III

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Conocidos

Había tomado una antología de Bram Stoker, recordó al autor por una clase de Cementoss donde hablaron de Drácula. Rememoró las emociones que le había causado su obra cumbre, una mezcla de intriga, emoción y exasperación de vez en cuando; así que supuso que los cortos cuentos resultarían igual de fascinantes.

Y cumplieron sus expectativas, a pesar de encontrar algunos un tanto fantasiosos.

Rozando la noche, cerró el libro y aspiró profundo, procesando las historias y recapitulando lo aprendido. Siempre estaría agradecido a Yaoyorozu, a Shoji y a Tokoyami por enseñarle el fascinante mundo de la literatura, cosa que lo unió un poco más a Fuyumi y a Natsuo.

Rodó perezosamente sobre el tatami, tentándose a ir por los onigiri que su hermana le había dejado para la cena, sabiendo de antemano el estado vegetal en el que se solía sumergir el héroe en sus días de descanso. Sin embargo, no tenía hambre, bueno, no demasiada... Quizás cuando se sintiera famélico o a punto de desfallecer por inanición, podría ir, o tal vez solo exageraba. Luego, recordó las clases de Semiología clínica impartidas por Recovery Girl y se decantó por ir a comer algo en vez de esperar a que se le hiciera un hueco en el estómago.

Rumbo a la cocina, disfrutando la suave brisa colándose por las ventanas y redistribuyéndose por los ventiladores, sintió el teléfono vibrar en su bolsillo. Su cerebro le ordenó de inmediato revisar el mensaje, pero su cuerpo lo dudó, y eso se le hizo sumamente extraño. Entendió que no quería darse falsas esperanzas por recibir un mensaje que respondía sus "Buenos días" con un "Buenas noches" en el mejor de los casos, o una notificación de bloqueo en el peor.

Suspiró y se preparó para abrir el mensaje.

(T/N)

20:01: ¡Lo siento muchísimo!

20:05: Recibí tu mensaje y entré en pánico. No querrías estar en mi cabeza ese instante porque pensé de todo un poco. ¿Amabilidad? ¿Interés? ¿Lástima...? Ni siquiera sé qué te contó Mina sobre mí. Así que me costó un poco atreverme a responder e intentar no sonar como alguien socialmente frágil (si quieres puedes obviar lo último). Sé que son excusas muy ridículas, pero, vamos, soy una chica a la cual un completo desconocido empezó a escribirle, tengo derecho a entrar en pánico... Aunque no me refiero a que no pueda confiar en ti considerando que eres amigo de Mina, pero nunca está de más ser precavida.

Shouto leyó el mensaje un par de veces y apartó el celular. Meditando sus sinceras palabras, un tanto enredadas —pero él era experto en soportar las cavilaciones de Midoriya—, y también arrepentidas. Se llevó un onigiri a la boca, pensando qué podía responder. Después de todo, no quería avasallarla con una propuesta de salida, aunque le hastiaba tener que escribir para conocerla. Contrario a lo que pensarían, él era más del tipo de comunicación oral en vez de escrita... Al escribir, las personas podían reajustar sus afirmaciones o arrepentirse de lo dicho; al hablar, pues no había vuelta atrás, resultaba ser un medio más genuino.

(T/N)

20:30: Oh, ya la lie de verdad... Lo siento, en serio.

Shouto no pudo evitar regocijarse en la maldad y el placer que le ocasionaba generarle un poco de ansiedad a modo de venganza por el tiempo que él había esperado una respuesta. Sin embargo, no quiso torturarla más y abrió el teclado digital del celular.

20:33: Estaba tomándome un tiempo para entrar en pánico por mi cuenta.

20:34: No te burles...

Acuarela Facial || Todoroki Shouto x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora