Capítulo 15

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NARRA EMMA

Salgo de bañarme y me quito la toalla quedando en ropa interior, escucho que se abre la puerta detrás de mi.

-Emma... Ohh yo l

-¡Simio toca la puerta antes de entrar!. - grite.

Me di la vuelta para ver cual de los idiotas de mis hermanos fue que abrió la puerta. Pero no era ninguno de ellos, era Dán, es el que se encuentra del otro lado.

-Yo lo siento, me dijeron que te... Ya esta la comida. - Dijo nervioso.

Este estaba incomodo y entonces medí cuenta que estaba en ropa interior, que por cierto es muy vergonzoso teniendo en cuenta lo que pasa con nosotros, agarre rápidamente la toalla y lo envolvi alrededor de mi cuerpo.

-A ahora bajo. - hable tontamente.

Cerró la puerta y solté un suspiro, agradezco que no haya encontrado el conjunto de ositos que tenia y haya tenido que ponerme uno turquesa.

Osino hubiera sido muy vergonzoso, mejor dicho peor de vergonzoso.

Me puse mi pijama que consistía en un pantalón de dormir color beige y una pupera del mismo color.

Baje rápidamente ya que mis hermanos no me esperarían y tenía mucha hambre como para comerme cinco platos.

Okey cinco platos no, pero máso o menos tres.

Con tres seguro ya me llenó.

Entre en el comedor y allí ya estaban todos sentados en la mesa. Me senté en mi lugar.

-¿Pa pudiste aberiguar quién sacó el jazmín de la cosina?. - pregunté para luego meterme un bocado de ese riquísimo pollo frito con remolacha en mi boca.

Silencio.

Así quedó la mesa, mire a cada uno de ellos, hasta quedarme en mi padre, lo mire esperando una respuesta.

-Si, Luci vino más temprano de lo normal, dijo que sin querer se le cayó el tarro que tenía la flor y se rompió, tuvo que tirarla. - me comentó

Asentí un poco dudosa, es raro que lucí venga temprano, pero tampoco es imposible.

-Que lastima era hermosa esa flor, la hubiera llevado a mi cuarto... No se cuando lo olí tenia como un perfume muy boni

-Basta Emma, solo es una maldita flor si quieres mañana te traigo un ramo, pero terminala. - me interrumpió mi madre.

Me quedé callada y un poco sorprendida, ella no era así, no entiendo por qué le molesto tanto.

-Lo siento. - me disculpe. - ¿Pa de quien era la carta que había en tu oficin

-¡Puedes dejar de preguntar idioteces!. - grito mi madre mientras le dio un golpe a la mesa con sus muñecas.

Me quedé quieta, baje la mirada asustada.

Quería llorar, ella nunca se había comportado así conmigo ni mucho menos gritado de esta forma.

-Buen provecho. - mi voz salió débil, me levante de la mesa y salí para mi habitación la cerré con seguro ni bien entre.

Lágrimas salieron de mis ojos, lágrimas de tristeza junto con bronca por ser tan débil, por ser tan idiota y siempre querer saber todo.

¡Por ser una pendeja chusma!.

-Emma mi amor lo siento, abre la puerta hablemos. - escuche a mi madre decir detrás de la puerta.

Escucharla igual de quebrada que yo provocó que más lágrimas salieran de mis ojos.

"Los cuatrillizos Edwards" (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora