[CITRUS] - Smut Stories

𝙱𝚞𝚝𝚝𝚎𝚛𝚌𝚞𝚙 𝙸

(Won't you get out of my head?)
(Electrify my golden tooth)

Olvídalo, lo haré alguna vez, ooh!
Estoy encerrado en el fondo...
¿No puedes hacerlo alguna vez?
Lo empujé demasiado lejos, oh!

Bien, electrifica mi corazón, oh!
Electrifica mi diente de oro
No puedo mirarte a los ojos,
Sin provocar algo...

No podía seguir en esta situación, realmente le angustiaba volver a lo mismo. Sí, lo mismo de siempre. Acabar de nuevo en los brazos de Mei y fingiendo que todo el daño ocasionado desde su partida nunca ocurrió.

¿Y ahora qué se supone que iba hacer?

"No puedes estar hablando en serio..." La rubia susurró con una mano temblorosa sosteniendo el pomo de la puerta, su corazón latía con fuerza mirando a la mujer que alguna vez fue el amor de su vida, bueno, la mujer que sigue siendo la dueña de su corazón.

No sabía muy bien qué decir o hacer, primeramente, por algo que sin duda la tenía dando vueltas en su mismo sitio...

Yuzu la había estado ignorando lo más posible, los mensajes de voz, sus llamadas. Definitivamente de todo hasta que Mei apareció en la puerta de su apartamento con un bebé en brazos. Esto fue cómo recibir un baldazo de agua fría, sin duda alguna.

Se veía muy bien, era imposible negarlo. Mei era la madre primeriza más hermosa que había visto en toda su vida...

Luego de saludarla le invitó a pasar con algo de duda en su corazón, ese pequeño era su sobrino, ¿verdad? sus labios formaron una forzosa sonrisa mientras su corazón volvía a doler. Nada de esto estaba bien, la manera en que se sentía traicionada no lo estaba en lo absoluto.

¿Cómo había conseguido su ubicación? Después de graduarse decidió cambiarse de hogar, dejando a una Ume muy triste, pero a la vez muy orgullosa de que su 'bebé' se hiciese independiente. Yuzu llevaba viviendo aquí más de 6 meses, a parte de su madre las únicas que lo sabían eran sus amigas y bueno... Harumin, que por cierto... vivía con ella...

***

"Mei, ¿Qué estás haciendo aquí?" Yuzu fue directo al grano, mirándola a ella y al bebé con curiosidad. "Se suponía que nosotras...

"¿Por qué no contestabas mis llamadas?" Respondió suavizando su mirada mientras acariciaba el corto cabello del bebé que abrazaba contra su pecho, "quise venir para saber cómo estabas. Y hablar sobre-

"Ya veo." La interrumpió con el ceño fruncido "No necesito que vengas hasta aquí sólo para restregarme en la cara lo feliz que eres con tu marido. Dime, ¿sólo piensas en humillarme?"

Mei negó inmediatamente devolviéndole la mirada con asombro "¿Qué te hace pensar eso? Nunca tuve esas intenciones, Yuzu, yo-

"No me importa lo que vayas a decir. Ya es suficiente Mei, no soy la misma idiota de siempre, quiero que sepas que nunca más voy a volver a permitirlo, ¿así que nunca tuviste esas intenciones...?" Desvió la mirada con una sonrisa amarga. "Puedo recordar perfectamente el cómo besabas a Udagawa-san mientras me mirabas de reojo el día de tu boda.

Mei se quedó congelada.

"Fui una pobre ilusa al pensar que algún día volverías." Yuzu se cruzó de brazos mientras la miraba indiferente.

"No soy masoquista Mei, no quiero volver a verte. Sólo me enfermas. Ni siquiera hay motivos para que nos sigamos viendo, mi madre ya no está casada con tu padre, ambas lo sabemos."