[CITRUS] - Smut Stories

𝚄𝚗𝚊 𝚕𝚊𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝚌𝚎𝚛𝚟𝚎𝚣𝚊

La habitación se encontraba casi por completo repleta de varias latas de cerveza y algunas botellas de otros licores, todas vacías, eran bastantes tal vez mucho más de lo que un humano promedio podría soportar bebiendo por su cuenta propia sin llegar a sufrir un problema serio en el proceso. Pero bueno, esto no parecía para nada un impedimento para la joven con aquel característico semblante alegre.

¿Te preguntas el por qué bebía tanto? Pues en aquel momento consideraba que las cosas que estaba viviendo eran demasiado difíciles y además sumado con el dolor de que ya habían pasado 3 tal vez 4 años, le era algo difícil recordar la fecha exacta y los años que habían pasado, desde que su madre habría muerto, no había encontrado otra mejor solución que ahogar sus penas en el alcohol. Lata, tras lata, botella tras botella hasta que el sentimiento en su interior desapareciera ante la abrumante felicidad que parecía llenar su ser, en el momento en el que el alcohol fluía por sus venas.

Para quien hubiese ingresado a aquella habitación, toda esa escena no había sido algo muy agradable, especialmente por el olor que empezaba a hacerse presente en el ambiente. La persona se había acercado a la joven, que aun bebía, para decirle en un tono suave, no quería regañarle tanto por cómo se encontraba en ese momento, aunque realmente se lo merecía. "Yuzu ... creo que ya es suficiente, por favor detente" Alejando la botella, que la contraría se hubiese encontrado bebiendo.

"NOoOoo qui-quieeroOo ..." Replicó la susodicha, frunciendo el ceño, haciéndose evidente por el tono y la leve coloración de su rostro que ya se encontraba bajo los efectos del alcohol. "Y tú no... *Hip* Puedesss obligarmeee... Ahora, de vu-vuelvela..." Tratando de quitarle la botella pero la menor procedió a alejarla aún más lo que le imposibilitó hacerlo. Gruñendo ante aquello.

"Oye ... no puedesss... *Hip* Simplemente daAArm..." Le había silenciado con un suave beso en los labios, su rostro se había tornado un poco más rojo de lo que ya era.

Mei le brindó una suave sonrisa, antes de levantarse para dejar la botella lo suficientemente lejos para que Yuzu no volviese a tomarla. "No te la daré, realmente me preocupé por ti. Cuando no contestaste mis llamadas y mensajes, ¿sabes?" Dijo para dejar escapar un suspiro, tal vez dejando salir un poco del enojo que sentía, antes de proseguir. "Por favor, ya no bebas más", siendo aquello más una súplica que una orden.

"Pero ..." Frunciendo los labios. "Es que tú no entiendes, yo no puedo... Todo ha sido tan horrible y lo necesi-" La otra fémina, quien había vuelto a acercarse, deposito otro beso en los labiales con la intención de que volviese a guardar silencio.

"Lo que estás haciendo no sirve para solucionar tus problemas, sino que los empeora, idiota" Susurró, limpiándose las lágrimas que sin darse cuenta habían escapado de sus ojos mientras hablaba, al depositar suaves besos en su rostro.

"Yo también sufro cosas similares a la tuyas e incluso peores, pero no las intento ahora en alcohol como tú porque no me serviría, esas cosas seguirán ahí sin importar que. ¿Sabes que hago para evitar que me molesten tanto?" La mayor movió la cabeza lentamente en negación, permitiéndole a la otra proseguir. "Día a día intento convivir con ellos, día a día al vivir encuentro maneras que me permiten no pensar tanto en lo que ya paso, intento centrarme en lo que es mi vida actual. Qué sentido habría en lamentarme por el pasado. Si yo me centrara solo en aquello, no te hubiera conocido y ese sí sería un error que lamentaría, pues tú eres muy importante para mí-

"Mei... ¡¿Por kué eress tan cursiii?!" Alejándose del lado de la contraria como si esta tuviese algo contagioso.

"Es tú culpa, tú me has vuelto así-

"Io ... No hice naadaa pawa que te wolvierasss... así pero admito..." Volviendo a acercársele para poder besarla. "Realmente me gusta un poco que lo seas ..."

"Yuzu... Será mejor que laves tu boca y te bañes, apestas demasiado a alcohol" Dijo tomándola del brazo para comenzar a arrastrarla al baño.

"¡¿Qué?! ¡Oieeee... Esstabamos *Hip* Tenieendoo un momento romántico ahí... por queee eressss... AsíííÍíí!" Se quejó intentando zafarse del agarre, pero aquello era simplemente inútil si tenías como novia a Mei Aihara. Tú destino estaba determinado desde el momento en que ella lo hubiera dictado.

Después del problema que se hubiese armado en el baño, demasiados gritos podrían haber hecho pensar a cualquiera que se encontraban cometiendo homicidio o maltrato pero ya siendo algo que tendía a ocurrir los vecinos no llamarían a la policía, pues ya sabían que solo se trataba de la joven con aspecto rebelde y su novia que tendía a visitarle.

Aunque al final Mei solo haya logrado cepillarle los dientes a su pareja, más que nada porque si hubiese procedido a obligar a bañarla el ruido habría aumentado y verdaderamente no deseaba molestar a los demás, además que no tenía muchas ganas de pelear mucho con Yuzu. Razón tal vez por la cual había aceptado cargar a la contraria en brazos, ya que esta se había puesto muy insistente al respecto, argumentando que necesitaba una compensación porque hubiese arruinado el momento romántico, que sería un ensayo para cuando se casaran y otras cosas sin sentido. 

Al llegar a la habitación de la mayor, se acerco a la cama de esta y levanto las sábanas para con cuidado recostarla.

"Intenta dormir, si no te sientes muy bien dime, de igual forma estaré en la sala limpiando si necesitas algo". Anunció con voz suave, para cubrirle con las sábanas pero en el momento que intentó moverse para irse, Yuzu la detuvo al tirar de su ropa.

"... No te vayas, duerme conmigo, por favor". 

Sin poder evitar soltar una suave risa ante la acción muy común de su novia, procedió a recostarse a su lado. "En serio te comportas como una niña pequeña estando tan ebria", susurró depositando un beso sobre su frente. "Ahora sí, intenta dormir, idiota" Dijo rodeándola con sus brazos, queriendo que la contraria se sintiese segura de aquella manera y pudiese descansar.

Al final ambas se habrían quedado dormidas, mañana sería otro día donde muchas cosas se deberían limpiar, muchas cosas deberían hablarse pero estas cosas nunca cambiarían por el hecho de que estados dos se amasen sin importar qué.