[CITRUS] - Smut Stories

¿𝙴𝚖𝚋𝚊𝚛𝚊𝚣𝚘? 𝙸

Dime que confías en mí, bésame y abrázame

Bueno, haría cualquier cosa por ti

Simplemente tienes que amarme

—Bien son uno, dos, tres... Espera ¿Qué día es hoy?

Hablaba Mei para ella misma mirando el calendario de su habitación con algo de preocupación, tenía un retraso (Y no específicamente mental)

—Haber otra vez... La última vez que me vino fue... —seguía sacando cuentas y llevaba prácticamente una semana y un día más de retraso, ahora sí que se asustó.

—¡No es posible!

Comenzaba a hacerse la idea del embarazo aunque seguía aferrada a que ese no era el caso, estaba segura de haberse cuidado pero... ¿Qué pasaría si las píldoras no hicieron efecto? ¿Quizás se la tomó demasiado tarde?

Se sentó en la cama a meditar un rato las posibles opciones sobre "El caso" Obviamente no estaba preparada para ser madre aún, o al menos no se sentía preparada y además ¿Cómo se lo tomaría Yuzu si se diera cuenta de esto? ¿La dejaría?... No... Yuzu no es así.

Necesitaba ayuda, comenzaba a estresarse en solo pensar en este tema en bucle, necesitaba contárselo a alguien ¿Yuzu? ¡Por supuesto que no! Tomó su teléfono decidida y marcó el número de ...

¡Esperen!, estoy segura de que ustedes quieren ver cómo Yuzu se comió a Mei. Nieguenmelo... Pues aquí les dejo una escena bien hot y lo que doña pendeja tuvo que hacer desde un principio con la chernobyl ( ͡~ ͜ʖ ͡°)

~En La Noche De Navidad~

—¿Qué te pasa, Mei?

—Te estoy muy agradecida.

—¿Hm? —abre los ojos con sorpresa al verla deshacerse del nudo de su corbata para dejarla sobre el sofá—. Oye...

—Tanto por el asunto de mi abuelo, como por el de mi padre. No fue fácil, pero lo resolviste por mí. —Dijo empezando a desabotonar su camisa escolar estando encima de la rubia—. Por eso... —cierra los ojos por la vergüenza—. Creo que deberíamos hacer lo que quieras hacer.

—¿Mei? —desvía la mirada intentando ocultar el fuerte sonrojo que se formó en sus mejillas.

—Quieres esto, ¿no? —se acercó seductoramente.

—Huh. —Traga saliva con fuerza al ver sus pechos descubiertos frente a ella., sentía que la tentación estaba a punto de ganarle incitándole a morderlos y chuparlos hasta dejarlos completamente rojos. Y su perfecto rostro y ese leve sonrojo que teñía sus mejillas hasta las orejas la hacía lucir extremadamente hermosa, ya no podía soportarlo. Esto se le iba a escapar de las manos.

—Y-yuzu~ —susurró seductoramente la chica de cabello azabache para repentinamente abrazarla del cuello haciendo que Yuzu escondiera su rostro en medio de sus pechos debido al impacto—. ¿Te gusta mirarme, no es así? Pervertida...

—¡Mmm! N-no soy una pervertida... —confesó en voz baja inhalando su dulce fragancia que la enloquecía hasta límites inalcanzables. Ahora mismo no le importaba morir asfixiada si eran con los suaves pechos de Mei.

—¿Así? Entonces eso explica el por qué te vi la otra vez espiándome por la puerta del baño —sonrió burlonamente mientras acariciaba su largo cabello rubio con sus dedos, escuchando su exclamación de sorpresa—, también la causa del por qué encuentro cada vez más de mi ropa interior en uno de tus cajones...

¡Qué vergüenza!, ¿cómo es que se dio cuenta la vez en que la espié?... ¿entonces porqué no hizo nada y me echó de allí? Lo peor de todo es que me masturbaba mientras lo hacía, ¿también se percató de la cosa que me cuelga entre las piernas? ¡Por Dios! Creo que me matará esta noche...