ―preguntó Sana mirándola extrañada y nerviosa.

De inmediato Tzuyu se dio cuenta de lo que estaba mirando, avergonzandose al instante y cortando todo tipo de contacto visual.

―¿Yo? Nada ―rió nerviosamente mientras limpiaba el sudor de sus manos con su vestido.

El silencio inundó la habitación acompañado de un poco de incomodidad por parte de las dos.

―Yo...―Tzuyu tenía la mente en blanco, sin saber que decir―. Yo quería saber que hacías aquí.

―Hay un poco de tormenta y los truenos me dan miedo ―contó―. Decidí subir arriba para escuchar música para olvidarme de ellos, aunque esté la música de la fiesta aún se siguen escuchando.

―Oh, entiendo.

Tzuyu sentía la necesidad de seguir conociéndola aunque no sabía porqué.

―¿Tienes mascotas?

―Tuve una ardilla de pequeña, actualmente no tengo mascotas ya que mi mamá no quiere.

¿Quién rayos tiene una ardilla de mascota?

―Oye que lindo collar tienes ―dijo Sana mientras miraba el collar que traía puesto Tzuyu con una pequeña sonrisa.

―Gracias, aunque no se quien me lo regaló ―dijo triste.

―¿Cómo que no sabes? ―dijo soltando una pequeña risita por tales palabras.

―Te lo contaré, un día después de las vacaciones de invierno encontré un post-it en mi banca, era de alguien anónimo ―contó mientras jugueteaba con sus manos―. Hasta la fecha sigo recibiendo post-its, pero anhelo tanto saber quien es, pero esta persona no quiere mostrarse ―finalizó volviendo a posar su mirada en Sana.

Sana se encontraba inmóvil mirando el suelo como si fuera un punto fijo. La taiwanesa meneó su mano en frente de su vista, captando por fin la atención de la japonesa.

―¿Acaso sabes quien es?

―No, no obvio no, por supuesto que no.

Tzuyu la miraba extrañada, se estaba comportando extraño, pero... hasta hace unos segundos se encontraba bien.

―En fin, me encantaría que podamos ser amigas. Hace semanas me pediste si podíamos conocernos y sé que fui una imbecil por tratarte mal y por eso mismo me disculpo ―dijo muy apenada mientras recordaba esos momentos en donde rechazaba a Sana.

―¿De verdad lo dices? ―inquirió emocionada como si fuera una niña ee cinco años a la cual le estaban por comprar su dulce favorito.

Tzuyu rió por su reacción.

―Claro que sí, hace días vengo sintiendo la necesidad de conocerte más a fondo ―dijo con una sonrisa mientras miraba a Sana―. ¿Te parece si salimos al cine? ¿Te gustan las películas de terror?

Las mejillas de Sana se tornaron a un color carmesí o rojizo pero muy notorio. Sus nervios subieron al mil, haciendo que sus manos comenzaran a temblar.

―N-no, me dan miedo, una romántica.

―Oh vamos, las románticas aburren ―atacó Tzuyu.

―Las de terror asustan ―regresó Sana.

―Piedra, papel o tijera y la que gane eligirá la película ―dijo en un tono desafiante.

―¡Piedra, papel o tijera! ―gritaron al unísono.

El resultado mostraba a una Sana contenta y saltando por toda la habitación por haber ganado con piedra, mientras que Tzuyu echó su cabeza hacia atrás de la frustración por haber perdido con tijera.

―Pues romántica será ―dijo Tzuyu aceptando la derrota―. El domingo, tres de la tarde te veo en el cine ―dijo para guiñarle el ojo a Sana y finalmente salir de la habitación para irse a su casa.

Sana sonrió de oreja a oreja mientras sus mejillas ardían por el sonrojo que ocasionó Tzuyu.

˖ ˚ 。 ♥︎ 𝗣𝗢𝗦𝗧-𝗜𝗧 ꔛ 𝖲𝖠𝖳𝖹𝖴 ଓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora