[CITRUS] - Smut Stories

𝙽𝚘 𝚝𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚎𝚣𝚌𝚘 𝙸

Yuzu no es del tipo que se relaciona. Disfruta pensando en una mujer diferente cada noche. Y por un tiempo, una de esas mujeres es Mei Aihara. Pero, ¿qué pasa cuando una noche ya no es suficiente?

G!P Yuzu

"Joder. Sí, justo ahí bebé. Estás tan húmeda."

Los ojos de Yuzu se pusieron en blanco mientras disfrutaba de la sensación de paredes apretadas agarrándose con avidez de su pene palpitante.

"Te sientes tan bien Mei. Mierda, eso es todo. ¡Sigue así!" Ella aprieta alrededor de la polla de Yuzu y en unos momentos, siente las caderas de Yuzu golpearla por detrás mientras libera su carga.

Entre Yuzu gimiendo en su espalda y la sensación de su polla palpitando en el condón, Mei no puede evitar alcanzar su propio clímax, inundando la polla y las bolas de Yuzu con sus fluidos.

Yuzu besa su espalda sudorosa mientras Mei baja de su posición y cuando parece que ha terminado, Yuzu se retira lentamente, sabiendo lo sensible que es después del sexo. Se quita el condón y, cuando Mei se derrumba en la cama, ve la expresión de disgusto en el rostro de Yuzu al manipular el condón lleno de semen.

Lo ata, lo tira a la basura y regresa a la cama. Se pone sus bóxers y luego toma su teléfono de la mesita de noche junto a ella. Está enviando mensajes de texto rápidamente, por lo que Mei puede decir, probablemente haciéndole saber a alguien que llegará tarde antes de dejar el teléfono para buscar el resto de su ropa.

Ésta es la parte que odia. Este es el momento en el que recuerda que Yuzu no es su novia. De hecho, ella no es la novia de nadie. Porque Yuzuko Okogi no cree en la monogamia. Y Mei lo sabe. Lo ha hecho desde el primer día porque Yuzu fue muy comunicativa al respecto. Ella se queda ahí mirándola vestirse rápidamente y no sabe si son sus sentimientos confusos por Yuzu o su orgullo lo que la hace hablar, pero se sienta en la cama, usando las sábanas para cubrirse.

"No me gusta que termines de follarme y luego te vistas inmediatamente para irte a follar con alguien más. Me hace sentir como una puta barata".

Yuzu no deja de intentar levantarse los jeans y ni siquiera la mira cuando responde: "No me voy a follar con nadie más. Solo me voy a reunir con algunos amigos para tomar algo".

Mei se burla y pone los ojos en blanco. Ella sabe que es una verdad a medias destinada a calmarla. Yuzu ha dicho eso antes. Solo iba a tomar algo, al cine o al boliche. Algo aburrido para aliviar los temores de Mei, pero la verdad siempre sale a la luz por la mañana cuando hay fotos en Internet y en las redes sociales de Yuzu saliendo de la casa de una mujer por la mañana con el mismo atuendo que dejó a Mei.

"Puede que no comience con el sexo, pero siempre es así como termina".

Yuzu termina con sus jeans y comienza a buscar su camisa. No se ha vuelto hacia ella, por lo que no puede decir lo que está pensando o si está enojada.

No suenes tan celosa Mei, la asustarás. Solo tómatelo con calma.

"Y yo... estoy bien con eso Yuzu, ​​lo estoy. Sabía lo que era esto cuando empezamos. Yo sólo... no esperaba que estuvieras saltando de mi cama a la de otra persona. Yo sólo..."

Yuzu inesperadamente vuelve a saltar a la cama, siempre juguetona, y trepa hasta el cuerpo de Mei.

Coloca besos suaves en su apretado estómago, antes de pasar a cada pezón y prestarles la atención suficiente antes de subir a su cuello, un lugar que sabe que es particularmente sensible para Mei.

Conoce esta táctica de evitación y sabe que debería ponerle fin, pero maldita sea, si Yuzu no es el mejor amante que ha tenido. Pero, al estilo típico de Yuzu, ​​abre su estúpida boca y le recuerda a Mei por qué estaba molesta para empezar.