Mientras todas las chicas suspiraban al verle tocar, yo me mantenía distraída... suspirando también por él.
Un mechón rebelde y rizado caía por su frente mientras tocaba concentrado junto con los demás. Algunos se dedicaban a hacer percusión con un cubo de basura que habían encontrado mientras que otros directamente habían traído sus propios instrumentos. Sus ojos verdes se encontraban con los míos de vez en cuando, consiguiendo que las demás chicas me dedicasen miradas de odio al instante. Intentaba ignorarlas, pero resultaba complicado fingir no ser consciente de que varios pares de ojos te estaban lanzando rayos láser imaginarios cada vez que Yuzu me miraba.
La música continuaba sonando, pero Yuzu había dejado de tocar, atrayendo la atención de todos. Con su enorme sonrisa, dejó la guitarra en su funda y se levantó para dirigirse directamente a mí. Estiró un brazo para ofrecerme su mano, y sentí mi corazón golpear fuerte en mi interior como si quisiese romperme las costillas. Tragué saliva pesadamente mientras nos mirábamos con intensidad. Sus ojos brillaban a causa de las luces del jardín, dejándome embobada mientras le observaba.
—Baila conmigo —fue más una afirmación que una pregunta, pero mis brazos se mantuvieron a ambos lados de mi cuerpo inmóviles—. Discúlpeme, señorita Mei, no he sido lo suficientemente educado —sonrió coqueto—. ¿Me concede este baile?
—Yo...
—Le prometo que bailo como los ángeles.
—Tengo mis dudas —bromeé, consiguiendo que se riese conmigo.
—Déjame demostrártelo.
Acabé aceptando. En parte porque quería que las demás chicas se muriesen de envidia, pero, por otra parte, verdaderamente quería bailar con él.
Casi nadie nos conocía en aquella fiesta, así que no tenía el más mínimo sentimiento de agobio por saber que alguien podía grabarnos y hacer que Tommy se enterase. De todas formas, no estaba haciendo nada malo. Simplemente estaba bailando con un amigo en una fiesta. ¿Qué hay de malo en eso?
Su mano libre viajó hasta la parte baja de mi espalda, apretándome más contra él mientras nos movíamos con lentitud al ritmo de la música, al compás de otras personas que también bailaban como nosotros. Quise evitar a toda costa conectar nuestros ojos, y quería mantener la situación lo más tranquila posible. Hasta que su mano, la cual se mantenía entrelazada con la mía, se apoyó en mi mentón para, acto seguido, hacer que le mirase. Sus labios estaban ligeramente enrojecidos, al igual que sus mejillas. Sus dientes mordían levemente su labio inferior mientras su otra mano me mantenía firmemente pegada a él. Ahora, ambas de mis manos se encontraban abrazando su cuello, mis ojos incapaces de abandonar los suyos y mi respiración acelerada y entrecortada.
—Tienes unos ojos preciosos —murmuró.
«Corre».
—Gracias.
—Y unos labios muy bonitos —rió levemente.
«Huye».
—Gra... gracias.
—Ya te he dicho que esta noche estabas muy guapa, ¿verdad?
«911».
Me dediqué a asentir.
—Bueno, pues te lo diré otra vez. Esta noche estás muy guapa.
«Hadhkssb».
—¿Estás coqueteando conmigo? —Mi pregunta pareció extrañarle, ya que su frente se arrugó levemente.
—¿Ahora te das cuenta?
—Yo... bueno... no... uhm...
—¿Me acompañas a dar un paseo? —me interrumpió.
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[CITRUS] - Smut Stories
FanfictionUna serie de desvergonzados escenarios obscenos donde Yuzu y Mei se encuentran y tienen relaciones sexuales. A veces deseamos que hubiera terminado así. Ilógico. Porno sin trama. Yuzu dominante / Mei sumisa. Esta es una historia de G! P. Si esto no...