Acuarela Facial || Todoroki Shouto x Reader

XVI

Conversaciones

La luz del sol por la mañana le llegó de lleno al rostro, despertándola. Parpadeó varias veces para hacer un recuento de lo que había pasado la noche anterior, procurando no añadir otro tono de rojo al arrebol matutino por la calidez de la habitación en pleno invierno. Shouto seguía a su lado, podía sentir su peso sobre el colchón, pero ambos se estaban dando las espaldas, probablemente habían terminado así en los movimientos caprichosos nocturnos.

(T/N) lo prefirió así. No quería despertarlo, ni tener que lidiar con la vergüenza que la embargaría por encontrarse a Todoroki desnudo a tan tempranas horas. En completo silencio, se deslizó de la cama, ladeando el rostro para captar mejor su figura durmiente.

Shouto era del tipo de personas que se veía bien con todo lo que se ponía, a pesar de que tendía a un estilo más recatado y casual. Sin embargo, se sorprendió al ver las diferentes cicatrices en su esbelta y fornida espalda, unas más grandes que otras, al punto que le hicieron cuestionarse si era posible sobrevivir a heridas de tal magnitud.

Tuvo el impulso estúpido de tocarlas, pero prefirió dejarlo así. Más tarde podrían hablar de ello, no porque lo considerara antiestético, sino porque deseaba conocer las historia tras cada una de ellas. A pesar de eso, creía que lo más importante era comenzar por la cicatriz de su rostro, pero simplemente aún se sentía aprensiva como para preguntar al respecto.

Agitó la cabeza y se puso en pie rápido, notando cómo la calidez de Shouto se borraba cuando exponía su cuerpo desnudo al ambiente frío lejos de las sábanas. Procuró apresurarse al baño porque tampoco quería lidiar con Todoroki despertándose y encontrándola completamente vulnerable; sin embargo, no pudo pasar por alto el dolor en sus piernas. Su mente no tardó en darle respuestas con un demasiado explícito flashback, maldiciendo su falta de ejercicio, que había disminuido su aguante y flexibilidad considerablemente. Quizás tendría que trabajar en eso luego, después de todo, Shouto le había ofrecido una noche sin igual, y quería, a futuro, complacerlo tanto como él lo había hecho.

Volvió a agitar la cabeza, por fin deslizando el cuerpo hacia el baño y reprendiéndose por su rumbo de pensamientos. Sin embargo, antes de cerrar el tema, se cuestionó por qué Todoroki, si era así de especial con ella, había tenido tan poco éxito con sus anteriores parejas.

Todoroki, por su lado, luego de unos minutos, extendió el brazo aún adormilado, encontrándose con la fría pared a la que estaba pegada la cama. No pudo creer que hubiera perdido la oportunidad de acurrucarse con su novia. Quiso creer que aún tenía tiempo, y se giró para encontrarse con la cama vacía. Por un segundo, su corazón se detuvo, demasiado paranoico como era al creer que había desaparecido por culpa de un villano o, peor, porque había odiado la noche pasada; aunque se calmó al escuchar movimiento en el baño.

Se quiso reír al recordar cuando le había dicho a Mineta que no le gustaba el sexo hacía tan solo unos meses. En esta ocasión había ido bastante bien, había superado sus expectativas, a pesar de que la vocecita de Fuyumi estuvo repitiéndole si no estaba yendo demasiado rápido, hasta convencerse de que no era así. Tan solo esperaba que (T/N) se sintiera igual de segura que él. Tendrían que hablarlo porque a él se le daba muy mal dilucidar los sentimientos ajenos, y sacar conjeturas apresuradas solo terminaba mal. No quería cometer los mismos errores que con sus parejas pasadas, siempre ambos demasiado ocupados para sentarse a charlar apropiadamente.

Regresó a la realidad cuando el pestillo de la puerta del baño giró y (T/N) salió vestida y con una toalla sobre los hombros para que su cabello húmedo no le mojara la camiseta. Se quedó como petrificada cuando sus ojos se encontraron.

—Buenos días —susurró, sin demorar demasiado en bajar la mirada completamente azorada.

—Hola —dijo Shouto, poniéndose en pie y captando cómo su novia no podía evitar pasear su mirada por su cuerpo de arriba hacia abajo, desviando sus pupilas una vez más con un tono más de rojo en el rostro.