XIV

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Sentimientos

Las calles de Musutafu estaban atestadas, pronto sería navidad y todos estaban recorriendo las tiendas en busca de obsequios y adornos. Sin embargo, (T/N) pasaba de largo las vitrinas decoradas con colores alegóricos, con un destino fijo: La librería.

Ese día, su escritor favorito había sacado a la venta su libro más reciente y ella, atosigada por su trabajo, lo había olvidado por completo. Ni siquiera se sorprendió al ver la fila gigantesca fuera de la tienda. Con resignación, se colocó de última, esperando encontrar un ejemplar. Aunque, por cómo una trabajadora los contaba, creía que no iba a alcanzar.

Se sumergió en sus cavilaciones. Esos últimos días, había estado entrenando con Todoroki —seguía sin creer que hubiera podido tumbarlo al suelo—, pronto saldría la recopilación en un tomo de la novela de Matsuoka, estaba trabajando en unas traducciones para unos estudiantes de la escuela de medicina, y, gracias a su pareja, se había animado a enviar una de sus novelas a un concurso de literatura —luego de revisarla y editarla infinitas veces para calmar su ansiedad—. Se percató de que Shouto había llegado a su vida sin motivo aparente, y aun así se esforzaba para ayudarla, cuestionándose qué hacía ella por él.

¿Qué se suponía que se debía hacer por la otra persona en un noviazgo?

No estaba segura.

Simplemente llevaba su relación de la forma más cómoda que le parecía. A veces, corrían rumores sobre la novia sin identidad de Shouto, pero era algo que no les interesaba demasiado... Shouto era tan tranquilo que era imposible enojarse con él, a veces discutían, pero alguno de los dos terminaba cediendo cuando la razón entraba en sus cabezas. Y, por lo general, siempre estaban para el otro cuando necesitaban ayuda. Supuso que lo estaban llevando bien y no debía devanarse demasiado los sesos al respecto.

—(T/N). —Dio un respingo al escuchar la voz grave y conocida.

La mayoría de las personas en la fila soltaron interjecciones de estupefacción. El héroe Shouto estaba parado allí, hablando con una transeúnte.

La mujer lo repasó de arriba abajo, notando que estaba ataviado en su traje de héroe, acompañado por dos colegas de la Agencia de Endeavor. Él esgrimió una sonrisa, al haber conseguido descolocarla, casi podía ver cómo su cerebro hacía cortocircuito —al puro estilo Kaminari—.

—Toma. —Abrió uno de los bolsillos de su traje y le entregó un pequeño obsequio envuelto rápidamente.

—¿Eh? ¿Gra-gracias?

Como si no hubiera ocurrido nada, Shouto curvó los labios y se alejó, continuando con su jornada de patrullaje. Sintió, aún azorada, cómo las personas deseaban apiñarse a su alrededor para ver qué le pudo haber dado uno de los héroes novatos más famosos a, aparentemente, una civil al azar. Otros más suspicaces, se percataron de la calidez en los ojos del hombre, y no pudieron evitar cuestionarse si esa era la invisible novia de Shouto.

No podía creer que apenas lo había reconocido, por su voz y por su cicatriz, sentía que todo había ocurrido demasiado rápido. Se sintió incómoda al ser consciente de la intriga que había despertado en las demás personas y, mandando al diablo el libro, se salió de la fila para apartarse a un sitio menos concurrido.

Una vez controló sus latidos acelerados por la ansiedad que le había generado ver a tantas personas sin rostro inmiscuyéndose en sus asuntos, se dejó caer en un banco de madera apostado junto al baño para discapacitados. Se apresuró a retirar la envoltura con cuidado, sonriendo ante los dobleces torpes de un Todoroki apurado.

Sus labios formaron una 'o' perfecta, cuando vio el contenido. Inevitablemente, esbozó una sonrisa. Era el libro que quería. No podía creer que, con tan solo mencionárselo una vez, había tenido ese detalle con ella.

Acuarela Facial || Todoroki Shouto x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora