Capítulo 23

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"¿Hay alguien en casa?" pregunté tras cerrar la puerta principal.

No obtuve respuesta, seguramente era aún muy temprano, lo cierto es que ni me molesté en ver la hora de mi teléfono.

Caminé hacia el salón y me dejé caer en el pequeño sofá, apoyé la cabeza en el reposabrazos y cerré los ojos durante unos segundos, el calor del celo estaba en un segundo plano, pero estaba seguro de que tarde o temprano volvería a consumirme, más temprano que tarde, así que ahora solo quería disfrutar de la paz.

Me puse en posición fetal y encendí la televisión pero por mucho que lo intentase, no podía concentrarme, en mi mente aparecían escenas con Harry, de lo que habíamos hecho y de cómo habíamos acabado.

Lo cierto es que no se comportó mal, es decir, me ayudó y ya, mi omega se montó sus películas, solo eso. Luego sus palabras sí que fueron hirientes pero no debía importarme lo que alguien que ni si quiera conocía dijese de mi... ¿verdad?

Me llevé las manos al rostro y suspiré.

Me senté en el sofá cuando el aroma a alfa se fue intensificando. Una de las cosas no tan malas del celo era que los sentidos se agudizaban.

El timbre sonó.

Me puse en pie dudosos y caminé con sigilo hacia la puerta, me acerqué a la mirilla y pude verlo ahí, parado frente a mi puerta con una mano en el pelo y su mirada gacha.

Abrí la puerta con mi labio inferior atrapado por mis dientes. Sentía vergüenza.

"Ho...hola" murmuré atreviéndome a alzar la vista y toparme con aquella mirada azul.

A pesar de todo, una sonrisa se dibujó en su esculpido rostro con magulladuras.

"Hey, no sabía si estarías aquí o.. bueno, o estabas con él pero..." parecía nervioso. "Así que bueno, a lo mejor tu madre... tu madre podía estar aquí así que no estaba seguro de pitar pero..., el caso es que bueno, te olí o eso creí, ahora sé que no me equivocaba y pues..."

"Hey... hey Luke tranquilo" sonreí dulcemente. "¿Quieres pasar?" me eché a un lado de la puerta.

"¿Está él aquí?"

Moví la cabeza en negación.

"Bien..., esto... voy a..." reí, su vergüenza me hacía recordar aquella época donde ambos éramos niños pequeños.

"Anda pasa".

Me tendió la mochila que seguramente me dejé en su habitación o en su coche cuando me trajo, ¿quién sabe?

Cerré la puerta cuando estuvo dentro y le guié hacia mi habitación.

"Hace mucho tiempo que no entro aquí pero parece que no ha cambiado mucho" dijo mientras echaba un vistazo a todo el espacio.

Dejé la mochila al lado del escritorio.

"Sí bueno..." me encogí de hombros. "Siéntate dónde quieras, esto... ¿quieres algo de beber o comer?"

"Oh no, gracias" apartó la vista de mi estantería donde se encontraban varias fotos mías con mi familia y de cosas que fotografié y me parecieron bonitas. "¿Te gusta hacer fotos?"

Me senté en una esquina de la cama.

"Sí, me encanta".

"¿Solo fotografías paisajes?"

"Sí bueno, tampoco he encontrado a alguien a quien quiera fotografiar, los paisajes son más... ¿puros? me transmiten más, no sé" me encogí de hombros.

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