𝙽𝚘𝚟𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 𝚜𝚒𝚗 𝚝𝚒

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"La tarde se aleja,

el cielo esta gris

la noche aparece sin ti,

callado en la playa

te lloro en silencio otra vez"

Cuando llega Noviembre, la recuerda mejor. No es como si el resto del tiempo la olvidara: no podría, ni aunque pasara cien años en un desierto sin nada que se la recuerde, ni aunque se clavara un cuchillo en el corazón podría arrancar su recuerdo del pecho. Su memoria es más fuerte que mil tormentas, las huellas de su vida, extinta hace tanto, tanto tiempo ya, siguen allí ante sus ojos, su sombra se aferra a los muebles, a los árboles que rodean la casa. Su perfume aún se respira en aquellas estancias que sus pies alguna vez hollaron, aunque sólo ella pueda sentirlo, aunque sólo ella pueda distinguir un destello fugaz de su reflejo en los espejos.

"Me ahoga esta pena

no puedo vivir

las olas no me hablan de ti

sentado en la arena

escribo tu nombre otra vez"

No podría olvidarla aunque quisiera, porque está bajo su piel, porque está en cada bocanada de aire que llena su pecho... y nunca, nunca querría hacerlo. Ella siempre está desde que abre los ojos hasta que los cierra, ella está en cada paso que dé y también en cada sueño intranquilo, ella está aunque nadie se lo creería nunca, ella está ahí y ella se aferrará a su presencia mientras permanezca en este mundo y más allá también.

"Por que te extraño

desde aquel Noviembre

cuando soñamos juntos

en querernos siempre

Me duele este frío Noviembre

cuando las hojas caen

a morir por siempre..."

Cuando llega Noviembre, Yuzu, la recuerda mejor. Cuando el viento hace rugir el aire alrededor de la casa, golpeando las persianas y las paredes sin misericordia, cuando el cielo se resquebraja en relámpagos astillándose en la oscuridad, cuando miles de gotas de agua acribillan los vidrios de las ventanas y el frío se cuela por las hendijas de los muros para calar en sus huesos... es entonces cuando ella la recuerda mejor.

Recuerda su risa contagiosa, acompañada por un coro de ecos, recuerda sus cabellos enmarañados por el viento, el brillo fulgurante en sus ojos. Recuerda cada mohín de su rostro, cada tonalidad de su voz, cada lágrima que vio rodar por sus mejillas. Es Noviembre, gélido, inhóspito, tormentoso, el mes que le recuerda mejor la furia de esa pasión que alguna vez las unió... y que las destruyó a ambas.

"Noviembre sin ti

es sentir que la lluvia

me dice llorando que todo acabó

Noviembre sin ti

es pedirle a la luna

que brille en la noche de mi corazón

otra vez... otra vez...

Quisiera decirte

que quiero volver

tu nombre va escrito en mi piel

ya es de madrugada

te sigo esperando otra vez"

Ha visto llegar y marcharse muchas veces al mes de Noviembre y cada año que pasa sus huesos están más débiles, su porte más rígido, su mirada más hostil. Y sin embargo la fuerza, el torrente que la caracteriza sigue allí, en sus ojos, en su voz, y nadie se atreve a enfrentarse al acero en su mirada, nadie se atreve a respirar siquiera en contra de su voluntad.

Ni siquiera su madre, con sus supersticiones y moralidades absurdas se atreve a llevarle la contraria cuando ella le explica lo que quiere que ellos hagan después de su muerte. Se horroriza, por supuesto, con toda su hipocresía cristiana a flor de piel, pero no la contradice. A ella le importa bien poco lo que ella - ni nadie - pueda pensar. La única persona que alguna vez le importó, la única que aún le importa, ha muerto ya... pero Yuzu no piensa estar separada de ella mucho tiempo más.

"Por que te extraño

desde aquel Noviembre

cuando soñamos juntos

a querernos siempre

me duele, este frío Noviembre

cuando las hojas caen

a morir por siempre...

Puede verla, más allá de su ventana, su imagen difusa en la distancia. Los cabellos peinados por el viento, sus ojos amatistas, su piel traslúcida confundiéndose con la noche oscura. Puede verla, más allá de su alcance, más allá del tiempo y la distancia... esperando por ella.

Cuando llegue su hora de marcharse de este barco, ella se negará a que algún cura vetusto le dé la extremaunción y lea la Biblia. Cuando llegue su hora de abandonar esta tierra gélida, nadie cantará sus loas, nadie pronunciará una oración por la paz de su espíritu. Será llevado al cementerio de noche y en silencio, enterrado en secreto, sin elegías, sin llantos.

"Noviembre sin ti

es sentir que la lluvia

me dice llorando que todo acabó

Noviembre sin ti

es pedirle a la luna

que brille en la noche de mi corazón

otra vez... otra vez...

Noviembre sin ti

es sentir que la lluvia

me dice llorando que todo acabó

Noviembre sin ti

es pedirle a la luna

que brille en la noche de mi corazón

otra vez... otra vez..."

Porque ella ha renunciado a un entierro sagrado, a una última oportunidad de reconciliarse con la religión que nunca le sirvió. Porque ella ha rechazado su propia entrada en el Reino de los Cielos... porque sabe, aunque nadie querrá creerlo nunca, que ella ha hecho lo mismo alguna vez. Ella eligió quedarse de este lado de las puertas del Cielo, ella ha renunciado al perdón y la dicha eternas sólo para esperar por ella.

La vieja mujer se espanta y se hace cruces y ella no entiende ni una palabra de sus reproches. ¿Por qué querría reconciliarse con un Dios que siempre estuvo demasiado lejos para escuchar, por qué querría recibir el perdón por sus pecados de parte de un hipócrita de sotana? ¿Por qué querría ella entrar al Cielo cuando ella lo está esperando en el peñasco? Y más importante aún, ¿por qué habría de suplicar clemencia por sus acciones, cuando ella no se arrepiente de nada?

Cuando llega el mes de Noviembre, la recuerda mejor. Recuerda sus ojos, su perfume, su calor. El aletear de sus manos, los latidos de su corazón, el sabor de sus labios. Recuerda su risa, su llanto, su abrazo. Recuerda todo lo que alguna vez tuvo y perdió... pero la sonrisa jamás abandona su rostro, no mientras la noche sea oscura y tormentosa, no mientras mire por la ventana y la vea allí, esperando por ella.

La sonrisa seguirá allí cuando su madre la encuentre una mañana, seguirá allí aunque los gritos de su madre destrocen todos los oídos de los ocupantes del apartamento, seguirá allí aunque su cuerpo se encuentre frío y rígido. Su sonrisa seguirá allí, imperturbable... porque ya no camina por esta tierra sino por el peñasco de sus recuerdos dorados, porque sus pasos se han acompasado a otros más ligeros, porque ha logrado reunirse con ella, más allá del Cielo y la Tierra, más allá del tiempo y el espacio.

[CITRUS] - Smut StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora