Capítulo 39

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El sonido de una canción demasiado alta hizo que abriese los ojos poco a poco, traté de moverme para conseguir otra posición y así seguir durmiendo pero me era imposible, la música estaba demasiado fuerte.

Alcé el rostro de la almohada y me fijé en que no había rastro de Harry. Dejé caer la cabeza de nuevo y suspiré. ¿Dónde se había metido? el único aroma que podía aspirar era el que quedó impregnado en las sábanas y en su habitación en general, ya que era su espacio, pero no había nada de su persona.

Me incorporé en la cama, aún con las sábanas sobre mi tibio cuerpo y traté de procesar todo lo que había ocurrido la noche anterior, sentí las mejillas arder por aquel íntimo momento en el que beso cada herida que aún tenía adornando mi cuerpo, no me arrepentía de ello pero me sabía raro ya que nadie nunca había hecho algo así por mí. 

Me alegré de haberle enviado un mensaje a mi madre antes de salir explicándole que iba a dormir con Liam bajo la excusa de que se encontraba mal.

Cogí mi móvil de la mesita de noche que tenía al lado y vi que tenía un mensaje de ella, le pareció mal que saliese de madrugada, que ya hablaríamos cuando llegase a casa y ella volviese del trabajo. Rodé los ojos porque sabía que me regañaría y no me apetecía que volviese con el mismo discurso de siempre pero en realidad me lo merecía.

Me levanté de la cama muy a mi pesar y me vestí con mi ropa, dejando la camiseta de Harry porque la mía estaría demasiado fría como para colocármela y hacía mucho frío como para estar de cintura para arriba desnudo durante un momento para después vestirme con algo que no estaba caliente... 

Abrí la puerta de su habitación y bajé las escaleras para toparme con un Liam muy enérgico en la cocina moviéndose al ritmo de la canción que sonaba por su móvil mientras preparaba el desayuno.

"Buenos días" le dije mientras me sentaba en la silla de la isla.

"Oh, hola Lou" sonrió bajando un poco la música "¿te desperté?" alzó una ceja.

"Sí, pero no te preocupes" me encogí de hombros.

"Claro que no me preocupo idiota, anoche me despertasteis a mí así que tenía que vengarme".

Rodé los ojos.

"No sabía que se escuchaba desde vuestra habitación".

"Menos mal que ya lo sabes porque sino sería vergonzoso que algún día llegaseis a hacer otras cosas... ya sabes, de mayores... y os escuchemos... no querría ser yo quien os cortase todo el rollo" rió bajo.

"Liam claro que eso no va a pasar".

"Ya..." 

"Por cierto, ¿sabes dónde está Harry?"

Liam frunció el ceño.

"¿No estaba  contigo?"

Negué.

"Cuando me desperté ya no estaba".

"A lo mejor cree que esta no es su casa y se ha ido como suele hacer" rió tratando de quitarle hierro al asunto.

"No lo creo..."

"¿Le llamo?"

"No, ya lo hago yo" respondí sacando el móvil del bolsillo.

"Oh vaya ya habéis intercambiado los números, que bonito. ¡Anda! incluso tienes puesta su camiseta" 

"Liam se te va a quemar el desayuno" le advertí tras comenzar a oler a quemado.

"¡Mierda! ¡mierda!" gritó apagando el fuego.

Marqué el número de Harry y esperé a que lo cogiese, pero no fue así. Lo intenté una segunda vez pero tampoco había surtido efecto.

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