A D O R E U

157 11 8
                                    

Mi nombre es Lee Jung Chan, tengo 18 años y soy de Iksan Corea del Sur

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi nombre es Lee Jung Chan, tengo 18 años y soy de Iksan Corea del Sur.

Mi sueño es ser el mejor bailarín para viajar y conocer muchos lugares.
Mi vida no es nada del otro mundo, vivo con mis padres y tengo un gato llamado Tom.

La historia de mi gato es divertida, pues cuando tenía 5 años les tenía pavor por una situación que viví en el vecindario.

Resulta que el vecino tenía muchos gatitos y por curiosidad me metí a su jardín para poder verlos de cerca.
Por estar distraído jugando con el más pequeño un ruido hizo que todos los gatos corrieran a dónde yo estaba.
Me dejaron la cara llena de rasguños y desde ese día jamás quise volver a ver un gato en mi vida.

Hasta que mi mejor amigo MinGi decidió que era buena idea regalarme uno para superar mi miedo.

Accedí a cuidar de él y poco a poco se fue ganando mi corazón y aunque mis padres no estaban de acuerdo en tener mascotas, les demostré que Tom no era problematico y no tuvieron excusa para dejarlo a mi cargo.

Cuando iba en secundaria me inscribí a clases de danza contemporánea para perfeccionar mis movimientos.

Conocí gente realmente talentosa y brillante, era el menor de todos pero siempre me trataban con mucho respeto.
Mis padres se oponían a qué mi sueño fuera ser bailarín, ellos querían un médico, veterinario o arquitecto, pero yo amaba el arte y no podían hacerme cambiar de parecer.

Realmente todo iba muy bien, pero mis padres me dieron la noticia de que teníamos que mudarnos a Seúl porque mi tía Jeong Yeon estaba muy grave y mi padre iría a cuidarla, por cosas de su trabajo mi madre tenía que residir en Seúl.

No creí que fuera verdad dejar mi vida en Iksan para empezar una nueva.
Varias veces les dije que no me quería ir y que podía quedarme con MinGi, pero al parecer les importo un comino.

Pero lo que más me dolía era dejar a mi mejor amigo, desde que lo conozco no nos hemos separado nunca. Incluso varias festividades las pasábamos juntos, su familia era cercana a la mía, los viajes a la playa eran maravillosos todo era perfecto y estábamos bien.

Pero todo se fue al caño.

Para mí era una pesadilla.

Subí a mi habitación, Tom se acostó en mi regazo y con nostalgia recordé el día que conocí a MinGi.

*Flashback*

La feria de Iksan era la mejor que podía existir, aunque solo era 1 vez al año la disfrutaba mucho, no me gustaba subir a los juegos mecánicos porque me daban ganas de vomitar.

I N E V I T A B L EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora