XVII

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Fortuito

Se sentía muy bien consigo misma, y el año que empezaban a vivir no se le antojaba para nada apabullante. No sabía si era por tener un poco más de estabilidad o porque tenía un buen presentimiento.

Todoroki había tenido que viajar a otro país por un asunto confidencial, y estaba sola desde hacía varias semanas, concentrándose en cualquier trabajo que se le presentase. A pesar de que lo extrañaba y no podía sacarse de la mente cómo las dulces caricias de Shouto le habían hecho arder la piel en pecaminoso deseo, prefirió no atosigarlo con mensajes.

Había hecho de una rutina los ejercicios que le había enseñado el héroe. Después de todo, la mantenían activa y, quizás, empezaba a tomarse más en serio su advertencia de que podría ser peligroso estar con él. Aunque los medios no daban indicio de más atosigamiento respecto a Shouto, algunos a veces se cuestionaban si ya había encontrado a alguien con quien permanecer en una relación fija. Al final, no estaba de más tener precauciones por si se aparecía una fan loca.

Ladeó el rostro, dejando a un lado la traducción que realizaba, cuando el teléfono empezó a sonar. Al ver el remitente, contestó de inmediato.

—Buenas noches, Shouto.

—Buenos días, (T/N) —dijo, en su tono se apreciaba que estaba sonriendo—. Hoy regreso para allá.

—¡Oh! ¿No lo harías dentro de tres días?

—Decidí adelantar mi regreso para cuando terminara. Quiero verte —mencionó con su voz monocorde, inconsciente del efecto casi asesino que tenía sobre ella.

—Yo... Yo también —coincidió, aireándose el rostro—. Aunque saldré mañana, así que no sé si esté en casa para cuando regreses —comentó y, luego de que su mente repitiera sus palabras, soltó un jadeo—. N-no que diga que debes venir acá cuando llegues. Pu-puedes ir a tu casa, hablar con Fuyumi y Natsuo... Yo no...

—Estaré allá.

—No tienes que...

—Quiero verte, así que lo haré. Y si no estás, pues esperaré por ti.

Suspiró, sin poderse creer que se dejara en evidencia tan fácilmente y que su novio, tan denso como era, pudiera leer sus intenciones. Se limitó a despedirse en cuanto escuchó que varias personas le hablaban del otro lado de la línea.

Le hubiera encantado quedarse a charlar un poco más, después de todo, la voz de Shouto siempre conseguía calmarla. También sopesó quedarse en casa y cancelarle la entrevista a Matsuoka, pero eso sería sumamente poco profesional y contraproducente.

Agitó la cabeza violentamente.

No.

Debía concentrarse.

Preparó todo para el día siguiente y se fue a dormir. Soñó con ella cuando era pequeña, perdida entre un mar de personas sin rostro, cerniéndose sobre ella. A pesar de la aprensión en su pecho, ahogándola, no le dio miedo; después de todo, esa era su vida, andar entre personas sin rostro sin siquiera saber a ciencia cierta cómo ella misma se veía.

Le pareció irónico que tuviera que guiarse de la opinión ajena para saber sobre ella misma. Shouto siempre le decía que era bonita y no dudaba en halagar su aspecto; pero no recordaba que sus anteriores novios se hubieran tomado la molestia de hacerlo con la misma frecuencia.

Cuando despertó, apenas recordando el sueño y queriéndose golpear por haber pensado demasiado las cosas, decidió prepararse para el trabajo de ese día luego de leer un breve mensaje de buenos días —noches— por parte de Shouto. Se dispuso a llamar a Matsuoka para que se despertara, conociendo cómo era de mal madrugador, a pesar de que las diez de la mañana no era temprano.

Acuarela Facial || Todoroki Shouto x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora