La primera vez que abrí la puerta de mi casa aquella noche, un grupo de siete personas entraron y fueron directos a la cocina como si se tratase de su propia casa y supieran exactamente la distribución de ésta.
Liam me dijo que me relajase, que nada malo iba a ocurrir, ambos sabíamos que eso no era cierto, pero a pesar de ello, quise creerle porque no me quedaba otra.
Cerca de las once y media de la noche, dejé de tener la cuenta de las veces que habían llamado a la puerta, la música comenzó a ser más fuerte y la gente se pegaba las unas a las otras.
A las doce decidí dejarla abierta a petición de Liam, según él debía divertirme y no custodiar la entrada como un hombre de seguridad, a esa hora ya iba por su cuarta copa.
Liam borracho era algo desastroso, tenía mucha energía y se volvía muy sentimental, era muy escurridizo y difícil de controlar, pero algo mucho pero que ello era un Liam borracho y sin Zayn.
"Me dijo que iba a estar aquí antes de la media noche..." hipó mientras se acomodaba mejor en mi hombro. "Seguro que se ha ido con una omega más guapa y... mas obediente" murmuró con los ojos cerrados.
"No digas tonterías, te quiere mucho Li" traté de animarle pero era en vano porque a penas me prestaba atención.
"Se ha cansado de mí, lo sé, por eso no quiso que fuese a su piso, nunca me lo ha negado y ahora... seguro que está con otra..." su voz poco a poco se iba apagando y ya apenas quedaba rastro de la alegría que le caracterizaba.
"No es verdad, te quiere mucho".
"Voy a llamarlo" se irguió y sacó a duras penas su móvil del bolsillo delantero de su pantalón vaquero.
"Liam le has llamado hace cinco minutos".
"Me da igual".
Se puso en pie y salió al jardín trasero donde la música se escuchaba mas suave.
Me acerqué al chico que estaba pinchando la música.
"Por favor baja la música" grité para que me prestase atención.
El chico, que se encontraba tras una mesa improvisada con un portatil y unos altavoces a cada lado que jamás había visto en mi vida me echó un vistazo de arriba a bajo.
"¿Y tú eres?" preguntó con desdén.
"El dueño de esta casa" respondí molesto.
Se encogió de hombros y agarró su vaso de alcohol para acabárselo de un solo trago.
"Por favor" insistí.
Una de las chicas que por ahí pasaba se chocó y me tiró toda la bebida al cuerpo.
Comenzó a reírse.
"¡Batalla de vodka!" gritó alguien desatando una pelea.
Todos comenzaron a lanzar sus bebidas mientras gritaban y trataban de esconderse, algunos incluso abrían las bocas para poder tomar algo mas.
"¡No! ¡parad! mierda no ¡no!" comencé a correr de un lado a otro tratando de que se detuviesen, esto se estaba saliendo de control y estaba apunto de perder los papeles.
Gritaban y reían, parecían ajenos a mis súplicas para que cesaran, estaba al borde del colapso cuando un fuerte gruñido acalló de golpe a cada persona, incluso la música había sido parada.
Respiré aliviado al ver que la gente dejaban las cosas en el suelo o en las mesas y giraban el rostro en la dirección de aquel imponente gruñido.
"Fuera, ahora mismo, todos" la voz de alfa no tardó en sonar, sabía que no iba por mí, mi cuerpo no reaccionó, solo se quedó rígido mientras veía a cada persona salir de mi casa.
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Instinto
FanfictionPasos apresurados, mirada gacha, latidos desmesurados y alfas observándolo desde la distancia, todos saben las consecuencias de acercarte a ese lindo y pequeño omega de ojos oceánicos. Nadie quiere pagar ese precio, nadie quiere arriesgarse porque é...