Capítulo 45

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Mi rostro escondido en su pecho, ojos cerrados y respiración pausada, mi mano apoyada en su abdomen y la otra rodeando su cuello con necesidad. Mis piernas se encontraban alrededor de la cintura del alfa que se encontraba sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared frente a la puerta de mi habitación.

Hacía rato que se había quitado la camiseta y la mía para poder tener contacto piel con piel. No puse objeción, realmente necesitaba ese tipo de cercanía, más aún después de ingerir la pastilla que tan calmado me dejaba.

Sus dedos acariciaban mi espalda con lentitud y tranquilidad causando que mi piel se erizase de forma agradable, mi respiración acompasada con la del alfa, él soltando feromonas que me tranquilizaban.

Su tibia piel me hacía querer descubrir cada milímetro de ésta, por muy recóndito que fuese, a eso se le sumaban la cantidad de tatuajes que adornaban su lechosa piel que contasen o no historias, tuviesen o no significados, me fascinaban.

No sé durante cuanto tiempo estuvimos así, pero sé que fue el suficiente para que volviese a la realidad y evaporase aquellos pensamientos que me acechaban más de lo que deseaba y era capaz de administrar.

Unos golpes a la puerta nos sacó de nuestro trance, mi hermana quería comer y nos habíamos olvidado por completo de ella.

Aún no me aparté de Harry, no era necesario alejarme de él ahora mismo, ni mi omega ni yo queríamos eso.

"¿Quieres quedarte a comer?" le pregunté en un susurro, aún sin apartar el rostro de su cálido pecho.

"¿Harás tú la comida?"

"A lo mejor sí".

"Entonces será mejor que me vaya, soy demasiado joven para que me envenenen" dijo en tono gracioso.

"¡Hey!" me quejé mientras me apartaba de él y le daba un manotazo a su brazo. "Alfa malo" le recriminé.

Harry comenzó a reír como si hubiese contado la cosa más graciosa, pero lo más probable era por mi rostro de enfado y tristeza a pesar de saber que no iba en serio.

"Es broma omega" se excusó agarrándome de la espalda para volver a acercarme a él, no dije nada.

Mi nariz olfateó su cuello contento con aquel aroma.

"Harry creo que tenemos que bajar porque mi hermana es capaz de muchas cosas..."

"Mmm" dijo sin más enterrando sus dedos en mi cabello.

Aspiré una última vez antes de sacar la lengua y darle un lametón para que, después, acabase en el suelo evitando su cuerpo, que no dudó en colocarse sobre mí arrinconándome en la fría madera imposibilitándome salir y escapar de él.

"No tan rápido omega coqueto" su voz era un poco más grave, sus ojos con pequeños tintes rojos, sus hoyuelos mostrándose y autoproclamándose protagonistas.

"¿Qué pasa alfa?" pregunté inocente.

Su sonrisa se ensanchó una cuarta más y me humedecí los labios.

"Acabas de lamerme omega".

Asentí con la cabeza.

"Lo sé alfa" reí divertido.

"Te has atrevido a hacerlo" alzó las cejas.

Volví a asentir.

"¿Crees que puedes hacer eso y no recibir nada a cambio?"

Presioné mis labios juntos y los saqué con más insistencia mientras mi lengua recorría mi mejilla interna.

"Puede ser".

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